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- ¿Qué? - Cuestione temeroso. - Estás bromeando, ¿verdad?.

- No, te juro que nunca te eh enviado rosas rojas...

- No, no, no, no... - Me toqué la cabeza con frustración.

- Kookie, tranquilo. - Me tomo del rostro. - Ahora dime, ¿has recibido flores de parte de alguien más?

- Si, pero siempre suponía que venían de tu parte. - Dije. Él sólo negó.

- Yo sólo te enviado rosas blancas. - Se quedó pensando. - Esto es muy extraño...

- Tengo miedo, Jimin. - Me abrazó.

- Descuida Kook, yo estoy aquí para ti, y no voy a permitir que te pase nada.

Esto era algo para preocuparse, todo este tiempo pensé que era Jimin quien me mandaba esas rosas rojas, pero no. ¿Quién habrá sido? Incluso en el primer viaje de Jimin encontré una rosa roja y creí que él me la había llevado, mas ahora sabía que no era cierto, significa que alguien había entrado a mi casa, que me estuvo siguiendo durante mucho tiempo, me espiaba y sabía mucho de mi. Sin duda, era muy peligrosa está situación.

- Nochu, ¿qué te parece si para tranquilizarnos un poco, vamos a cenar? - Yo asentí y caminamos al comedor, con los demás.

Preferimos no contar nada a nadie, y seguir disfrutando la fiesta de Jimin. Además aún me faltaba darle su regalo a mi Mochi.
Llegamos y tomamos asiento, en eso se nos acercaron los padres de Jimin que de muy formal manera se presentaron, el señor y la señora Park eran unas personas muy amables, educadas, y cálidas, se nota que de ahí había sacado Jimin su aura tan pura. Su padre era un Médico del Hospital de Seúl, mientras que su madre era una Modista.
En pocos minutos ya todos reunidos en la mesa, comenzaron a servir la comida y así comenzamos la cena.
Yo sólo podía mover con mi cubierto la comida de una lado a otro en mi plato; Jimin se percató de mi preocupación y me sostuvo la mano. Debía centrarme en Jimin, era su cumpleaños y no quería arruinarlo, así que dí mi mejor cara y seguí en el ambiente agradable que tenía la fiesta.

Después vino el postre, que era el pastel de cumpleaños. Jimin sólo reía sin parar algo avergonzado mientras contábamos la típica canción de cumpleaños, después pidió su deseo y sopló la vela. Jin comenzó a repartir el pastel y comenzamos entre todos una charla muy casual sobre el cumpleañero. Todo iba de maravilla, había conocido un poco más de Jimin, como a sus papás y amigos del trabajo, y la fiesta había resultado fenomenal; estaba escuchando atento como Hoseok contaba anécdotas de él y Jimin cuando de pronto mi celular sonó.

- ¿Si? - Contesté sonriendo.

- Te dije que pronto sabrías de mi.

- ... - No pude decir nada, estaba asustado.

- ¿Te estas divirtiendo en la fiesta de tu noviecito? Créeme, no será por mucho tiempo, así que disfrútalo mientras aun siga con vida, Jeon. Y, ¿sabes cual es la mejor parte? Que tu tendras la culpa de todo...

Solté el teléfono y se estampó contra el piso, me quedé paralizado. Todos voltearon a verme alarmados, Jimin al notar mi semblante, entendió todo, recogió el celular y encaró al tipo.

- ¿Quién eres? ¡Responde maldito cobarde! - El sujeto sólo comenzó a reír. - Te lo advierto, deja en paz a Kook, o sino... - Y le colgaron a Jimin. - ¡Imbécil!. - Le dijo Jimin por el teléfono con irá.

Después me abrazó fuerte, y entre todos me guiaron hasta el sofá. Jimin se puso de rodillas frente a mi, me tomo de las manos las cuales besó y comenzó a hablar.

- Nochu, ¿estas bien?. - Me acaricio el cabello. - Por favor, háblame, no te pongas mal, estoy aqu-

- Yugyeom. - Pronuncie.

Who Are You? [Jikook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora