"¿Me amas?" ||GokuVegeBlack|| EN EDICIÓN

"Capítulo 20: en él... No tanto".

¿Qué sería de su vida si Kakaroto seguía metido de promedio? No estaba seguro, pero sabía el daño emocional que le causaría a Black o quería engañarse a sí mismo de qué Black sentiría algo.

— Búscame. — Leyó el mensaje de texto, apretó sus labios, miró a Black, esté bebía un té mientras veía el extenso bosque, tecleo y seguido camino a aquel Dios, se sentó a un costado, en una silla de madera opaca, Black sonrió al verlo.

— Hola... ¿gustas un poco de té? — Cuestionó seguido señalar la tetera qué aún dejaba salir un poco del humo característico de ellas.

Vegeta sonrió. — Por favor. — En el poco tiempo ahí, se había acostumbrado a la rutina de Black, se levantaban temprano, bebían un té calientito con algo de fruta y de vez en cuándo, merodeaban por el bosque en busca de más frutas, aún que claro, Vegeta también aportaba comida al lugar.

Black tomo la tetera y le sirvió a una taza que ya tenía a un costado como si de alguna forma supiera que Vegeta No lo iba a rechazar.

Vegeta acepto la taza una vez el dios la puso frente suyo, le dio un leve sorbo, estaba delicioso. — Tan bueno, como siempre. — Alago, Black tomó asiento a su lado, continuando a ver los árboles y animalitos que por ahí rondaban.

— Vegeta. — Lo llamó, un leve sonido de afirmación correspondió. — Puedo... ¿Puedo hacerte una pregunta?

— Claro. — Respondió el peliflama viéndolo, dejando su taza en la mesa de madera brillosa.

Black carraspeó. — Tú... ¿Sigues viéndote con Son Goku? — “Joder, qué directo.” – Pensó.

Suspiro. — Solo nos hemos visto unas veces para entrenar, dime. ¿Confías en mí? — Vegeta Tomo su mano, Black sonrió de lado, la entrelazó a la suya.

— En tí, claro que lo hago, en él... No tanto. — Murmuró viéndolo, beso el dorso de la mano de Vegeta, este se sonrojó. Se acercó y le beso la mejilla a él pelipalmera.

— No deberías preocuparte por él, tu tienes mi corazón ahora, y el ahora es lo que importa. — Respondió Vegeta, sonriendo ante eso, Black acepto gustoso aquél tacto.

Suspiró. — Sólo quiero protegerte. Esperó comprendas. — Vegeta asintió, se sentó normal para seguir disfrutando aquella vista, aquél té.

— Gracias por todo...— Murmuró viéndolo, sonrió, Black correspondió el mirar.

Negó levemente. — Gracias a tí, si no fuera por tí... Seguramente seguiría solo y... Ese extraño sentimiento... Y estaría.. Triste. Sinceramente yo no tenía una idea de cómo amar, te lo agradezco,me has enseñado poco a poco.

— No es nada...— Murmuró Vegeta, levemente sonrojado. — Tú también me has hecho de mucha ayuda en mí. Regresaste algunos modales que creía perdidos, me enseñaste a amarte, a quererte y también se podría decir que me enseñaste a amar a una deidad, a tenerte ese respeto que siempre has merecido y pocos te dan.

Black sonrió. ¿Cómo puede existir tanta lindura en un cuerpo tan celestial? — Te amo... — Murmuró al verlo, Vegeta lo miró, levantó su mano ya acarició su mejilla mientras movía su dedo pulgar levemente frenético en la mejilla de él Dios.

— Y yo a tí. — Ambos se acercaron, regalándose un lindo pero corto beso. Se miraron y se besaron una vez más, prosiguiendo así a ver aquella vista y beber el té.