América
- ¡Está nevando!
- ¡Whoa! ¡¿Eso es nieve?!
Abro los ojos poco a poco y giro sobre mi cama. No hay nadie a mi lado y que yo recuerde ayer Caleb durmió conmigo.
- ¡Qué guay! – escucho otra vez los gritos que me han despertado.
- ¡Meeeeri! ¡Hay nieve en la calle!
- ¡Ya os he escuchado!
Me levanto sin prisas de la cama. Ayer estuve todo el día estudiando hasta la noche, que vino Caleb a rescatarme de tantos libros.
¿Dónde estará?
Salgo de mi habitación y camino hasta el salón donde veo a mis hermanas asomadas por la ventana.
- Pero cerrad la ventana. Hace demasiado frío – me acerco a ellas para cerrarlas.
- Es que nunca había visto nevar. Ya sabes que en Atenas es imposible que nieve
Asiento. Tiene razón. Por donde vivimos es imposible que la nieve cuaje o se mantenga.
- ¿Queréis chocolate caliente? – pregunto yendo a la cocina.
- No hará falta que hagas chocolate – escucho la voz del chico que está robando mi corazón – Hemos pensado en ir hoy a hacer turismo por Nueva York. Cuando nieva es preciosa.
Me giro y veo a Caleb, Cole y Chase con abrigos y bufandas.
- Abrigaros mucho y os esperamos para ir a pasear – nos informa Chase – Es pecado que llevéis un mes aquí y no hayáis visto la esencia de Nueva York.
Mis hermanas se ponen a saltar de alegría y se van a sus respectivas habitaciones a vestirme. Yo en cambio, me dirijo hacia Caleb.
- Me he levantado esta mañana y no estabas – me cruzo de brazos.
- ¿Te has sentido sola, nena? – sonríe de forma pícara.
- Un poco – suelto los brazos y los envuelvo sobre su cuello – Me has malacostumbrado a tenerte cerca.
- Yo también te he echado de menos estos cuarenta minutos que he estado sin ti – me da un beso corto en los labios.
- Voy a cambiarme.
Giro sobre mis pies y ando hasta mi habitación. Antes de cerrar la puerta, veo aparecer a Caleb.
- ¿Crees que daría tiempo a uno rapidito? – me coge de la cintura.
- ¿En tu vocabulario existe la palabra rápido? Porqué que yo sepa para ti rápido es media hora y no disponemos de ese tiempo.
- Por intentarlo... - se ríe y yo me río junto a él.
Me separo de su cuerpo antes de que termine cayendo en la tentación.
Me quito el pijama y abro el armario para coger ropa que abrigue.
- No puedes decirme que no y luego desnudarte, amor – se queja.
Sé que está comiéndome con la mirada y que le falta nada para echarse encima de mí y tirarme sobre la cama para hacerme suya, pero no es el momento.
Me pongo un jersey de cuello alto y por encima un polar. Por último, un abrigo de esquí que tenía guardado para alguna ocasión.
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Tres Son Una (Olimpo #1) ✔️
Novela JuvenilNueva York. Todo empieza en un aeropuerto, con un malentendido. Continúa con unas amistades peligrosas... Y termina con algo que ninguno de los protagonistas esperaba. Tres hermanas comienzan una nueva vida en Nueva York, lejos de su hogar y lejos...