Nueva York.
Todo empieza en un aeropuerto, con un malentendido.
Continúa con unas amistades peligrosas...
Y termina con algo que ninguno de los protagonistas esperaba.
Tres hermanas comienzan una nueva vida en Nueva York, lejos de su hogar y lejos...
Llevo un buen rato sentado en uno de los dos sofás del apartamento de América. He decidido quedarme y esperar a que decida salir por su voluntad.
Según me han dicho mis hermanos, antes de llegar, habían tenido una discusión las tres y estaba el ambiente un poco caliente.
- ¿Entonces por qué vuestros padres odian a América? – escucho pregunta a Cole.
Me sorprende que alguien sea capaz de odiar a América y menos aun sus padres.
- No la odian – explica África – es solo que nunca se han preocupado por si estaba bien. Ella siempre ha sido muy lista e independiente.
- Por eso nuestros padres decidieron ocuparse en nosotras y dejar a América más a su aire – continua Arizona – El problema es que como no se han preocupado por ella, ahora no están acostumbrados a preguntarle como van las cosas y si está bien. Se preocupan más por nosotras.
- Porque somos un desastre – se ríe África – Y claro, Meri siempre ha notado esa ausencia por parte de ellos. Nunca ha pedido ayuda para nada y por ese problema, nadie le pregunta si la necesita.
- Mentira. Alguna vez si que ha pedido ayuda – Arizona mira a Chase y luego vuelve a la conversación con su hermana – La pidió para que le quitáramos ese tronco de encima.
- ¡Se le había caído un tronco en el pie! ¿Cómo pensabas que se lo iba a quitar?
- Es Wonder Woman – se ríe la rubia – Seguro que lo hubiera conseguido.
- ¿Hola? – escucho una voz en el pasillo - ¿Chicas?
América aparece con una manta alrededor de su cabeza que le tapa todo el cuerpo. Llega al comedor a paso lento y con dificultad.
- He cogido el termómetro y tengo 39º de fiebre. Me he tomado un paracetamol y también he bebido mucha agua. No se me pasa – su voz suena apagada y sin fuerza.
- Tenemos que llevarla al hospital – me levanto y la sujeto ya que veía que estaba balanceándose.
- No es necesario – aparece África para cogerla – Vamos al baño.
- Ves, a esto me refería – dice Arizona detrás de mi – Cuando ya ha intentado todo lo que está a su alcance es cuando pide ayuda.
Chase asiente ante el comentario de su novia.
- Será mejor que le demos una ducha para que se alivie – le dice África a su hermana pequeña.
- Volvemos en nada – la rubia le da un beso a Chase.
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Llevan treinta minutos en el baño cuando se escucha la puerta. Nosotros nos levantamos del sofá para ver como está América. La veo aparecer con un pijama largo y el pelo medio mojado.
