A G U S T I N
Llevábamos más de diez minutos sentados en la sala, viendo el sobre sellado sobre la mesa de cristal frente a nosotros. Mi pierna temblaba inquieta. Los dedos de Pau golpeaban suavemente su rodilla, ansiosos. Pero ninguno se atrevía a dar el primer paso, a pesar de que nos moríamos por saber el resultado. Puede que fueran los nervios, el miedo de que tal vez nos hayamos ilusionado en vano.
-Deberíamos abrirlo-Alcancé a escuchar el murmullo de Pau a mi lado.
-Sí-Respondí, pero no me moví, sino que seguí observando el sobre.
-Llevamos días esperando este momento-Sentí su mirada sobre mi.
-Sí-Tomó aire tras mi respuesta y suspiró profundamente.
Lo siguiente que vi fue que se levantaba del sillón, tomaba el sobre con ambas manos y me lo ponía sobre las piernas. Levanté la mirada por primera vez, hacia ella, que me miraba de pie frente a mi. Su mirada era determinada, pero sus dedos se retorcía entre sí con nerviosismo, esperando a que lo hiciera.
-Terminemos con esto de una vez-Dijo en voz baja.
Tomé aire mientras asentía y tomaba con manos temblorosas el sobre. Miré a Pau una última vez, quien asintió con una sonrisa en la cara para animarme a abrirlo. Y así lo hice. Rasgue el sobre y saqué la hoja aún doblada con los resultados. Comencé a darle una leída rápida, hasta que llegué a la parte que más nos importaba.
El corazón casi se me detetiene al leer esa simple palabra.
Subí la mirada rápidamente hacia Pau, quien me miraba expectante. Luego volví a la hoja para releer por si había visto mal. Pero no, el Positivo seguía ahí.
"Resultado: Positivo.
Nombre: Paulina Bernasconi.
Padre: Agustín Bernasconi."-¿Y? ¿Qué dice?-Preguntó Pau en un hilo de voz.
Volví a mirarla, esta vez con con los ojos cristalizados y una sonrisa enorme en mi rostro. Solté el aire entre los dientes y una risa se me escapó.
-Positivo. Llevas la sangre Bernasconi en las venas.
No sabría cómo describir su reacción. No estaba seguro de si estaba sorprendida, emocionada, confundida o las tres cosas. Vi cómo se quedaba perpleja varios segundos, hasta que logró asimilar lo que acababa de decirle. De ahí en adelante, no volvió a dejar de sonreír ni de chillar emocionada.
-¡Oh, por Dios!! ¡No lo puedo creer! ¡Eres tú, tú eres mi papá!-Comenzó a gritar entusiasmada, mientras yo reía al verla saltando por toda la sala.
-Sí, cariño. Eres mi hija-Me acerqué y me agaché frente a ella para sujetar su rostro entre mis manos-Pero no olvides que siempre lo has sido y lo seguirías siendo aunque esa prueba hubiese salido negativa.
-Te amo... papá-Sonrió con lágrimas en los ojos y la abracé al ver que sus labios comenzaban a temblar. Sus brazos me apretaron con fuerza mientras yo susurraba contra su oido:
-Te amo, hija-Dejé un pequeño beso sobre su cabeza antes de separarme de ella y sonreírle con ternura.
-¡Ay por Dios, estoy tan feliz! ¡Soy yo, yo siempre fui Paulina, su hija! ¡Caro y tú son mis papás y...!-Sus brinquitos se detuvieron abruptamente y su boca de abrió.
-¿Qué...?
-¡¿Y mi mamá?! ¡Tenemos que contarle a mamá! ¡Mi mamá! ¡Mía! ¡¿Puedes creerlo?! ¡Tengo mamá!-Sonreí enternecido ante su emoción.
Y aunque en mi cabeza aún había dudas sin resolver, piezas que aún estaba tratando de encajar y cosas que tenía pendientes por aclarar, decidí que por hoy solo me enfocaría en lo feliz que me hacía el que mi niña al fin tuviese a quién llamar mamá, esta vez de verdad.
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Papá... ¿Qué es Aguslina? [Editando]
RomancePapá me había prohibido abrir la caja más grande al fondo de su armario, pero la curiosidad me mataba. ¿Que tenía ahí que era tan importante como para que no quisiera que la abriera? Dudé un poco en hacerlo, pero al final decidí abrirla. Dentro, h...