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Nota:

Los que vengan de mi libro de one shots van a notar que este capítulo y el siguiente son parte de ese libro. La idea de este fic era originalmente destinada a ser sólo un one shot, y gracias a todos los que comentaron y me alentaron me animé a hacerlo como fanfic. Gracias por la buena onda, este fic es por y para ustedes :)











Era sábado por la noche. Josh apagó la luz de su habitación y se cubrió con la cobija hasta la nariz, no precisamente porque tuviese frío sino porque estaba completamente aterrorizado, como ya se le había hecho costumbre. Resultaba irónico que justamente aquella fuera la madrugada del 31 de Octubre, dada su reciente situación con esa ¿presencia? ¿espíritu? que parecía no dejarlo en paz. Era casi gracioso. Y para peor, esa tarde no había tenido mejor idea que invitar a algunos de sus amigos a su casa a ver películas relacionadas con la ocasión, cosa que no contribuyó en lo absoluto a su tranquilidad mental, sino más bien lo contrario. No se consideraba a sí mismo una persona supersticiosa en lo más mínimo, pero teniendo en cuenta la fecha, las películas que acababa de ver y sus experiencias paranormales recientes podía decir con certeza que no era precisamente la mejor noche para pasarla solo. 

Y a cada instante parecía empeorar. Quizás fuese únicamente la sugestión, pero comenzaba a sentir que el aire en su habitación se sentía más pesado y caliente, y aquella aura escalofriante se sentía más presente que nunca. Al igual que su miedo.

Inútilmente intentaba controlar su respiración ya bastante acelerada y cerraba sus ojitos con fuerza, pensando que mientras más rápido se durmiera, más rápido dejaría de imaginar cosas. Se sentía realmente estúpido por estar tan desmedidamente asustado sin tener siquiera un motivo real para estarlo, pero cada mínimo sonido, sombra o movimiento le quitaba la respiración y lo hacía hundirse más profundo entre sus cobijas.

Y el hecho de que su habitación estuviera completamente a oscuras y que las ramas del árbol del jardín golpearan contra su ventana con cada ráfaga de viento, generando sonidos y sombras horribles, no ayudaba. Temblando, volteó entre las sábanas para quedar mirando hacia la pared, así al menos tenía una cosa menos de la cual asustarse. Colocó en su cabeza la capucha de su pijama -una especie de mameluco de felpa con cierre por delante-, intentando cubrirse aún más.

—Es sólo tu imaginación, no hay nadie ahí, tranquilízate —Murmuró para sí mismo, en un inútil intento de calmar su mente.

—Eso no es completamente cierto —Respondió una voz del otro lado de la habitación, seguido por una risa ahogada.

De haberle sido posible, Josh hubiera salido corriendo de allí lo más rápido que sus piernas pudieran. No supo si fue por la influencia de aquel ser o simplemente gracias al terror que sentía en ese instante, pero le era completamente imposible mover siquiera un sólo músculo de su cuerpo. Estaba paralizado, con su vista clavada en la pared, inmóvil de pies a cabeza. Su respiración se cortó cuando oyó pasos acercándose a su cama lentamente y con pesadez. De pronto los pasos se detuvieron, el chico supuso que, fuera quien fuera, ya se encontraba parado a un lado de su cama. Con todo el esfuerzo del mundo y temblando como una hoja, volteó lentamente su cabeza, ahogando un grito de terror al ver dos penetrantes y brillantes ojos rojos mirándolo fijamente en la oscuridad de la habitación. 

—Pero que niño tan maleducado, ¿no vas a decirme buenas noches? —Habló nuevamente de manera ronca, Josh quedando completamente mudo y sin poder apartar sus ojitos muy abiertos de los de aquella criatura.

personal demon; [tysh]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora