I'm fine *yoonmin*- segunda temporada

16º

Al día siguiente.

Autora
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Sentado en su oficina, pensando en que es lo que haría con su nueva mercancía, se encontraba tan centrado en planificar que no percibió el sonido del teléfono al instante.

Tuvieron que pasar 2 llamadas para atender.

Enfurruñado tomó el comunicado.

- Lee?- pronunció al coger la llamada.

- señor... la hemos encontrado- informó lealmente su empleado.

El hombre al escuchar sus palabras se puso de pie, y frunció el ceño.

Sabía que algo no estaba bien, tenía motivos para pensarlo: primero, la encontraron muy pronto y muy fácil; segundo, el más que nadie sabe perfectamente las consecuencias que trae ese tipo de situación y tercera, sabe identificar el tono de su empleado.

- en donde está?- cuestionó en tono de rendimiento.

- ...

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Desesperado tomó el móvil y llamó con urgencia.

- diga?- respondió del otro lado de la línea.

-...- tenía un nudo en la garganta, le pesaba, todo el sentimiento lo consumía.

Dejó sonar el primer sollozo, si, ya no importaba ese muro de dureza que construyó, no con esa persona en específico, sabía y tenía la confianza de derrumbarse con esa persona, para esa persona.

- tranquilo- consoló al escuchar el sollozo.

De nuevo no dijo nada, pero no era necesario, nunca lo era, las palabras no importaban ahora, jamás podrán expresar lo que realmente se siente.

- lo lamento- dijo en empatía.

- yo también lo lamento mucho- respondió por primera vez, y se escuchó tan roto que incluso jamás pensarían que podría romperse tanto.

- sabes que...

- lo se

- ire para allá- informó la persona del otro lado del teléfono.

El hombre asintió aún sabiendo que no lo podía ver, sin embargo, sabía que entendería su silencio como una afirmativa.

El trajeado, corto el móvil y lo dejo en su bolsillo.

Se acercó al cuerpo y se acuclilló, poniéndose a la altura de la materia desfallecida en el suelo terroso.

- mi amor- dijo con tristeza.

Cargo la parte superior del cuerpo para acogerlo y acunarlo, lo tomó tan delicadamente, con tanto amor y cuidado, contemplo su rostro y acarició su mejilla. Dejó caer las lagrimas, estaba solo, no había alguien que lo pudiera juzgar, de igual manera no podrían.

Acercó su rostro y lo estampó con suavidad en el moflete del cuerpo contrario, sintió una llama viviente,pese del cuerpo frío y tenso.