El Jefe De Mi Prometido (1)

Capítulo 32

MIA

- No - me puse a negar con la cabeza - No - Volví a repetir desesperada, Taylor miró hacía un punto y me hizo el gesto que mirara, fue entonces cuando giré y los vi, Harry venía bajando las escaleras y Rebecca venía tomada de su brazo.
En ese momento mi mundo dejó de girar, la ley de gravedad se acaba de invalidar, los colores desaparecieron uno a uno y jamás volveré a escuchar mi sonido favorito del mundo. Ya no hay Arte, ya no tengo Mundo, ya no hay gravedad, y el sonido de los latidos son normales, porque los verdaderos significados están en el diccionario, y no en el corazón. Necesito botar el aire, o tomar aire, no lo sé, porque ni siquiera sé si estoy respirando.

Traté de huir, pero en cuanto di el primer paso choque con un mesero y las copas cayeron al suelo llamando la atención de todo el salón.
- Lo siento, por favor lo siento - le dije al mesero tiritando de los nervios.
- ¿Mia estás bien? - ¿En serio Taylor? ¿Me preguntaras esta estupidez? Lo miré y me puse a correr a la salida, quiero salir de aquí, necesito salir de aquí. Sentía los gritos de Taylor llamándome, pero no me detuve, solo llegué a la salida y me dispuse a bajar las escaleras corriendo.
- ¡Mia! - sentí su voz y me detuve, se me erizo la piel por completo, me giré y venía Harry corriendo hacia a mí, no quiero verlo nunca más en mi vida, así que seguí corriendo - ¡Detente de una vez, no eres una maldita princesa y esto no es una estúpida película de amor! - me detuve en seco al escuchar esas palabras ¿Este es el verdadero Harry? ¿No el que me hacía sentir que me elevaba del suelo cada vez que me besaba? ¿No el que me enamoró haciendo de mi vida una película de amor?
- A tu lado así me sentía - le admití manteniendo la mirada firme, a pesar de que las lágrimas estén saliendo solas.
- Mia yo - levanté la mano para impedir que siguiera hablando.
- No Harry, no es necesario - se que vine a escuchar esto, pero no puedo, siento que si sale de su boca que está con otra, que no siente nada por mi me romperé en mil pedazos, no soy tan fuerte como pensé que lo era.
- No Mia, déjame explicar, no es lo que piensas - su tono es de culpabilidad, pero no quiero oír la típica excusa de "Estábamos enojados y me acosté con otra".
- No hay nada que explicar Harry, no es solo lo que me contaron o lo que vi.
- ¿Qué te dijeron Mia? - preguntó furioso - ¿Le creerás a alguien más y no a mí? - Harry está en la cima del enojo en estos momentos y yo por inercia retrocedí
algunos pasos.
- No se trata de lo que me dijeron Harry, se trata de todas las veces que dijiste que no éramos nada, que nunca me dijiste lo que sentías por mí, se trata de que cuando te dije que te amaba, te fuiste - tengo la voz demasiado quebrada, quiero lanzarme a llorar días enteros. Harry miró hacia el lado y se mordió el labio inferior, no puedo descifrar que está pasando por su cabeza, pero dolido claramente no está, Harry es inmune a los sentimientos, es inmune a mí, es inmune al amor.
- Mia vámonos a casa - la voz de Taylor hizo aumentar aún más la furia de Harry, lo puedo ver en sus ojos, Harry se puso a reír y a negar con su cabeza.
- ¡Ve Mia, anda, a puesto a que a él le crees todo lo que te dice! - Los gritos de Harry me hicieron sobresaltar en el lugar, sentí que Taylor me tomó el brazo y me giro para caminar, pero de pronto sentí un tirón fuerte de la mano de Taylor, me giré y vi como este caía al suelo - ¡No le tocarás un pelo a Mia! -  gritó Harry y sentí que alguien me tomó para sacarme de ahí, me asusté girándome rápido a mirar quien me está sacando del lugar.
- Soy yo señorita Mia - Chase estaba alejándome de ahí, mientras yo aún no lograba entender nada de lo que estaba sucediendo, Harry está completamente loco - Yo la llevó a casa, confíe en mí, no dejaré que ninguno de esos dos caballeros que parecen animales la toquen - escuchar la manera en que Chase cuidaba de mi me hizo sentir segura, así que lo seguí. Divisé el auto de lujo que maneja Chase y me abrió la puerta para subir. Jamás pensé que el hombre que algún día me rescataría no sería el hombre del cual estaba enamorada, si no su chofer.

HARRY

- Lo siento por lo de anoche, no me comporté como un caballero - Rebecca me miró algo molesta, pero en un segundo se le formó una sonrisa.
- Tranquiló, vamos al salón - se colgó de mi brazo y comenzamos a bajar las escaleras. Nos faltaban cinco escalones cuando sentí un estruendo de copas cayendo al suelo, todos se giraron a un punto y yo por inercia miré, Mia estaba nerviosa pidiéndole disculpas al mesero poniéndose a correr y Taylor se puso a seguirla, no lo dude dos veces, me puse a correr como un desesperado tras ella.
- ¡Harry! - sentí que gritó Rebecca a mi espalda por dejarla sola en la escala, pero en mi vida solo existe una sola mujer, y es por la que estoy corriendo.
Vi desde mi posición que Mia doblo, y Taylor no vio hacia donde, pero yo si, así que me puse a correr aún con mas velocidad.
- ¡Mia! - se detuvo y se giró al escuchar mi voz, pero sus ojos son de odio, no puede ponerse así porque me vio simplemente bajar la escalera con Rebecca ¿Qué le pasa? Se volvió a girar y siguió corriendo como una desesperada - ¡Detente de una vez, no eres una maldita princesa y esto no es una estúpida película de amor! - lo grité sin pensar, estoy molesto, estoy cegado por la rabia, anoche no fui capaz de acostarme con Rebecca por ella, estoy enamorado de una niña que cree en las películas de amor y hace drama por todo, estoy molesto, demasiado molesto, quiero odiarla, pero no puedo.
- A tu lado así me sentía - admitió manteniéndose firme a pesar de que la lagrimas están inundando su rostro, no me puedo creer que este haciendo este tremendo escándalo por que me vio con Rebecca.
- Mia yo - levantó la mano para impedirme que siguiera hablando, no quiere escuchar explicaciones.
- No Harry, no es necesario.
- No Mia, déjame explicar, no es lo que piensas - por favor, tiene que escucharme, está haciendo escándalo por nada.
- No hay nada que explicar Harry, no es solo lo que me contaron o lo que vi - ¿Qué le contaron? ¿De qué está hablando Mia?
- ¿Qué te dijeron Mia? - pregunté furioso, no se porque presiento que Taylor tuvo que ver en esto - ¿Le creerás a alguien más y no a mí? - me estoy cegando por la rabia.
- No se trata de lo que me dijeron Harry, se trata de todas las veces que dijiste que no éramos nada, que nunca me dijiste lo que sentías por mí, se trata de que cuando te dije que te amaba, te fuiste - Mia está apunto de explotar en llanto, ahora es cuando debería aparecer Nate y restregarme en el rostro que tenía razón, miré hacia el lado y me mordí el labio inferior.
- Mia vámonos a casa - la voz de Taylor hizo aumentar aún más mi furia, maldito desgraciado, se que él tiene que ver en esto, y Mía como siempre le cree todo a él, me puse a reír y a negar con la cabeza, esto no puede ser verdad, le está creyendo a su ex.
- ¡Ve Mia, anda, a puesto a que a él le crees todo lo que te dice! - mis gritos hicieron sobresaltar a Mia en el lugar, Taylor pasó por mi lado.
- Permiso tengo que consolar a alguien - murmuró para que solo lo escuchara yo y no Mia, la tomó del brazo y la giró, Mía me dio la espalda y él se dio la vuelta a cerrarme el ojo, gano, sabe que gano. No aguante y vi todo negro, solo recuerdo que Taylor estaba tirado en el piso, me dolía mi mano, y que Chase se llevó a Mia lejos de aquí.

Las puertas del ascensor se abrieron y entró Chase al piso - ¿Como está? - pregunté sin levantar la vista de mi vaso.
- Tuve que detenerme a mitad de camino a consolar a la señorita, no sabia si estaba respirando por el llanto - lo dijo con un odio en su tono, que hizo que se me pusieran los pelos de punta, Chase me odia, y escuchar que Mia está completamente destruida me hace sentir el hombre más miserable de la tierra.
- ¿Quedó sola o estaba Step? - tengo ganas de llorar maldita sea, me imagino a Mia desesperada llorando y siento que se me parte el corazón, si Mia creyó todo lo que le dijo Taylor es solo mi culpa, por no haberle dicho que la amaba cada día.
- Espere a que llegara su amigo José y me retire.
- Gracias Chase
- Señor me permite decirle algunas palabras con todo el respeto posible
- Si, claro
- Es un completo idiota señor
- Lo sé Chase, gracias - me lo merecía, solo por eso no lo despediré, Chase se retiró y se fue. Me puse a beber alcohol, no como un desesperado, pero si completamente roto, le creyó todo a su ex, a ese idiota, todas las malditas horas que intente enamorarla no valieron de absolutamente nada, no pude contener las lágrimas y algunas se me escaparon, pero no sabría diferenciar si las lágrimas son de dolor o de rabia. Me fume una cajetilla de cigarrillos completa esperando que ella aparezca por ese ascensor a que me grite, me insulte, lo que sea, pero que aparezca.

Sentí un balde de agua fría caer sobre mí, abrí los ojos de golpe y grité por lo helada que estaba el agua.
- ¡Despierta! - la voz de Nate es de completo enojo.
- ¡¿Qué rayos te sucede?! - le grité furioso reaccionando levantándome del sofá.
- ¿Qué es eso de que te acostaste con Rebecca y Mia salió corriendo anoche?
- Si no hubieses estado tan ocupado bajo el vestido de tu novia te hubieras dado cuenta de lo que verdaderamente sucedió - Nate me lanzo otro balde con agua - ¡Basta maldita sea! - se dirigió a la cocina y se me perdió de vista tras del refrigerador, en eso se abrieron las puertas del ascensor y entró Stephanie en el piso.
- ¡Te odio! - gritó furiosa lanzándome el primer objeto que tomó de camino hacia a mí, alcance a esquivarlo, ¿Pero qué rayos?
- ¿Step que haces aquí? - Nate salió pálido de la cocina como si no creyera lo que está viendo, un momento ¿La conoce?
- ¿Nate? - Step se paralizó al verlo, Nate se rió sarcástico y me miró lanzando fuego por los ojos y se abalanzo contra mí.
- Maldito idiota también te estás acostando con ella - el puño de Nate iba directo a mi rostro.
- ¡No, es la mejor amiga de Mia! - grité desesperado y cerré los ojos para sentir el impacto, pero no sentí nada, abrí los ojos y Nate había alcanzado a detenerse antes de darme en el rostro, me soltó y Step seguía ahí paralizada observándonos.
- ¡¿Alguien me puede explicar que está sucediendo aquí?! - grité enojado, alejándome de los dos.