27. Zabdiel

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Ya casi era de noche y el trabajo aún no terminaba, ya era su segundo día desde su reintegración y le había tocado hacer todo solo, ya que el compañero que tenía había sido cambiado de lugar y Erick no se había dignado a aparecer aún. Entendía que no quisiera verlo y mucho menos trabajar nuevamente a su lado, pero le hubiera gustado al menos una solución o una explicación. No sabía absolutamente nada, ni siquiera su hermano le decía algo al respecto. Cerró el portátil y se puso más cómodo en la silla. Tomó el celular y empezó a revisar los mensajes que tenía, nunca lo hacía en sus horas laborales.

—¿Por qué sigues aquí? —levantó la mirada y observó con una pequeña sonrisa a Jonathan —. Ya puedes irte si quieres.

—Jo, es que hay unos numeritos que no me cuadran y necesito volver a mirar —le trató de explicar de forma tranquila, sabía que tal vez se debía al estrés y fue un error suyo de organizar mal las cosas.

—Mañana miras, ya te apoyas con tu compañero y estarás más relajado —lo pensó por unos segundos, quizá tenía razón. Abrió nuevamente el portátil para terminar de apagarlo mientras procesaba lo que le decía su hermano poco a poco.

—¿Daniel o Erick?

—Pues Erick, sabes que él no ha perdido esperanzas y quiere seguir estando lo más cerca posible de Joel.

—Por mí está perfecto, tú vas a largarte y vas a dejar a tu hermanito liado con todo este trabajo —entrecerró los ojos mientras sonreía con diversión —. No, es en serio, ¿para dónde te vas?

—Francia, pero eso no es lo más interesante del asunto —se levantó junto a su hermano y salieron de la oficina —, es que tú vas a quedarte con Meli.

—Esa niña vive conmigo, ya no me sorprende que algún día piense que soy el papá —bromeó, ganándose un leve golpecito en el brazo —. Nos vemos en una semana, espero que disfrutes tu viaje con Juli.

—Tú me debes explicaciones, ni creas que no me doy cuenta de nada.

Lo vio meterse en su oficina nuevamente, supuso que tenía algo más que hacer o le faltaba sacar algo. Pensó a qué se refería unos segundos mientras caminaba al elevador, pero no recordaba nada. Cuando estuvo fuera de las instalaciones y vio a Ana con Cristóbal, supo que debía quedarse con su sobrina porque esos dos se la pasaban de fiesta en fiesta. Le dio el pequeño regaño de siempre por dejar a la niña sola en su departamento, pero finalmente aceptó cubrirla, ella también lo había ayudado muchísimas veces a sacar trabajo para dejarlo disfrutar un rato.

Abrió la puerta rápidamente cuando escuchó su celular sonar, rodó los ojos cuando vio el nombre de Richard, sabía perfectamente que una llamada con él no era por nada bueno, estaba rodeado de personas que solo escribían o llamaban por algo urgente. Saludó a Melissa con una pequeña sonrisa y tiró la llave en la mesa, disponiéndose a escuchar al moreno.

Olvidaste que hoy es el cumpleaños de Cristian, no me des una explicación porque no la tienes —se dirigió a la cocina y sacó una jarra de limonada.

—¿A mí qué me importa que sea su cumpleaños? —se defendió mientras llenaba un vaso —. Mejor ve a mejorar tus ventas que están bastantes bajas.

¿Qué más quieres?, es diciembre y tengo cosas más importantes como decirle a mi novia que vaya a visitarme todos los días.

—Eres un irresponsable en estas épocas. ¿Para qué me llamabas?

Para que te vengas ya mismo a celebrarle el cumpleaños a tu amigo —inmediatamente reconoció el tono pícaro del moreno —. Me traje a todos y faltas tú, hasta Joel está acá conociendo a Cristian.

Una Oportunidad ||Joerick - Virgato|| TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora