Capítulo 28

275 20 8
                                    

Sebastián ponía atención a cada detalle que explicaba la rectora, el tema central era "su lugar secreto" la persona encargada de invertir en ese centro de investigación vendría en próximos días, no sabía nada acerca de quién era, pero Sebastián po...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Sebastián ponía atención a cada detalle que explicaba la rectora, el tema central era "su lugar secreto" la persona encargada de invertir en ese centro de investigación vendría en próximos días, no sabía nada acerca de quién era, pero Sebastián poco interés tenía, estaba a dos semanas de decirle adiós a ese lugar, pero todo sería por una buena causa.

─Como ya sabemos el gasto de la demolición corre por nuestra cuenta ─comentó la rectora mientras cruzaba los brazos─, la parte inversora de hará cargo desde la reconstrucción hasta instalaciones de equipos de última generación, es la primera vez que alguien externo a nosotros hace algo de caridad.

─Es una buena obra ─dijo sin más.

─Pareciera que no te gusta la idea, Sebastián.

─No es eso, rectora. Solo me encuentro un poco cansado, pero es una oportunidad para la comunidad estudiantil.

─La semana que viene nos reuniremos con esa persona, espero contar con la presencia de cada uno, por favor.

─¿Podemos saber cómo se llama? ─preguntó uno de los profesores.

─Solo sé que le dicen Stilman y es originario de España. Por hoy es todo, pueden regresar a sus clases. Sebastián tú te quedas quiero hablar contigo.

Sebastián se quedó un poco confuso, sin embargo, imaginaba de qué se trataba.

─Usted dirá.

─Ya sabes lo que diré, tu relación con esa alumna no es de mi incumbencia siempre y cuando sea a fuera de esta institución. No quiero problemas ni contigo ni con los demás alumnos.

─No habrá problemas, Emilie y yo no nos frecuentamos dentro de la universidad.

─Perfecto, tú sabes que es más importante el alumnado que sus profesores, y si irrumpes en algo me veré en la necesidad de tomar cartas en el asunto.

─Lo entiendo, no habrá problemas se lo prometo.

─Gracias, ya puedes irte pronto comenzará tu clase.

Salió de la oficina un tanto preocupado, a estar alturas todos podían imaginarse cosas que no eran, pero no iba a dejar de querer a Emilie, ni quería darle problemas. Caminó por la universidad hasta llegar al edificio donde se encontraba el salón de clases, subió las escaleras, abrió la puerta y entró.

No podía perder de vista a Emilie, lucía muy guapa, su cabello estaba peinado en un chongo, ligero maquillaje en las mejillas y ese labial rojo no le quedaba nada mal.

─Buenos tardes ─les dijo a todos─, hoy revisaré los avances, así que por favor sáquenlos y déjenlos en mi escritorio.

Uno a uno su escritorio se fue llenando de los documentos de sus alumnos, aprovecho para mirarla, aunque fuera solo un poco. Sobre los papeles escribía las correcciones de cada avance, la risa de Emilie lo desconcentro, volteo para ver que platicaba con algunas chicas de la clase, parecían entretenidas en lo suyo, y Sebastián hizo lo mismo.

Enséñame a AmarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora