Capítulo 5: Significado De Arte.

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Dejó el vaso de whisky en la mesa del bar y comenzó a acercarse con un caminar seguro lleno de seducción, me miraba de arriba a abajo mientras se acercaba, los nervios comenzaron a apoderarse de mi, verlo caminar así, mirándome de esa forma, siento que se me está cortando la respiración, soy un pobre animal indefenso que sabe que será devorado por el rey de la selva. Apenas llegó a mí, con su mano izquierda empujó mi trasero hacia él de manera brusca y con su mano derecha agarro mi cuello para dejarme completamente a su merced, en sus redes, sin escapatoria, completamente poseída. No dejó pasar ningún segundo y juntó nuestras bocas, me besó con desesperación, igual que yo a él, como si estos días me hubiese necesitado, de la manera en que yo lo estaba necesitando a él.
- Me tienes loco Mia - susurró separando un poco nuestros labios, tratando de respirar en ese momento, me tomó con ambas manos en mis caderas y yo enredé mis piernas alrededor de él, comenzó a subir las escaleras despacio sin dejar de besarme, entramos a su cuarto, pero no se detuvo, siguió avanzando hasta su vestidor, entró y me soltó - Desde ese día que te vi vestida con ese conjunto aquí, créeme que mi imaginación ha batido records que jamás pensé que rompería y pienso cumplirme cada una de ellas - dijo con la voz ronca, la mirada oscurecida, mientras desabotonaba su camisa. La dejo caer a un lado, todo un espectáculo, agarró mi rostro con sus dos manos volvió a juntar nuestras bocas y me acorraló contra el espejo que ese día yo me estaba mirando cuando él apareció.
Siento que pase al otro mundo, porque ni siquiera soy consciente de si estoy respirando o no, por los latidos desbocados que estoy sintiendo presiento que estoy sufriendo una taquicardia y que estoy a punto de un infarto, sentir sus manos, su calor, su olor, su voz, su mirada, es lo mejor de todo el mundo, desde que apareció esa noche en mi vida no quiero que nadie más me vuelva a tocar, ni a mirar, sólo lo necesito a él, estoy completamente loca por él, le bastó unos días y un par de horas para que le robara mi corazón a otro hombre que lo tuvo por años, esta noche acabo de sentirme completamente segura en la decisión que acabo de tomar, quiero estar con Harry, no quiero estar con Taylor.
- ¿Qué piensas Mia? - preguntó Harry haciéndome cariño en el cabello, me tenía enredada entre sus brazos y sus sábanas de su cama, deben ser como las 2 AM.
- Voy a terminar con Taylor - le dije segura, nunca antes había estado tan segura en una decisión en mi vida.
- ¿Por qué? - preguntó confuso, ¿Enserio me lo está preguntando?.
- Es obvio no - le dije levantando mis hombros, pero ahora él frunció el ceño.
- ¿Qué es obvio Mia? - preguntó molesto soltándome, sentí como su calor se alejaba.
- Esto - le afirme, ¿Cómo tiene el descaro de preguntarme qué es obvio?.
- Mia no existe un esto - me afirmó lleno de enfado, y yo sentí que mi corazón acaba de caer completamente destrozado al escuchar salir esas palabras de su boca - Lo siento Mia, pero no porque me haya acostado contigo dos veces significa que quiero estar contigo, así no funcionan las cosas - dijo seguro de sus palabras, y yo sentí caer mi alma a mis pies.
¿Cómo se supone que funcionan las cosas entonces? Yo pensaba que acostarse con alguien era importante. Harry ha sido el segundo hombre que he besado, tocado y acostado en toda mi vida, si me acosté con él no fue por entretención, fue porque siento algo, pero me olvidé completamente que las demás personas no funcionan como yo, los demás se acuestan con todos sin involucrar sentimientos, sin ser nada, sin compartir conexión, se acuestan con cuerpos vacíos, me acabo de acostar con un hombre que siempre estuvo vacío, mientras yo sentía que él me estaba llenando la vida entera. No puedo creer que haya sido tan ilusa de haber caído en este juego, para mí cada caricia y cada beso tiene un significado, amar es un Arte: amArte, besArte, acariciArte, cuidArte, tocArte, pero olvidé que no todos son artistas.
Me levanté despacio de la cama y Harry no me dijo absolutamente nada, fui al vestidor a buscar la lencería roja, ni siquiera vine con ropa. Salí con la lencería puesta y Harry estaba de pie frente a sus grandes ventanales con su mirada perdida en los rascacielos de Manhattan y Central Park, no se volteó a mirarme, no dijo nada más, y yo siento que no puedo decir nada, porque romperé a llorar en cualquier momento. Bajé, tomé mi chaqueta y me puse mis sandalias de tacón, en eso sentí unos pasos bajando la escalera.
- Mi chofer te llevará - dijo frustrado y mirándome con lástima, quizás con cuantas chicas le ocurre lo mismo, ya debe estar acostumbrado a esto.
Pasó por mi lado y se sirvió un vaso de whisky, yo solo asentí con la cabeza, no puedo decirle que me quiero ir sola en taxi, porque no podré, se que lloraré, me tengo que aguantar, apreté el botón del ascensor, las puertas se abrieron de inmediato y me subí, agaché la mirada, no fui capaz de levantarla, no puedo encontrarme con esos ojos que se que jamás olvidaré.
Las puertas del ascensor se cerraron y expulsé todo el aire que estaba reteniendo, las lágrimas comenzaron a caer, no me puedo creer que él no haya sentido absolutamente nada, Step me lo contó muchas veces, que las personas son así, no son como yo, pero jamás pensé que me encontraría en esta situación, duele, duele demasiado sentir algo por alguien que está vacío y que no es capaz de ser un artista en el amor.
Llegué al primer piso y salí caminando, esta vez el conserje no me dijo nada al notar mis lágrimas, solo me miró con consuelo y yo traté de hacer mi mejor sonrisa, al salir del edificio el chofer de Harry me estaba esperando con la puerta abierta, subí y darme cuenta que esta fue la ultima vez que lo tendré en mis brazos hizo que comenzaran a salir más lágrimas, jamás volverá a besarme. Con la voz quebrada, traté de decirle al chofer la dirección de Step, no puedo llegar así a mi piso si está Taylor. Al llegar donde Step, toque el timbre y ella apareció tras la puerta, solo la abracé y rompí a llorar con ganas, ella no dijo nada, solo me mantuvo abrazada toda la noche haciéndome cariño y tratando de contenerme.

El Jefe De Mi Prometido (1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora