C A R O L I N A
-¿Nunca lo habías hecho?-Pregunté esta vez yo en un murmullo. Negó con la cabeza.
-Cuando voy con mis tías siempre están las niñas: sus hijas. No es lo mismo. Por más que quieran, no me tratan igual que a ellas.
-Bueno, tampoco es como que yo sea el mas grande ejemplo de una buena figura materna-Intenté reír, pero se escuchó tan falso que guardé silencio.
-¿Porqué? Llevo poco de conocerte en persona, pero con eso me basta para saber que eres increíble. Si fueras mala, no creo que papá te hubiera dejado quedarte aquí-Dijo la última oración con un ápice de diversión.
-Bueno, eso es más complicado de explicar. Pero no puedo ser una buena figura materna si...-Me detuve al analizar lo que estaba a punto de decir y cambié la oración a último momento-...no tengo hijos, ¿No crees?-Reí sutilmente. El nerviosismo, perdón.
-Bueno, pero eso no significa que no serías una madre asombrosa. Imagina lo suertudo que sería un hijo tuyo. No solo tendría a una mamá linda y atenta cuidando de él, sino también a una mujer talentosisima y admirable. Me dan celos solo de pensarlo-Su sonrisa se esfumó y fue reemplazada por una mueca de tristeza.
-Celos debería de tener yo de tu papá, por tener a una hija tan preciosa como tu-Rió sin una pizca de humor.
-Pues creo que eres la única que piensa eso, porque...-Dejó de hablar en cuanto se percató de que yo la miraba con atención.
-¿Porqué?-Su mandíbula se tenso y un deja vu del rostro de Agustín molesto se apoderó de mi mente. Ahora no, por favor conciencia.
-Nada. Es algo sin importancia.
-Pues parece que a ti te afecta, así que no creo que no sea algo importante-No dijo nada durante los próximos dos minutos. Solo nos dedicamos a comer. No la precioné, le di su tiempo, hasta que finalmente volvió a hablar por su propia voluntad.
-Hay veces que no siento que sea una buena hija-La miré confundida, sin saber si había escuchado bien o no. Suspiró y continuó picando la fruta que quedaba en su plato-Si hubiera sido así, mis padres biológicos nunca me habrían abandonado.
Sentí un pinchazo en el corazón y un nudo se formó en mi garganta al verla tan afectada. No dije nada los siguientes segundos, pero finalmente me arme de valor para decirle algo.
-Las decisiones de los demás nunca serán culpa tuya. Pau, eras una bebé, acababas de nacer. No pudiste haber hecho nada tan malo como para justificar lo que hicieron-Levantó sus ojos cristalizados hacia mi-Y la próxima vez que vuelvas a sentirte culpable, no pienses en ello como un abandono, sino como una oportunidad que te dieron esas personas.
-¿Oportunidad?-Preguntó en un aludido.
-Sí, una oportunidad. Porque piénsalo, si las cosas no hubieran pasado como lo hicieron, Agus nunca te habría conocido. Él nunca habría sido tu padre. No tendrías junto a ti a la gran familia que tienes hoy. No serías la preciosa niña que eres ahora-Pareció pensar en mis palabras durante un momento, y creo que surtieron el efecto deseado, porque lo próximo que vi en su rostro no fueron las lágrimas caer, sino una sonrisa.
-Tienes razón. Nunca lo había pensado de esa forma-Sonrió aún más-Gracias.
-No me agradezcas.
-Entonces, ¿Te puedo dar un abrazo?-Está vez fui yo quien sonrió.
Asentí y ella no tardó en levantarse de la silla, rodear la mesa y colocarse a un lado de mi para envolverme con sus brazos. Recargue mi cabeza en la de ella y cerré los ojos, devolviendole el abrazo con la misma emoción.
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Papá... ¿Qué es Aguslina? [Editando]
RomancePapá me había prohibido abrir la caja más grande al fondo de su armario, pero la curiosidad me mataba. ¿Que tenía ahí que era tan importante como para que no quisiera que la abriera? Dudé un poco en hacerlo, pero al final decidí abrirla. Dentro, h...