No Manners. - mark lee

23. Tensión

Domingo y seguía estudiando. Había pasado toda la semana así. El lunes empezaría la semana de exámenes y no podía permitirme una mala nota.

La semana había transcurrido solitaria para mi, no había ido a la cafetería a almorzar con los demás. Me pasaba las horas libres en la biblioteca entre apuntes y bebidas energéticas. Hyuni me acompañaba pero cada una iba a lo suyo.

Echaba de menos pasar tiempo con Rachel y los chicos, pero era un pequeño sacrificio que tenía que hacer por unos días. Mañana serían los primeros exámenes y el viernes, una vez hayan finalizado, por la tarde se celebraría el concurso de canciones. No estaba preocupada al respecto, porque Haechan y yo teníamos todo preparado y ensayado. Pero tenía que pedir permiso a mi jefe para poder ir, ya que me tocaba trabajar a esa hora.

***

Era lunes y caminaba por los pasillos del instituto a primera hora de la mañana, con el libro en la mano y repasando mentalmente algunos conceptos. Tenía en 10 minutos el examen. Después de abrir la taquilla y guardar los libros que no necesitaba un Yuta sonriente apareció a mi lado asustandome.

-¡Hola pequeña! -Di un salto en el sitio por la impresión del susto. -¿Hoy vendrás a almorzar con nosotros? -Sus ojos brillaron esperanzados y me daba algo de lástima lo que iba a decirle.

-Yuta, me lo preguntas todos los días y siempre te respondo lo mismo. -Le respondí cerrando la taquilla y volviendo a abrir el libro entre mis manos.

-No pierdo la esperanza. -Su contestación me hizo sonreír al instante.

-Ahora necesito centrarme de verdad en los exámenes, cuando acabe esto volveré a lo de siempre. -Yuta bufó molesto.

-Echo de menos pasar tiempo contigo. -Sus palabras hicieron que mi corazón se acelerase y mi respiración se detuviera.

Lo observé durante unos segundos, tratando de analizar sus palabras y si estaba mintiendo, pero su mirada sincera me transmitía honestidad.
No tenía ni idea de que responderle y él pareció notarlo.

-No hace falta que digas nada, Grace. -Su tono de voz era suave y tranquilizador. -Sólo lo digo para que lo sepas, no pretendo que me digas que tu también me echas de menos. Sé que no es así. -Ahora mismo parecía decepcionado aunque lo ocultaba muy bien con una sonrisa amplia.

-No es eso Yuta. Si que te echo de menos. -su rostro se iluminó y me alegré por eso. -Os echo de menos a todos. -La sonrisa desapareció pero asintió conforme.

-Necesito hablar contigo sobre algo importante. -Yuta parecía nervioso, pero yo ahora mismo tenía un examen que hacer.

-¿Me lo puedes contar en otro momento? -Pregunté con la esperanza de que no le molestase. -Tengo que repasar por última vez antes de hacer el examen.

El pareció derrotado y asintió con la cabeza. -Llevas toda la semana dándome largas, algo me dice que estás intentando evitarme porque sabes lo que voy a decirte. -Ahora me había perdido, ¿de que estaba hablando? No lo había ignorado a propósito y no sabía que era lo que tenía por decirme.

-No entiendo Yuta. -Vi al japonés negar con la cabeza.

-Déjalo, ya lo hablaremos. -Dijo antes de guiñarme un ojo e irse.

Traté con todas mis fuerzas volver a concentrarme en el libro, pero las palabras del japonés me habían dejado muy confundida.

Entré en el aula, y me dirigí al sitio de siempre. Pasé por el lado de Suri y ella me pusó la zancadilla, haciendo que tropezase y mi libro cayese. Rodé los ojos y la ignoré, no estaba dispuesta a prestarle atención. ¿Qué tenía? ¿cinco años?