HARRY
- Me tengo que ir - le dije a Nate.
- No sé porque presiento que es por Mia - dijo con el ánimo por el suelo.
- ¡Si! - dije eufórico - Si - bajé el tono de voz para que no se me noté tanto lo tonto que me tiene Mia - Prométeme que no te rendirás ¿Si? - le dije golpeando su hombro.
- Lo prometo - dijo sin mucho ánimo - ¿Andas con Chase verdad? - preguntó mirándome mientras yo me tomaba el vaso que me quedaba de whisky.
- Si, no estoy borracho, pero tengo que admitir que los tragos me subieron un poco - le admití poniéndome de pie.
- ¿Los tragos o Mia? - me levantó una ceja.
- Uff las dos cosas - le afirmé caminando hacia la salida despidiéndome con la mano. Insistí a Chase que se fuera lo más rápido posible al bar ¿Qué está haciendo Mia ahí? Voy nervioso, Mia me sorprende, me la imagino esperándome para hacer lo que se le plazca conmigo, pero ¿Y si voy directo a una discusión? No, Harry debes pensar cosas buenas, no atraer las malas vibras, si Mia está ahí es para algo bueno. Chase en tiempo récord llegó al local, me bajé como un desesperado, saludé a Victor y entré. La busqué por todo el bar, ¿Dónde está? ¿Se habrá arrepentido?, ¿Se habrá ido? ¿Se habrá encontrado con alguien como Taylor? ¿Ese idiota podrá entrar aquí? Saqué el teléfono para marcarle, pero la vi, se me detuvo el corazón cuando la vi, ese vestido se volverá mi principal causa de mi llegada al infierno. Me acerqué seductor, miré al elrededor y hay varios hombres a los que se le van los ojos a Mia, espero que nadie se le haya acercado en estos minutos que pasaron, Mia me vio y se tensó de inmediato ¿Por qué reaccionó así? La estoy mirando como si fuera mi presa, obvio que se pondría nerviosa, por fin llegué hasta ella, ese vestido me confirmó de inmediato que no está aquí para discutir. Me puse a su lado y apoye mi espalda en la barra, Mia me observó y tragó saliva.
- ¿Esperas a alguien? - pregunté haciéndome el desentendido. Mia sonrió. Pasaron unos segundos y se apegó a mí, puso su mano en mi pecho y se acercó a mi oído.
- Si, a alguien que me quiera llevar a una habitación - susurró y mi libido aumento de golpe, observé hacia el frente y varias mujeres y hombres observaban a Mia, aquí yo soy un simple mortal, ella es la única diosa, no entiendo como no lo puede ver, Mia me ve a mí como el que tiene el control sobre ella, cuando en realidad es al revés, ella puede hacer lo que quiera conmigo. Llevé mi mano a su cuello y comencé a mover el pulgar de arriba a abajo, Mia se echó un poco hacia atrás, quiere que la bese, se me salió un suspiro observándola.
- Quiero ser tu entretención, tu amor, tu felicidad, tu seguridad, quiero ser todo en tu vida Harry - dijo despacio, cariño ya lo eres todo, eres mi mundo completo, si te vas ya no queda nada - Llévame a la habitación - me pidió coqueta, siento que voy a explotar.
- Tus deseos son órdenes princesa - me acerqué a centímetros de su boca - Pídeme lo que quieras y yo te lo daré - esperé unos segundos - sobre todo te daré - no podía faltar mi toque, Mia se puso a reír por la última frase, la tomé de la mano y me la llevé a la habitación.- Harry despierta son las 4 de la mañana, vamos a dormir a nuestra cama - Mia me movía en la cama. Abrí los ojos.
- Bueno vámonos - acepté solo porque dijo nuestra cama. Me levanté y comencé a vestirme, Mia también.
- Me congelaré con este vestido y esta chaqueta - dijo poniéndose sus tacones.
- Ponte mi chaqueta - le ofrecí.
- No, arruinará el look - respondió amarrándose la chaqueta, puse los ojos en blanco, son las 4 de la mañana, ¿Quién la podrá ver? El bar debe estar lleno, ¡ay mujeres! - Vamos quiero llegar a dormir Harry - insistió.
- Voy - terminé de abrocharme los zapatos. Envíe un mensaje al local para que me tengan un taxi a la salida, Chase se fue cuando me dejó aquí.
- Vamos a dormir a nuestra cama - le dije tomando su mano saliendo de la habitación, creo que la palabra "Nuestro" se convertirá en mi favorita. Nunca antes había compartido nada con nadie y definitivamente me encanta compartir todo junto a ella, siento que le da sentido a la vida. Salimos del bar y tomamos el taxi que esperaba por nosotros. Mia se acurrucó junto a mí, la abracé por si sentía frío.
- Creo que mañana no iré al trabajo - le dije acariciando su cabello.
- ¿Mañana? En unas horas - comenzó a hacer berrinche - Yo tampoco quiero ir - dijo haciendo pucheros. En que lleguemos al piso, nos acostemos y quedemos dormidos nos darán como las 5 de la mañana y ella deberá levantarse a las 6.
- ¿Por qué no te pides el día? Y te quedas conmigo regaloneando - le propuse y se alejó para mirarme a los ojos.
- Ay si quiero, pero yo solo soy una empleada - me volvió a abrazar y a mí se me acaba de ocurrir una idea, saqué el teléfono del bolsillo y le marqué a Jacob.
- ¿A quién llamas a esta hora Harry? - me preguntó Mia algo seria. Sonó 5 tonos y contestó.
- Por favor dime que estás de turno - le dije antes de decir "Hola ¿cómo estás?".
- Hola Jacob ¿Cómo has estado? Bien ¿Y tú Harry? Bien Gracias, oye amigo ¿Estás de turno? Si estoy de turno - terminó de hablar la larga charla que me dio.
- Voy para allá - le colgué antes de que pidiera explicaciones.
- ¿Qué ocurre Harry? - Mia insiste seria.
- Es un plan para retenerte en mi cama un par de días - le levanté las cejas y ella frunció las suyas
- Tengo un amigo muy cercano, Jacob, es médico en la American United Health y está de turno, así que fingirás que estás enferma para que te de licencia - Mia abrió la boca como si no estuviera entendiendo nada.
- Ese es el hospital más caro del estado - fue lo único que dijo - Ni muerta pagaré una consulta ahí Harry - afirmó enojada.
- Lo pagaré yo relájate - le dije, pero es como si hubiese invocado al diablo.
- ¿Qué? No, por supuesto que no - está enojadisima, ya me imagino el día en que nos casemos va a querer firmar separación de bienes y yo no lo pienso permitir, no aceptará tarjetas, regalos, nada, un momento, ¿Por qué estoy pensando en matrimonio?.
- Si y es mi última palabra - respondí más molesto que ella, aunque no lo estoy, solo estoy fingiendo, Mia se amurro, se cruzó de brazos y ahí se quedó enojada, no puede ser, ¡gane la discusión!, traté de no reír.
- Al American United Health por favor - le dije al taxista.
- Claro - respondió y dobló en el semáforo. Llegamos en unos 25 minutos, Mia no me habló, ni me miró en todo el camino. Le pagué al taxista y me bajé, le estiré la mano a Mia para ayudarla a bajar y la tomó, espero que esto jamás se pierda, aunque estemos enojados siempre le abriré la puerta y tomare su mano, y ella siempre en los malos momentos se ha dejado querer, no se niega a mis atenciones, aunque hay veces en que me ha asesinado con la mirada, siempre termina tomando mi mano, el respeto es clave en una buena relación. Tomé su mano con fuerza para caminar, solo para provocarla, sentí que Mia me miró molesta, entramos al hospital y me dirigí al pasillo de Jacob.
- Se acabará el maldito mundo y moriré virgen, el mismísimo Harry James Thompson me vino a visitar al trabajo - sentí la voz de Jacob a mi espalda y me di la vuelta.
- Creo que te dieron mal la dirección, esto es un hospital de primera, no un bar para tus conquistas disfrazado de médico - le respondí sarcástico, Jacob rompió a reír y me acerqué a abrazarlo - Jacob te presento a Mia, Mia este idiota es Jacob.
- Espera, yo soy el idiota y ¿Ella es? - se tapó la boca con las manos sorprendido - ¿Es tú novia? ¡Harry tiene novia es oficial el fin del mundo! - se puso a gritar como un maldito loco, vi que varías practicantes y enfermeras lo miran sonriendo, conociendo a este idiota debe tenerlas a todas enamoradas, pero su moral, vocación y ética es tan grande que no debe haberle tocado ni un solo a pelo a ninguna.
- No, no soy su novia - ay no Mia, porque le dijiste eso - Solo soy Mia - estiró su mano segura y Jacob la miró intrigado.
- En ese caso, soy Jacob, estoy soltero, soy guapo y muy simpático - Tomó su mano y le dio un beso, esto es solo una broma de Jacob, no tengo porque ponerme celoso, a maldito, podrá ser mi amigo pero a Mia nadie la toca, le quite la mano de Mia. Jacob explotó en risas y Mia igual.
- Eres el mejor amigo que tengo, me traes una novia al trabajo - dijo aún riéndose.
- Ja Ja - Estas bromas no me gustan en lo absoluto.
- Cuéntame Harry, qué te trae por estos lados y a estas horas - Por fin se concentró en otra cosa que no sea Mia.
- Mia no se siente bien - le expliqué tratando de sonar convincente.
- Puede que esté embarazada - afirmó muy seguro mirando a Mia, se supone que Mia debería fingir que se siente mal, pero ¿Por qué tuvo que haber dicho embarazada?. Me está jugando una broma.
- He sentido náuseas y mi último periodo no me ha bajado - le dijo Mia muy segura y yo siento que me voy a desmayar. Se supone que veníamos por una licencia, no por esto, ¿Estaré soñando?
- Harry ¿Te sientes bien? - preguntó Jacob serio.
- Si, si - traté de decir, pero siento mi rostro pálido, ¿Por qué están hablando de embarazos si vinimos por una licencia, Mia, ¡oh Mia! Un momento, Uff la odio, Mia está con su periodo, me siento tan idiota, la observé y está que explota en risas por mi reacción, caí en su juego como un verdadero tonto.
- Mia entra a la consulta por favor - le dijo Jacob - Tú te quedas aquí - me cerró un ojo, no señor, con esto no se juega.
- No - respondí tajante, Mia se dio media vuelta.
- Por favor Harry solo espera aquí ¿Si? - respondió dentro de su papel de mujer embarazada, debería ganarse un Óscar, se que muere por reírse, me las va a pagar, me senté en los asientos del pasillo y ellos entraron al box privado de Jacob.
Llevo 15 minutos aquí, el primer minuto me torture pensando si esto se hacía realidad, no sería terrible, antes lo veía terrible porque no quería a ninguna mujer a mi lado y ser padre con cualquiera que me hubiese acostado eso si hubiese sido terrible, pero con Mia es diferente, a ella si la quiero a mi lado, ya pasaron, 5 minutos, me puse de pie a caminar, ¿Por qué se tarda tanto? Juro que lo mato si intento coquetearle. Me acerqué a la puerta, no se escucha absolutamente nada. Me aleje, seguí caminando como un ansioso hasta que la puerta se abrió.
- Muchas gracias Jacob, un gusto conocerte - le dijo Mia tendiéndole la mano.
- De nada Mia y el gusto es mío - Jacob cambio su vista de Mia a mí - Ahora entiendo por qué el señor Thompson anda tan desaparecido de las pistas - se rió burlesco - Cuídate - Lo abracé - y cuídala - me dijo en el odio.
- Por supuesto que lo haré, gracias amigo, nos estamos viendo - espero que Mia no haya escuchado. Me giré y caminé hasta ella, tomé su mano y nos pusimos a caminar de vuelta a la salida.
- Muy graciosa tu actuación, dime ¿Cuantos meses tienes? - no sé porqué me molesto tanto que jugara con algo así.
- Tranquilo, es de Taylor, así que tu futuro no se ha arruinado - me dijo enojada, voy a explotar de pura rabia, ¿Cuándo habrá sido la última vez que se acostó con Taylor?
- Mia - la regañe con la voz, a ella no le gustaría que yo jugara con una broma cómo está con cualquier otra mujer.
- Ay Harry relájate - respondió haciéndose la desentendida.
- No, no, con estas cosas no se juegan - le discutí elevando un poco la voz, salimos a la calle y no hay ningún taxi, el frío está congelando y Mia terminara por resfriarse de verdad.
- ¡Hey!, se que tú no quieres ser padre, pensé que te darías cuenta en el primer segundo de la broma por lo que dije del periodo - está realmente enfadada - jamás me atrevería a hacerte algo así - No está enfadada, Mia está dolida - Si piensas que soy así deberíamos terminar - ahora volvió a estar molesta.
- Terminar ¿Qué? Si no somos nada - yo y mi bocota, acabo de meter el pie hasta el fondo del acelerador, debería aprender a cerrar la boca cuando estoy molesto, Mia levantó su vista y me miró con los ojos vidriosos, movió su cabeza y agachó la mirada, se que no me dirá nada, Mia no se desahoga, Mia no me grita, Mia no habla maldita sea, se guarda todo lo que está pasando por su cabeza, y se que con lo que le acabo de decir la seguridad que había aumentado estos días se podría perder, todo por mis arrebatos, pero es que ¿Cómo me dice que podría estar embarazada de Taylor?.
Llegó un taxi a la entrada del hospital y Mia lo detuvo, se acercó a la puerta y se detuvo antes de entrar.
- Yo me iré a mi piso - se subió al taxi, entré igual detrás de ella, no puedo creer que la noche se haya arruinado de un momento a otro, odio ser tan arrebatado, solo fue una broma, cualquier hombre a lo mejor se hubiese reído cuando cayó en la cuenta de que solo era un broma, pero no, yo no, y para más remate tenía que nombre a su ex. Mia le dio su dirección al taxista, necesito arreglarlo.
- ¿Cuántos días te dio de licencia? .
- 3, dijo que no podía dar por menos - No me miró al responder.
- ¿Cuál fue el diagnóstico?.
- No me fije, dijo que pondría un resfrío y que volviera cuando quisiera por un licencia gratis con tal de hacerte pasar otro mal rato - idiota no sé porqué es mi amigo, de seguro le tiro una botella de cerveza por la cabeza cuando se aparezca en mi piso.
- Mia por favor vámonos juntos a casa a conversar - le pedí casi rogando.
- Ya es muy tarde - dijo tajante.
- ¿Y qué tiene? Ninguno de los dos trabajará estos 3 días que vienen, y si te das cuenta serán 5 días para descansar porque se juntó con el fin de semana - le diría que nos fuéramos de viaje, pero de seguro que si se lo planteo ahora tirará mis planes por la ventana del taxi. Cuando le dije eso Mia se relajó, como agradeciendo tener 5 días juntos para descansar, no me había detenido a pensar en esto, Mia trabaja todo el día y la mayoría de pie, atendiendo mesas, ademas de estar en su oficina ordenando papeles y haciendo trabajos para la universidad, su nivel de estrés debe ser altísimo, y si le sumamos un novio como yo en cualquier momento colapsa. Taylor siempre la obligaba a salir ¿Y si ella solo quería descansar? Cuando la conocí trabajaba y estudiaba, ¿Y si yo estoy haciendo lo mismo con ella?.
- Al Upper East Side - le dije al taxista, Mia no dijo nada, no se negó, se quedó ahí quieta ¿Estará durmiendo? Me acerqué a observarla y está con los ojos cerrados, agotada.
Llegamos al edificio, ya van a ser las 6 de la mañana, le pague al taxista, me bajé y di la vuelta para ir a bajar a Mia, abrí su puerta y me agaché a acariciar su rostro.
- Amor despierta - Mia abrió los ojos asustada, te tardo un segundo en darse cuenta que estaba dentro de un taxi y se bajo rápido.
- ¿Por qué no estoy en mi piso? - preguntó molesta. Le tomé la mano y la hice entrar al edificio.
- Te quedaste dormida - respondí entrando al ascensor, Mia se puso a bostezar, se soltó de mi mano y se apoyó en el espejo de al lado cerrando los ojos - Mia.
- Mmm - respondió sin abrir los ojos. Las puertas del ascensor se abrieron y Mia no se dio cuenta, me acerqué y la tome en brazos.
- ¿Qué haces? Suéltame - despertó reclamando y agarrándose de mi cuello por inercia al susto que le di.
- No - me puse a caminar y Clifford se puso a saltar y ladrar.
- Déjame acariciar a Clifford - me pidió mirando al perro.
- No - me puse a subir las escaleras rápido. Llegue a la habitación y entré, la solté de a poco y Mia quedó de pie - Podemos hablar por favor.
- No Harry, no tengo ganas de hablar, quiero dormir y no contigo - dijo furiosa, nunca la había visto tan enojada, las otras veces que me he comportado como un imbecil Mia se mostraba dolida, o lloraba, como esa vez que me atreví a echarla del edificio y estaba llorando afuera, no me la merezco le he causado mucho daño solo por mis arrebatos tontos de celos y orgullo.
- Ya son las 6, le pediré a Chase que te lleve a tu piso - respondí alejándome, hasta que siento un almohadazo en mi cabeza, me di vuelta y Mía estaba enojada mirándome.
- ¡Te odio! - gritó y me lanzó otra almohada, alcance a cubrirme el rostro con mis brazos - ¡Te odio! - volvió a gritar aún más fuerte, se tiró a la cama a llorar, y yo, yo no estoy entendiendo nada.
ESTÁS LEYENDO
El Jefe De Mi Prometido (1)
RomanceMia es una mujer llena de inseguridades que una noche cae en las redes de un hombre atractivo y le es infiel por primera vez a su prometido. Trata de olvidar lo sucedido, pero las cosas se le complican cuando su prometido le presenta a su nuevo jef...