No Manners. - mark lee

5. un nuevo trabajo.

-Rachel. -Llamé a mi amiga, quién me miraba mientras hacía un sin fin de ruidos con la boca bien abierta. -No puedo cantar. -Mi amiga dejó de calentar la voz para mirarme con cierta sorpresa.

- ¿Qué? ¿Por qué?- La miré sin saber muy bien que decirle. - ¿Tienes vergüenza?

-Algo así. -Recuerdé la primera vez que canté delante de mi clase de canto y de como vomité todo el desayuno por los nervios. Desde entonces tomé clases particulares y no en grupo. -Tengo pánico a cantar delante de todos.

-¿Y cómo quieres ser idol? -vi como sacaba una botella de agua y bebía de ella mientras seguía haciendo ejercicios vocales.

-No quiero ser idol, quiero ser compositora. -Esta vez mi amiga me miraba con una gran sonrisa en la cara.

-Es extraño... Todo el mundo aquí espera convertirse en idol algun día. Pero es genial que tus intenciones sean distintas.

-¿Se te ocurre alguna idea? -Mi tono de súplica pareció causar efecto en ella, que me observó con lástima.

-Finge que estás enferma. -Encogió sus hombros como si nada.

-No se me da bien mentir. -En realidad si, pero no me gustaba nada tener que decir mentiras, me hacía sentir muy mal.

-¡Profesor! -gritó mi amiga haciendo que toda la clase quedara en silencio. -Grace no se encuentra bien, está algo mareada. -Miré a Rachel con los ojos bien abiertos y después dirigí mi mirada al profesor quien me observaba fijamente.

Puse mi mano en la cabeza dramáticamente y agaché la mirada para hacer mas creible la mentira de Rachel.

-Grace, ves a la enfermería, ¿necesitas que alguien te acompañe? -Negué efusivamente y recogí mis cosas para salir del aula bajo la atenta mirada de todos los alumnos.

Una vez en el pasillo me quedé ahí por unos minutos sin saber muy bien que hacer. Decidí al final aprovechar el tiempo libre e ir a la biblioteca, podría empezar a leer el libro de Natsume Soseki.

***

Observé a Rachel caminar hacía mi con una gran sonrisa en la cara.

-Me han puesto un siete en canto. -le felicité y ella se puso a aplaudirse a si misma. -¿Vamos a comer por ahí? En un rato tenemos que ir a SM para tu entrevista. -Asentí con la cabeza y hablando de distintas cosas llegamos a una hamburguesería

Nos sentamos donde pudimos ya que el lugar estaba lleno y después de que nos dieran nuestras bebidas llegó Johnny sentándose al lado de mi amiga.

-Siento haber tardado tanto. -Suponía que Rachel lo había invitado. -Estaba intentando convencer a Mark de que viniese, pero no ha querido. Últimamente está un poco raro. -Sin poder evitarlo presté atención al chico después de nombrar al pelinegro.

-Es normal, debe estar muy estresado. El instituto, ser trainee y estar en el equipo de baloncesto debe quitarle mucho tiempo para él mismo. -Dijo Rachel antes de darle un gran sorbo a su Coca-Cola.

-Es todo lo contrario. Siempre ha estado muy centrado pero ahora está distraído. Desde hace días está obsesionado con una chica que escuchó cantar en el isntituto.

-Qué romántico. -Los dos ríen y yo me quedé pensando en las palabras de Johnny. ¿Mark estaba obsesionado con alguien que escuchó cantar? Pensé que eso solo ocurría en las películas.

Acabaron por traernos nuestra comida y después de terminarla entre risas y cotilleos por parte de Johnny nos despedimos de él para dirigirnos a la compañía.

-Siempre había visto este edificio desde fuera. -Comenté observando todo a mi alrededor.

-Venga va, no te distraigas. -Rachel tiró fuerte de mi brazo, ya se estaba haciendo costumbre, y en un santiamén nos encontrábamos en la gran cafetería. -Hola, ya estoy aquí. -Saludó alegremente a sus compañeros. -He traido una amiga para el puesto que se ofrece.