Dos chicos
Dos chicas
Cuatro elementos
Ellos no conocen este mundo, a sus 17 años ellos sabrán la verdad, pero después de eso tendrán que matar, luchar por sobrevivir, tendran enemigos en cada esquina del mundo.
Reías
Llorarás
Odiarás
Pero no te p...
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Raze Fleming:
Sola...
Estoy sola... Luchando sola.
-Átenla y la llevan al calabozo- esa voz me saca de mis pensamientos. Reacciono cuando dos chicos se acercan a mí para aprisionarme.
-Será difícil pero no imposible- susurro con mi cabeza hacia abajo. -Ancestros necesito su ayuda- habla bastante bajo. Cuando el poder empieza a recorrer mi cuerpo, levanto la cara y abro los ojos. Al ver a todos los presentes, mi fuego interior se enciende, buscando venganza por dejar a mi equipo incompleto. Levanto mis brazos, apuntando a los agentes que están acercándose a mí, lanzo una llama por mano para incinerar sus armas. Subo mis brazos, llevando a los chicos hacia el aire, al estar en una buena altura los lanzo contra las paredes de la sala.
-¿Quién sigue?- pregunto mientras trueno mis dedos y cuello.
-¡Muchachos, atrápenla!- ordena Zac, él toma a Sienna del codo y la saca de esta habitación.
-¡Demonios, no!- mis manos lanzan llamaradas en todas las direcciones que puedo. Un pensamiento loco pasa por mi mente, al meditarlo un poco, decido utilizarlo. Cruzo esta habitación, peleando con cualquiera que me siga. Al llegar a la puerta por donde Zac salió con Sienna, me giro hacia la multitud de agentes, alzo mi mano derecha creando un semi-círculo de fuego para protegerme y obligar a los otros a retroceder.
-Gracias, ¿Salzeros? ¿Salzeritos? ¿Cómo se les dice a ustedes?- pienso en eso, la verdad es que no sé. -Bueno, nos vemos- acerco dos dedos a mi frente y los separo, como un saludo militar. Corro hacia la salida, miro a ambos pasillos, tratando de decidir un camino. Al final decido ir por el pasillo derecho. Corro tratando de buscar alguna pista de Sienna, algo que me indique sobre ella.
...
Después de correr tanto y recorrer mucho terreno, recuerdo algo: Puedo tele-transportarme para buscarla y solo guiarme por mis instintos. Cierro mis ojos y trato de utilizar ecolocación para buscarla. Detecto que está en un pasillo cerca de donde estoy, el cual ya recorrí, aprieto los ojos y ya estoy allí. Sienna está aquí, al fin, está sola.
-¡Sienna!- grito de emoción, ella se voltea y siento que me disparan en el muslo izquierdo. Lo extraño es que no duele pero si siento mucho sueño. Todo se vuelve negro porque el sueño me venció.
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