18. Egoísta

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Erick se levantó de la cama cuando consideró que ya podía ser hora adecuada, aún era de madrugada, pero no había podido dormir y estaba aburriéndose cada vez más. No era fácil estar al lado de Zabdiel y escucharlo dormir como si no hubiese un mañana cuando él no podía. Ni siquiera había otra cama para alejarse un poco.

Rodó los ojos cuando se encontró a Christopher saliendo de la habitación de al lado justo al mismo tiempo, la suerte no estaba de su lado. El día siguiente era la boda, por lo que tenía que ayudar en lo más que pudiera y no le ayudaba mucho estar trasnochado viendo se celular.

—Buenos días, Erick —el castaño saludó amablemente al pasar por su lado.

—Buenos días —el ojiverde respondió con frialdad.

Resopló al recordar que Joel había salido con él el día anterior y que no pudo esperarlo para dormir. Sintió su sangre hervir cuando la idea de que hubieran hecho algo más pasó nuevamente por su cabeza. Odiaba que Christopher fuera el hermano de Jonathan y que su fingida amabilidad lograra convencer a su novio ingenuo.

—¿Por qué tan temprano despierto? —el mayor se sentó en el sofá, junto al ventanal.

—Porque no me dio sueño —Erick se encogió de hombros —. ¿A qué hora llegaron?

—Como a las ocho, ¿Joel no te avisó?

Negó con la cabeza y se sentó un poco alejado de él. Le estresaba su cinismo, era un verdadero hipócrita que lo único que quería era revolcarse con su novio y aun así lo trataba a él.

—Sabes que no me agradas, ¿verdad? —lo miró seriamente.

—Lo sé, no soy estúpido —Christopher rio y miró directamente los ojos del contrario para encararlo —. Tú sí me agradas, Erick, a pesar de las diferencias que tenemos.

—Grandes diferencias, pero sí, en otras circunstancias pudimos haber sido amigos —el ojiverde sonrió con hipocresía y se inclinó hacia adelante, en una posición amenazante —. Ahora no, Christopher, tú no quisiste estar de mi lado.

El castaño sonrió falsamente y analizó las palabras y expresiones de su acompañante antes de dar una respuesta. Estaba claro que su forma de pensar era totalmente distinta a la de él, y debía tolerarlo mientras estuvieran en el mismo lugar.

—¿A qué te refieres? —levantó una ceja —, ¿de qué lado crees que estoy?

—Olvídalo, yo solo pensaba que podíamos ser amigos —el menor se encogió de hombros.

—¿Querías que te cubriera todo lo que hacías? —Christopher rio suavemente —. Creo que empiezo a entender un poco.

—Que fueras mi amigo, solo eso.

—Tú nunca quisiste mi amistad, tú querías buscar la forma de alejarme de Joel fingiendo ser mi amigo —soltó tranquila pero firmemente.

—¿Eso crees?

—¿Pelea de amiguitos? —Kathy se unió a ellos, sentándose frente a Christopher.

Erick le sonrió como saludo a su amiga, el remordimiento de que ella había perdido a su novio por su culpa no lo dejaba en paz. Zabdiel era su amigo de infancia, lo conocía bastante bien como para saber que sí quería en un principio a la mulata, pero ya luego todo salió mal con la relación.

—Por supuesto, amigos desde que nacimos —ella sonrió con diversión por el sarcasmo del castaño.

—Oye, discúlpame por haberte juzgado mal —puso la mano en su hombro de forma amistosa —. Seguro que en este momento piensas que soy una hipócrita, pero lo digo de verdad.

Una Oportunidad ||Joerick - Virgato|| TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora