Tres Son Una (Olimpo #1) ✔️

Capítulo 35

Caleb

Me despierto con la luz que entra por la ventana. Me siento descansado, como si hiciera años que no durmiera. Levanto la vista y me encuentro a la chica más hermosa del universo sobre mí, dormida y con el pelo revuelto.

Empiezo a acariciar su cara. Sus mejillas están calientes y tiene una leve sonrisa sobre su rostro.

Debe de estar soñando con algo bonito.

Por mis caricias, Meri abre los ojos y mira donde yo estoy.

- Buenos días – le digo con una sonrisa.

- Por favor, dime que no vas a comportarte como un capullo – se ríe pero noto como en verdad le preocupa que actúe así.

- No. La etapa de ser un capullo se terminó – sentencio.

Le doy un beso en la frente. Ella arruga el entrecejo sin esperarse esa muestra de cariño.

- Puedo saber por qué eras así.

- Es difícil de entender – le explico.

- Inténtalo.

Ella se incorpora y se sienta sobre la cama. Va desnuda y no puedo evitar recorrer con mis ojos su mirada.

Le cojo el brazo y la acomodo a mi lado, de forma que quedamos los dos incorporados sobre el cabezal de la cama.

- Desde pequeño siempre he sido así. Supongo que tengo un carácter difícil de dominar, pero fue con la separación de mis padres cuando empeoré. Fue difícil ver como mis padres discutían y el distanciamiento – le toco la cara mientras hablo sobre mi pasado – Supongo que no quiero confiar en la gente porqué tengo miedo a que me traicionen. Si no tengo a nadie, no puedo estar triste.

- Pues yo te veía muy triste y serio. Y amargado... y un poco...

- Lo he entendido – me río.

Con ella, siento la confianza de poder hablar de temas serios y aun así no tener que estar triste o incómodo.

- Contigo me sentía muy desconcertado, pero como has visto, me ha sido imposible apartarme de ti.

- Tienes también a tus hermanos.

- En el único en quien confío es Chase, y bueno, ahora tú.

Carraspea y aleja su mirada de mí.

- Caleb...

- No voy a volver a ser un capullo contigo. Voy a intentar ser buena gente para no perder esto que estamos empezando.

Veo las mejillas de América sonrojarse y luego me mira con una sonrisa angelical, aunque detecto preocuación en su rostro.

- ¿Y que tenemos tu y yo?

- Pues...

Cuando voy a contestar a su pregunta empezamos a escuchar voces en el pasillo.

- ¡ME DAS ASCO! ¡NI SE TE OCURRA MIRARME!

América se viste rápidamente y luego sale por la puerta como si fuera un cohete. Decido ir detrás de ella, aunque tan solo lleve un pantalón como ropa.

Miro fuera de la puerta y veo a África llorando junto a Cole y Arizona. Al otro lado está Chase, intentando apartar a Cole. América llega rápido a la escena.

- ¿Qué ocurre? – pregunta mi chica.

¿Mi chica? Queda tan bien.

- ¡América! – África corre hacia su hermana y se desploma sobre sus brazos - ¡Es un idiota!