Cole
- ¿Entonces ahora estás saliendo con Caleb? – le pregunto a la loca de mi amiga.
Tengo la cabeza apoyada en sus piernas y estamos tumbados en el sofá de su apartamento. Paso más tiempo aquí que en la fraternidad y no me quejo para nada. África me ha dado las llaves para que pueda entrar siempre que quiera, aunque la puerta siempre está abierta.
- Desde ayer – sonríe la castaña.
- ¿Se te ha ido la cabeza? – me sorprendo – Si te está obligando, solo tienes que parpadear y te sacaré de esta.
Ella empieza a reírse y me da un manotazo en el hombro.
- No seas idiota. Caleb no es tan malo como lo pintáis.
- No, es peor – sale África de la cocina y se acerca a nosotros tumbándose al otro lado de Meri.
Con ellas me siento en familia. Es como si pudiera confiar en ellas y contarles todo lo que se me pasa por la mente y saber que no voy a ser juzgado.
En cuanto a África. Amo con locura a esa pequeñaja. Me hace sentir que no estoy solo, es como si mi alma hubiera encontrado su otra mitad.
- No os paséis – se queja – y dejad de tumbaros encima de mí. Después me duelen las piernas de sujetar tanto peso.
- ¿Me estás llamando gordo? – me hago el ofendido y me pongo una mano en el pecho.
- No, solo digo que podrías adelgazar un poco.
Empezamos a picarnos mutuamente y Afri nos dice que va a vestirse para salir. Hemos quedado que hoy iríamos en parejas al cine. Y cuando digo parejas, me refiero también a América y el idiota de mi hermano.
- Yo debería de arreglarme también – Meri intenta levantarse, pero yo me acurruco más sobre sus piernas.
- No te vayas aún. Que si no me quedo solito.
- Tranquilo que yo te hago compañía – escucho una voz ronca.
Me giro hacia la entrada y veo a Caleb con cara de cabreado mirándonos e intentando descubrir que hacemos.
- Por si no lo has entendido aún. Quítate de encima de mi novia – me repite con voz más ronca y se acerca.
Yo me aparto rápidamente y me siento al otro lado del sofá.
- Hola nena – le da un beso en los labios y se sienta a su lado. En medio de nosotros dos.
- Estoy harta de decirle a Ari que cierra la puerta. Un día de estos van a robarnos – se queja la castaña.
- Meri, si la puerta no hubiera estado abierta, este patán continuaría estando encima de ti.
- Somos amigos, asúmelo – me justifico.
- Amigos que no se tocan – me mira con odio.
Caleb ha pasado de ser el idiota que se tiraba a todas las tías y que se agobiaba porque se ponían celosas y lo perseguían, a ser el celoso.
- Pues ahora que tienes compañía, voy a cambiarme – Meri se levanta y se va hacia la habitación.
Nunca entenderé por qué las mujeres van a cambiarse cuando ya están vestidas. Tanto África como América llevaban ropa informal de calle y ahora van a volverse a cambiar para salir al cine. ¿Cuántas veces se cambian al día?
- ¿Te pasa algo? – me pregunta Caleb.
Me doy cuenta de que he estado en silencio durante un buen rato y me vuelvo para mirarlo.
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Tres Son Una (Olimpo #1) ✔️
Teen FictionNueva York. Todo empieza en un aeropuerto, con un malentendido. Continúa con unas amistades peligrosas... Y termina con algo que ninguno de los protagonistas esperaba. Tres hermanas comienzan una nueva vida en Nueva York, lejos de su hogar y lejos...