Capítulo 40

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Caleb

- ¡Ni me lo creo! – grita Arizona - ¿Seguro que voy bien?

- Vas preciosa – dice mi hermano motivándola.

Estamos en el coche que nos ha mandado mi padre para recogernos. Hoy tenemos comida en casa de nuestro padre. En la casa blanca.

Sé que las chicas están nerviosas, sobre todo Arizona. Ella quiere caerle bien a nuestro padre por el bien de la relación de Chase y ella. Y la entiendo porque no es fácil caerle bien a mi progenitor y mucho menos ahora que tiene que guardar una imagen como presidente de los Estados Unidos.

- ¿Tú estás bien? – le pregunto a Meri.

- Sí.

- ¿Seguro? – le doy la mano para tranquilizarla. Sé que en verdad tiene nervios por la comida.

- Sí, estoy bien – dice como frustración – Lo siento, puede que esté un poco nerviosa.

- No pasa nada. Es imposible que no le caigas bien – le doy un beso en la mejilla.

- Tú solo... no hables de política – se ríe Cole – no sea que descubra que odias su gobierno.

- ¡No odio su gobierno! – se queja mi chica – Solo doy mi opinión.

Llegamos a la entrada principal y los de seguridad nos hacen bajar del coche y analizarlo para que no haya ningún rastreador o artilugio sospechoso. Mi pan de cada día.

Después de confirmar que no haya nada, volvemos a subir en él y conducimos hasta la casa que hay en mitad de la propiedad.

Bajamos del coche y los sirvientes nos reciben. Recogen nuestros abrigos y entramos dentro del hogar del presidente.

Mi padre nos está esperando de pie, junto a su secretaria y su nueva esposa, Jessica. Ella nos cae muy bien a todos y nunca se ha interpuesto en nada referente a nuestra familia.

- Hijos – abre los brazos y nos abraza de uno en uno – Cuanto tiempo hacía que no os veía.

- Hemos estado estudiando – digo.

- No puedo creer que hayáis venido a casa con pareja. Esto es nuevo para mí, y para vuestra madre. Ya me dijo que le sorprendió que asentarais la cabeza.

- No es tan raro – se queja Chase.

- Bueno, presentadme a esas mujeres que os han hecho madurar.

Chase se acerca con Arizona y la veo temblar. Pobrecita.

- Padre, esta es Arizona Olimpo, mi novia.

Ari le tiende la mano y mi padre la recibe con simpatía. – Es un placer.

- Igualmente, señor. Quiero decir, presidente.

- Llámame Charles, Arizona.

Cole se acerca y África le sigo sin temor. Sé que intenta mantener las apariencias pero por dentro está muy nerviosa.

- Encantado – dice mi padre al verla.

Afri se queda muda durante un largo momento y lo único que se le ocurre hacer es darla la mano con demasiada fuerza.

- Está algo nerviosa – se escusa Cole.

- ¿Te llamas África, no? – ella asiente – Es un nombre muy bonito.

Decido rescatarla de ese momento y me acerco con América. Sin duda, ella parece la más segura de todas y sé que esto va a ser un grave problema porque también puede liarla y hablar de cosas que no debería. La conozco.

Tres Son Una (Olimpo #1) ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora