Papá... ¿Qué es Aguslina? [Editando]

Capítulo 43: Campo de minas.

C A R O L I N A

Mis dedos repiqueteaban ansiosos sobre el colchón. Tenía la mirada fija en el suelo, pero podía sentir la mirada penetrante de Agustín sobre mi. No habíamos vuelto a cruzar palabra desde hace diez minutos, sin embargo, no sabía si eso era bueno o malo. De lo que sí estaba segura era de que estaba demasiado incomoda. Por suerte, la puerta del baño no tardó en abrirse. Levanté la cabeza para ver a Pau salir con un vestido celeste puesto y el cabello suelto ya cepillado.

-¿Qué tienes, mamá?-Sonreí débilmente con un suspiro atorado en la garganta.

-Nada, cariño. Sólo... sigo un poco preocupada-Tomó asiento a mi lado en la cama mirándome atenta-¿Recuerdas algo desde el día del accidente?-Mi voz a pesar de sonar baja fue suficiente para llamar la atención tanto de Agustín como de Pau. Él, de manera disimulada, se sentó al otro lado de ella.

-No-Hizo una mueca disgustada-Sólo recuerdo haber despertado y ver a David junto a mi. Dijo que me encontró a los pies de una colina. Luego me llevó con él a la cabaña en donde vive con otros niños y una mujer que se hace cargo de todos. Ellos fueron quienes me estuvieron cuidando desde entonces. Cuando ya me encontraba mejor fue cuando comenzamos a salir a vender dulces para pagar nuestro lugar en la cabaña. Fue en una de esas salidas que me encontré con Alex.

Permanecimos un momento en silencio. Aún me costaba asimilar todo por lo que había pasado mi hija. Cubrí mi rostro con ambas manos, tratando de contener las lágrimas.

-Creo que será mejor llamar al doctor para que te revise-Murmuré.

-Tranquila, ya le mandé mensaje. Llegará en diez minutos-Dijo Agustín y asentí sin mirarlo.

-¿Qué haces, papá?-Levanté la cabeza para ver a Agustín tecleando algo en su celular, pero desvié la mirada en cuanto lo guardardó nuevamente y su atención volvió a nosotras.

-Les estaba avisando a los chicos que ya estás de vuelta en casa. No podían esperar más para verte-Respondió con una tierna sonrisa.

-¿Ellos qué son míos?-Preguntó confundida.

-Son como tus tíos y te quieren muchísimo-Pau asintió pensativa.

-¿Creen que logre recordarlos algún día?-Preguntó tras unos segundos en completo silencio.

Solté un suspiro mientras acariciaba su cabello distraídamente.

-Eso espero, cariño. Pero aún no lo sabemos. Para eso primero tendremos que esperar a ver qué nos dice el doctor-Asintió despacio y en silencio.

-Pero... ¿Y si nunca recupero mis recuerdos? Me quedaré como un lienzo en blanco para siempre-Susurró con voz temblorosa.

-Eso no va a ocurrir, cariño. Mamá y yo no lo permitiremos. Nosotros te ayudaremos a recordar y volverás a ser la misma de antes-Agustín dejó un pequeño beso sobre su cabeza.

-Es que... tengo tantas preguntas...-Balbuceó abatida.

-Hazlas-Me miró confundida-Pregúntanos lo que quieras-La sombra de una sonrisa se asomó entre sus labios al mismo tiempo que sus ojos comenzaban a brillar emocionados.

-¿Lo que sea?-Asentí. Alternó su mirada entre ambos y sonrió abiertamente-¿Cuál es mi nombre completo?

-Paulina Bernasconi Kopelioff-Respondió él.