Me desperté apretujada y tapada hasta la cabeza con una sedosa manta. Tenía a Rachel abrazada a mi y a Hyuni durmiendo sobre mis piernas. ¿Cómo había llegado a la cama? Solo recordaba haberme quedado dormida viendo la película. Traté de levantarme sin despertar a las chicas y me asomé en la ventana para darme cuenta de que estaba a penas amaneciendo. Era demasiado temprano todavía.
¿Debería volver a la cama y dormir un rato más? Observé a mis amigas, que rápidamente habían ocupado el espacio que había dejado al levantarme, y descarté esa opción de inmediato. Desayunaría e iría a la playa a pasear y ver el amanecer.
Dicho y hecho, me vestí en silencio con mi conjunto estrella de este invierno. Unos pantalones deportivos grises y una sudadera del mismo color oversize. Me calcé con unas zapatillas blancas y traté de controlar mi cabello y recogerlo. Lavé mi cara y los dientes y bajé en dirección a la cocina.
El olor a tostadas y café inundó mis pulmones, ¿había alguien despierto a esas horas? ¿era eso posible? Caminé cautelosamente para encontrarme a Mark de espaldas intentando freír unos huevos. Y si, supe que era Mark porque su espalda era inconfundible. En realidad toda su presencia lo era. El delicioso aroma fue opacado por un ligero olor a quemado. Empezó a salir humo y vi a Mark entrar en pánico y soltar algunas maldiciones en inglés que no iba a repetir. Me acerqué rápidamente a él para apartarlo, quitarle la espátula y ayudarle. Cuando hube salvado los huevos, me giré en dirección a Mark y lo vi rascarse la nuca. Era algo que siempre hacia cuando estaba nervioso o inquieto, y me pregunté por qué se sentía así en ese momento.
-Gracias. -Murmuró para fijar su atención de nuevo en el desayuno y darme la espalda.
Me senté en una de las sillas que había junto a una pequeña mesa, mientras observaba incómoda a mi alrededor. ¿Cómo se suponía que tenía que actuar? Él cada vez se comportaba de una forma distinta.
Mi vista se detuvo en su guitarra y unas inmensas ganas de tocarla se apoderaron de mi. Pensé en que sería un buen plan ir a tocarla a la playa y en ese momento lamentaba haber olvidado la mía en casa. Aunque podía pedírsela prestada. Lo observé de nuevo, sopesando esa opción, ¿era una buena idea? Me molestaba tener que pensarlo y analizarlo todo tanto. No quería tener que actuar todo el tiempo con cuidado.
-Oye Mark. -Me atreví a hablar. -¿Puedes dejarme la guitarra? -Él me observó confundido, no esperaba que le hiciera esa pregunta.
Él, para mi sorpresa, asintió con la cabeza y sonreí satisfecha. Quizás nuestra relación podía mejorar en este viaje.
-Gracias. -Dije mientras la tomaba entre mis manos y tocaba algunos acordes. Aquella palabra me recordó a lo de la noche anterior, y pareció ser que a Mark también pues se giró en mi dirección dispuesto a hablar.
-Sobre lo de ayer... -Empezó a hablar. Dejé la guitarra a un lado para prestarle toda mi atención. -Solo finjamos ante los demás que todo está bien, para evitar que se sientan incómodos. -Esas palabras cayeron sobre mi como balde de agua fría.
-¿Qué te parece si mejor estamos bien directamente y así no tenemos que fingir? -Propuse algo molesta. -No entiendo tu empeño en tratarme mal, ¿por qué quieres que estemos mal? ¿Acaso quieres que acabe odiándote?
Esa última pregunta pareció causar una reacción en él, pero no supe interpretarla, ¿tenía algún sentido que se empeñara en que lo odiara? ¿eso de que le serviría?
-No intentes buscar una razón a todo, simplemente las cosas están así. Actuemos como si nada pasara frente a ellos y ya. -Aunque sus palabras me decían que me alejara, sus ojos me decían que me quedara. ¿Me estaba volviendo loca? ¿Estaba viendo cosas que no existían?
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No Manners. - mark lee
FanfictionGrace ha estado trabajando mucho para poder conseguir una beca en el mejor instituto de artes escénicas de Seúl. Años de clases de piano, guitarra, canto y baile han dado sus frutos. Tras una pequeña prueba le concedieron una generosa beca para el ú...