Tres Son Una (Olimpo #1) ✔️

Capítulo 2

América

Vuelvo al sofá y veo a Afri tumbada sobre el reposacabezas y a Ari apoyada al hombro de Chase.

- Chicos, creo que es hora de que nos vayamos - las señalo - yo también estoy algo mareada. Voy a pedir un taxi.

- ¿Un taxi? De eso nada - niega Cole.

- Os vamos a llevar nosotros, vais demasiado borrachas - añade Cédric.

Se ponen de pie. ¿Como puede ser que hayan bebido lo mismo que nosotras y vayan perfectos? Que penosas somos.

- Caleb, danos las llaves del coche - dice Cole.

- Una mierda.

- ¿Eres idiota? Tenemos que llevar a las chicas al apartamento, ¿o es que no ves que van borrachas?

- Que cojan un taxi.

- Es lo que he ofrecido - digo yo, intentando tranquilizar el ambiente.

Se me queda mirando con una mezcla de confusión y asco.

- El coche tiene cinco asientos, caben ellas tres y alguien delante.

- Voy yo - dice Cole apresurándose a la salida de la habitación.

- Como no, el buenachón de Cole.

Llegamos al coche y Cole nos ayuda a subir. Soy sin duda la que mejor va de mis hermanas, pero cuando toco asiento me noto muy cansada y decido seguir el ejemplo de Afri y Ari. Dormirme en el coche.

Me quedo en un trance de mente dormida, ojos cerrados pero oidos escuchando. Como un depredador ante su presa.

- Cole, no volváis a quedar con ellas.

- ¿Por qué? - Caleb no contesta - Siempre haces lo mismo.

- No me caen bien.

- No, yo creo que es justo lo contrario. Te han caido bien - escucho la risa de Cole. Es más burlesca que su risa de hoy.

- Noto que tienen un motivo para acercarse.

- Tú lo único que notas es lo guapa que es América.

- No es mi tipo - carraspea Caleb y escucho sus dedos haciendo ruidos sobre el volante de coche.

- ¿Desde cuando las chicas guapas, sexys y listas no son tu tipo?

- Desde que ella no es guapa - arrugo un poco el entrecejo.

- Ya... Ponte gafas. Las tres son hermosas. Además América parece fácil de engatusar... - la voz de Cole me sorprende. Suena muho más oscura que la que utiliza de normal.

- América no es fácil, ni lo repitas.

- Ves, además la defiendes - deduzco que quería picar a su hermano.

A partir de aquí, no escucho mucho más así que intento no marearme de los movimientos del coche, que va bastante rápido.

Llegamos al apartamento y desde la salida de la hermandad a aquí, he empeorado bastante. Mis hermanas están ya en el quinto sueño y yo estoy de camino a lo mismo.

- Vamos América, te ayudo a bajar - me agarro a su mano y bajo del coje con mucha dificultad - Caleb, coge a ellas dos. Van dormidas.

Cole pasa su brazo detrás de mi cintura para sujetarme, pero en ese instante noto otra mano encima mía, alejandome de él.

- Mejor tu coges a las borrachas, no quiero que me vomiten encima - gruñe Caleb cogiéndome del brazo para sujetarme.

Cole obedece y coge a mis hermanas con mucho cuidado.