Nueva York.
Todo empieza en un aeropuerto, con un malentendido.
Continúa con unas amistades peligrosas...
Y termina con algo que ninguno de los protagonistas esperaba.
Tres hermanas comienzan una nueva vida en Nueva York, lejos de su hogar y lejos...
- ¿Tienes un examen ahora? – me pregunta incrédula Arizona.
- ¡No! – me rio mientras conduzco – Era una escusa para que nos dejara en paz, pero no ha funcionado.
- A veces tengo miedo de lo bien que mientes – me mira de reojo y luego saca su móvil del bolsillo – Dice Chase que si esta tarde quedamos con él en la parte de atrás de su facultad.
- Perfecto.
Pienso en la conversación y los detalles que me reveló ayer por la noche Chase y debato conmigo misma si contárselos a mis hermanas.
Siempre hemos sido una misma persona, aunque seamos tres. Deberían de saberlo y poder opinar, al igual que yo. Yo les enseñé a guardar secretos, pero también a confiar en nosotras, ya que somos todo lo que tenemos.
Definitivamente, les contaré todo.
- ¿Meri? ¿Ocurre algo? – aparco el coche en el parking del apartamento y me giro hacia la rubia.
- ¿Sabes si Afri va a estar mucho rato con Cole en la fraternidad?
- Supongo que el tiempo que tengan para... desfogarse.
- Envía un mensaje por nuestro grupo. Quiero que venga lo más rápido a casa – le señalo su móvil para que escriba – Tengo que contaros muchas cosas.
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Les cuento prácticamente todo lo ocurrido ayer.
– Espera – Afri se levanta del sofá y comienza a dar vueltas por el salón – Ayer nos mentiste cuando dijiste que fuiste a hablar con un profesor. Nos mentiste, aun sabiendo que una de nuestras normas es no mentirnos entre nosotras – asiento apenada – Nos apartaste de la investigación porqué creías, no, tenías miedo de que fuera alguien que nos iba a hacer daño. En cambio, como si tu fueras invencible, vas a esa especie de cita.
- Pero fue Chase – le contesto – No fue nadie peligroso.
- ¿Y si eran los de la secreta? ¿O la CIA? – levanta las manos haciendo gestos inentendibles.
- Si fuera la CIA lo sabría – intento que mi voz suene tranquila y suave para contrarrestar el tono agresivo de África.
- Un día de estos... Nos vas a matar por un impulso tuyo. ¿Lo entiendes?
Sé que tiene razón, pero yo estoy en la obligación como hermana mayor de protegerlas de cualquier cosa.
- Yo tengo menos promedio de vida que vosotras. Prefiero que me paso algo a mí.
- ¡Eres la peor hermana del mundo, sabes! – África decide terminar así el tema de la cita con Chase y se vuelve a sentar en el sofá de en frente mía – En cuanto a Cole, ya lo sabíamos. Lo de Cedric me parece... muy fuerte. Caleb tiene un grave problema de confianza y no sé si podemos confiar en Chase.
Sus palabras salen como cuchillos. Tiene esa jodida facilidad de decir las cosas como las piensa.
- Sí que podemos confiar en Chase – dice Ari dolida.
- Yo pienso lo mismo. Sabe lo nuestro, no el motivo, pero si el plan.
- No sé si fiarme – vuelve a decir.
- Hay un tema más importante que tractar – dice Arizona llamando nuestra atención – Cuéntanos como lo hace Caleb. ¿Folla bien? ¿Fue rudo?
Volteo mis ojos y África se ríe ante el intento de sonsacar información de la pequeña.
Después de la discusión con África, me disculpé con las dos y les prometí que no les volvería a ocultar nada, aunque las pusiera en peligro. En cuanto a lo que pasó con Caleb, les conté como había ocurrido y los sentimientos que tengo hacia él, sin entrar en detalles de lo que hicimos.
Ahora estamos sentadas sobre el césped del parque de la facultad, junto a Chase. Ari y yo confiamos en él, aunque sabemos que no podemos contarle muchas cosas del plan, por precaución. Cuando más gente lo sepa, peor.
En cuanto a África, sigue pensando que no deberíamos de fiarnos de alguien que no sea la familia. El problema es que Chase ya sabe muchas cosas, y aunque no debamos confiar en él, debemos de mantenerlo cerca para que no revele nada.
- Pienso que deberíais de tener más cuidado – nos explica Chase – si yo he podido investigar y averiguar vuestro plan, muchos podrán hacerlo.
- Hemos aumentado las medidas de seguridad y todo está bien guardado – le contesto.
- No quiero saber como lo vais a hacer... Pero tened cuidado, no es como entrar en un centro comercial o robar un paquete de chicles en una tienda.
- Lo sabemos, amor. No quieras saber más – le contesta un poco triste ya que a ella le gustaría contarle muchas más cosas.
- No voy a insistir. Solo... tened cuidado – le da un beso a su novia.
Chase es un buen chico y me gusta mucho para Arizona. Creo que la pareja que hacen y como discuten las cosas, es muy envidiado por muchos. Yo una de ellas, ya que discuto día sí, día no, con la persona que me gusta.
Continuamos hablando y cambiamos de tema unas cuantas veces. Al final, nos olvidamos de lo sucedido y solo nos dedicamos a reírnos a carcajadas.
- América – escucho una voz que conozco a la perfección a mis espaldas. Es a la última persona que querría ver ahora.
- Cedric – me giro hacia él.
Arizona me pone una mano encima del brazo para que no me aleje de ellas. A su vez, África se levanta para sentarse más cerca de mí.
- Creo que no es el mejor momento, Cedric – le dice su hermano pequeño.
- Solo quiero hablar.
- Creo que esta mañana ya hablaste lo suficiente – Chase sabe que es lo que ocurrió y no le gustó nada que Cedric se acercara a su novia.
- No te metas, Chase – deja de mirar a su hermano y coloca sus ojos sobre mi - ¿América?
Noto mucha presión sobre mí. Por una parte, mis hermanas que sé que me están mirando y rezando que no decida hablar con el capullo de Cedric. Y por otra parte, la presión de la mirada inocente de Cedric, que sé que es una tapadera.
No debería permitirle que tuviera un momento a solas conmigo, pero una parte de mi desea saber que le ocurre, por qué hace esas cosas y que quiere de mi.
En el momento que he tomado una decisión y voy a contestar, veo a Caleb acercarse y mirarnos extrañado.
Sé que él también puede notar la tensión que hay y que quiere saber el motivo de esta.
- ¿Alguien me explica que ocurre aquí?
Este capítulo me ha quedado algo corto, pero es porqué prefiero no separar lo que va a pasar a continuación. Quedan menos capítulos y aunque no puedo asegurar que estamos en la recta final, si que podría decir que estamos a más de la mirad de la historia.
Quedan quince capítulos.
Sé que queréis saber cual el secreto de las Olimpo, y más ahora que ya sabemos el de los Goldman, pero todo a su tiempo. La historia tiene que desarrollarse un poco más para que eso ocurra.
