Capítulo 24

152 43 22
                                    

Maratón 2/2

América

Decir que el día de ayer fue normal o corriente sería mentirme a mi y a todos. Chase tuvo un accidente, nosotras tuvimos que ir al hospital por otros motivos y Caleb tuvo que actuar de forma distinta y extraña hacia mí.

¿Alguien entiende a Caleb?

Un día te amenaza y dice que pueden pasarles cosas malas a tu familia, otro parece simpático, con el tiempo te da un beso y al día siguiente actúa como si no hubiera sido el mayor capullo del mundo.

Caleb me besó. Y desgraciadamente ese beso me gustó. Sus labios, su cercanía, su calor... Mierda, no puede gustarme ese idiota.

Volviendo al beso, me gustó, sí. Pero después actuó como un capullo al dejarme caer que fue por venganza, para él no quedar mal. Gilipollas.

Y ahora estoy en mi nueva habitación de la fraternidad, vistiéndome para la barbacoa que han organizado los chicos. En verdad, la escusa que han puesto para realizarla es que no nos han dado la bienvenida como nos merecemos, pero si no fuera así, hubieran buscado otra.

Me miro al espejo que hay en el armario. Me gusta sentirme bien conmigo misma y quererme tal y como soy. Llevo un vestido naranja clarito que resalta mis caderas. No es ni muy apretado ni muy holgado.

¿Qué tengo poco pecho? ¿Quién marca el estándar?

¿Qué tengo estrías en los glúteos? ¿Se creen que es algo feo? A mí me parecen preciosas.

Me hecho un último vistazo. Me amo y estoy buenísima.

Bajo las escaleras, balanceando mis caderas. Hoy voy a ser la jodida diosa que era antes de venir aquí. Voy a ser la puta ama y nadie me va a arruinar la fiesta.

Llego al patio trasero y ahí están todos hablando y esperando a que la barbacoa esté lista.

Noto una mano que coge a la mía. Todo ha sido muy repentino y miro a quien me ha sorprendido. Cedric.

Le sonrío y me pregunto por que me ha dado la mano delante de todos como si yo fuera algo suyo. ¿Puede que esté marcando territorio?

Noto como mis hermanas me miran y se ríen, conspirando contra mi y entonces vuelvo a notarlo. Otra mano. Esta vez, se posa en mis caderas y me aprieta hacia su persona.

Caleb.

Vale, eso si que me ha pillado desprevenida.

Si antes estaba incómoda ahora estoy muy molesta. ¿Qué ocurre aquí? ¿Duelo de hermanos?

Carraspeo la voz y me suelto de los dos chicos. Es entonces cuando miro a mis hermanas y ahora ellas no son las únicas que me miran. Los chicos de la fraternidad nos miran a Caleb, Cedric y a mí. Incómoda, molesta y ahora avergonzada. Puedo imaginarme que están pensando.

Me doy la vuelta y me dirijo casi corriendo al baño.

Entro en este y me lavo la cara. Me hecho agua como si necesitara despertar, pero no despierto.

Cedric me ha cogido de la mano. Le gusto y supongo que querría marcar territorio en frente a todos los chicos de la fraternidad. No me parece bien, no lo comparto, pero lo entiendo.

Caleb, en cambio, es muy confuso. ¿Lo ha hecho por celos hacia su hermano? ¿Por qué quiere continuar esa especie de juego que tiene conmigo? No lo sé. Tampoco es que sea algo tan agarrar a una persona de las caderas, pero yo lo he sentido como algo importante.

Salgo del baño y me encuentro frente a mi a Caleb. La valentía que me había propueso antes de bajar por las escaleras desaparece¿Dónde está la diosa que iba a ser?

- ¿Cómo se siente ser la putita de dos hermanos? Todos están hablando de lo que habrás hecho con nosotros – me dice con un tono de rencor.

Mis sospechas se confirman de lo que la gente pensó de mí. Yo apareciendo con dos hermanos y aparentemente saliendo con ellos. No es que sea un beso, pero...

- ¿Por qué?

- ¿Por qué te has besado con los dos? – suelta enfadado.

- ¿Esto es por nuestro beso? – pregunto sorprendida.

- No. Esto es por el vuestro - su mirada parece quererme lanzar cuchillos – me das asco.

- No hables si no sabes – contesto yo esta vez con voz potente – No me he besado con Cedric. Tampoco te he besado, ya que tu me besaste a mi. Y tranquilo, que si tan mal te caigo, voy a desaparecer de tu vida, Ca-leb – pronuncio su nombre con desprecio – No me busques más.

Terminando la discusión, me marcho hacia el jardín. Me despido de los presentes escusándome para hacer un trabajo.

Por último, me despido de Jack, que también es de la fraternidad, y le digo que me llame. Cuando le estoy escribiendo mi número es su móvil, veo a Caleb de lejos mirándonos así que decido darle un beso en la mejilla a Jack.

Que más da lo que pase ya.

Voy por la calle, me dirijo hacia mi antiguo apartamento

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Voy por la calle, me dirijo hacia mi antiguo apartamento. Estoy rezando para que la caldera se haya arreglado y pueda volver a mi cama, sin ningún Goldman cerca.

- ¡América! – veo a Charlotte acercarse a mi.

¿Ella cuenta como Goldman?

- ¡Charlotte! ¿Qué tal?

- Ay cariño, muy mal. Estoy harta de corregir exámenes. Es mucho estrés encima.

- No me hables de estrés...

- ¿Qué ocurre, Cariño?

- El doctorado, las clases, mis hermanas, el trabajo, la salud y tu hijo... - me doy cuenta de que he mencionado a Caleb, sin querer.

- ¿Caleb te está molestando? – pregunta curiosa.

- Me hace la vida imposible. Es bipolar o algo. No está muy bien de la ca...- me callo antes de terminar la frase.

- Desde pequeño ha sido así. Me acuerdo de que quería ir de mayor con tan solo 6 años y dijo que no quería peluches por qué era ya muy maduro y cuando sus hermanos cogieron a Sulley, el peluche de Monstruos S.A. hizo una rabieta de mil demonios.

- Ahora también hace rabietas...

- Soy su madre y sé que es una mosca cojonera, pero vale la pena – me pone una mano en el hombro – Y puede que se porte así contigo porque le gustas pero no sabe cómo expresarlo.

- Diciéndolo estaría bien – río.

- Ojalá fuera tan fácil mi hijo.

Hola amores,

¿Qué tal el maratón? Ya hemos llegado a los 3k♥️

¿Qué opináis sobre Caleb? ¿Os gusta Jack?

Respecto a los estándares de belleza. Como feminista considero que toda mujer es hermosa, tenga pechos o no. La celulitis y las estrías son algo que acompaña a la mayoría de las mujeres y es por eso que se debe de normalizar. No existen esas modelos perfectas por la calle. Si eres delgada, gústate. Si tu peso está fuera de lo que la gente dice que es normal, que no te importe nada.

Es tu cuerpo. Es tu vida.

Buenas noches♥️

Tres Son Una (Olimpo #1) ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora