7. me había ganado una enemiga

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Estaba sentada en la parada del bus cuando vi llegar a Rachel algo nerviosa.

-Buenos días. -Dijo en un tono de voz casi inaudible. Le contesté con un leve movimiento de cabeza. No estaba enfadada por lo de la fiesta, simplemente decepcionada porque me imaginaba una noche totalmente distinta a lo que fue. -Lo siento mucho por lo del sábado.

-No tienes que disculparte. - Le dije tirando de su brazo para que se sentara a mi lado.

-Te dejé sola y me fui con Johnny, y me siento muy mal porque te fuiste y no lo noté hasta que pasó una hora. -Agachó la cabeza avergonzada

-No te preocupes, lo entiendo. Estabas pasándolo muy bien, es normal que no lo notaras. Yo debí haberos avisado antes de irme. -Levantó la vista para mirarme directamente.

-Pues sí, cuando me di cuenta de que no estabas me volví loca llamándote. -Un pequeña risa hizo acto de presencia por parte de las dos. -No volverá a pasar lo del sábado.

Y habiendo hablado del tema llegamos al instituto.

-¿Y qué hiciste ayer? -Preguntó mi amiga mientras guardamos nuestros libros en la taquilla.

-Hacer trabajos y estudiar. Lo sé, muy aburrido pero seguro que fue un plan mejor que el tuyo. -Cerró la taquilla y esperó a que yo hiciese lo mismo. -Seguro que te pasaste todo el día de ayer con resaca.

-No lo voy a negar, creo que se me nota muchísimo. -Respondió tocando su cara con ambas manos.

Al llegar a clase de lengua nos sentamos juntas en la tercera fila y Suri no tardó en aparecer frente a nosotras.

-No me llamaste el sábado para salir juntas. -Me reprochó. Intuía que no estaba muy enfadada en realidad y que esto solo era un aviso para que la próxima vez le avisara.

-Lo siento Suri, se me olvidó. La próxima vez que salgamos te avisaré . -Ella conforme con mi respuesta se dio la vuelta para irse con sus amigas al fondo del aula.

Todos en aquel lugar callaron al ver entrar al equipo de baloncesto. Eran unos seis chicos vestidos con la chaqueta del equipo, todos rodeaban a alguien, estaban eufóricos y hablaban al mismo tiempo. Cuando fui capaz de ver quien era no pude evitar rodar los ojos con frustración.

Era Daehyun, estaba un poco más bronceado y llevaba una camiseta de manga corta e iba enseñado a sus compañeros un tatuaje que ocupaba casi todo su antebrazo. No estaba muy segura pero parecía un ancla.

Pasó por mi lado para dirigirse a su mesa, no sin antes mirarme y guiñarme un ojo de forma coqueta. ¿No era que me faltaba culo? Quien entendía a los chicos.

Unos minutos después llegó la profesora seguida de Taeyong y Mark, Taeyong como siempre se dirigió a su lugar sin mirar a nadie, con paso decidido y la cabeza bien alta, sabiendo que era guapo y dejando que todo el mundo lo admirara, por otro lado estaba Mark quien vestía también con la chaqueta del equipo y saludaba amistosamente a todo con el que se encontraba.

Todos se sentaron en sus respectivos asientos cuando vieron a la profesora de brazos cruzados.

-Srta. Park, veo que otra vez incumple nuestras normas de vestuario... - Bajé la vista sin saber de qué hablaba y me di cuenta de que había vuelto a olvidar mi corbata. De verdad que estaba empezando a odiar las corbatas.

-Lo siento, no volverá a suceder. - Respondí con un tono de voz bajo pero aun así audible.

-Claro que no volverá a suceder. - Observé como la profesora caminaba por el aula con las manos enlazadas en su espalda, ¿a qué se refería?. - Ya es la segunda vez que incumple una de las normas más importantes de esta escuela, el código de vestimenta es inquebrantable y usted ya lo ha incumplido dos veces. - Se acercó a mi mesa y me miró con una mirada estricta. - Srta. Park, las normas están para acatarlas, no para romperlas.

No Manners. - mark leeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora