Capítulo 44: Estrella fugaz.

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A G U S T I N

-¿Vanessa?-Pregunté confundido al verla parada frente a mi puerta. Ella simplemente me sonrió.

-Hola. Una disculpa por aparecer por aquí de la nada y sin avisar. Es sólo que Mike me dijo que habían encontrado a Pau y que ya estaba en casa, así que me pareció buena idea pasar a saludar.

-Descuida, gracias por preocuparte-Sonreí-De hecho, estábamos pensando en hacer una parrillada con los chicos. Puedes quedarte si gustas-Su sonrisa se ensancho al tiempo que daba un leve asentimiento.

Dude un poco de mi repentina invitación, no supe porqué exactamente, pero terminé por hacerme a un lado para dejarla pasar. Al volver a la sala, todos comenzaron a saludarla amablemente. Sin duda estábamos muy agradecidos con ella luego de todo lo que había hecho para ganar el juicio de la custodia de Pau.

Después de un rato Juli, Mike y Maxi salieron al patio trasero para comenzar a preparar la parrilla. Yo me quedé sentado en el sillón junto a las chicas, pero me desconecté de la charla en cuanto comenzaron a hablar sobre el vestido que Valu quería para su próxima alfombra roja. Lena y Ori eran las más entusiasmadas con su idea. Vanessa solamente las miraba con una sonrisa divertida y entraba a la conversación de vez en cuando. Pero Carolina parecía casi tan desconectada del tema como yo. Mis ojos parecían no querer desviarse de ella, así que opté por levantarme en silencio y subir a mi habitación sin dar alguna explicación. Necesitaba un momento a solas para despejarme.

C A R O L I N A

Lo vi levantarse disimuladamente del sillón y desaparecer de la habitación. Nadie más notó su salida más que yo. Mi pierna comenzó a moverse ansiosa y mi mirada no se apartaba del humbral de la sala. Un par de minutos después escuché la melodía lejana de un piano. Sabía que era él.

-Caro, ¿Estás bien?-Preguntó Lena junto a mi. Asentí con una pequeña sonrisa tranquilizadora.

-Sí sí. Es sólo que necesito ir al baño. Ya vuelvo-Asintió un poco más tranquila y yo aproveché la oportunidad para salir de ahí.

Me acerqué a los pies de la escalera, escuchando el piano un poco más fuerte. Dude en cuanto mi pie tocó el primer escalón, pero aún así decidí subir al segundo piso. Seguí la suave melodía hasta detenerme frente al dormitorio de Agustín. La puerta estaba entre abierta, así que me asomé un poco. Mi campo de visión era limitado, pero alcancé a verlo de perfil, sentado frente al piano junto a su cama. Su rostro estaba cabizbajo y sus dedos se movían despacio sobre las teclas.

Me sentí una intrusa, como si estuviese invadiendo su espacio. No sé porqué, pero me parecía un momento bastante íntimo que no debería de estar viendo. Tomé la perilla, pero cuando estaba a punto de cerrar la puerta y darme la vuelta para irme, su voz me detuvo. No porque me hubiese descubierto, sino porque había comenzado a cantar.

Siento que mi día se nubló
Siento que mis ojos vuelven a llorar
Siento que me abraza el dolor
Y que no me deja respirar

Como me lastima este adiós
Como seguiré mi vida si no estás
Como he de explicarle a tu razón
Que mi error fue amarte más y más

El tiempo corre y no pretende descansar
Pero mi vida se detuvo en tu mirar
Como es que por amor me tengas que olvidar

Papá... ¿Qué es Aguslina? [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora