No Manners. - mark lee

37. una decisión /pt.2/

Mark estaba comportándose de forma extraña hoy. No quería ponerme paranoica pero me daba la sensacion de que estaba evitándome o quizás estaba molesto conmigo por algo. Fuera lo que fuera estaba preocupada.

-¿De qué quieres hablar? -Pregunté en voz baja. Nunca había estado con nadie pero sabia que cuando te dicen que tienen que hablar contigo no puede ser nada bueno.

Él parecía nervioso, no me miraba directo a los ojos como solía hacer. Estaba inquieto y yo ya no sabía cómo sentirme. Parecía sentirse culpable, fue entonces cuando me figuré a que se debía su nerviosismo.

-¿Es sobre lo de esta tarde? Si no puedes acompañarme al estudio no pasa nada, entiendo que tienes mucho trabajo en la compañia. -Dije poniendo mi mano en su hombro para mostrarle algo de apoyo. Él me observó por unos segundos sin decir nada, parecía que de verdad se sentía mal.

Su mirada se desvió hacia mi mano posicionada en su hombro y la apartó de allí. ¿Qué? ¿Por qué estaba tan distante?

-Creo que deberíamos dejarlo. -Se animó a decir fijando esta vez sus ojos en los mios. Yo dejé de respirar por unos segundos, sin poder creer esas palabras. Traté de analizar su expresión pero su mirada no demostraba nada, su rostro era neutro y no tardé en sentir un nudo en la garganta muy molesto.

Me quedé en silencio sin ser capaz de pronunciar una palabra. No me imaginaba para nada esto, no lo esperaba en absoluto.

-Di algo por favor. -Me pidió, ahora sus ojos parecían estar diciéndome algo pero no pude saber el que.

-¿Por qué? -Fue lo único que pude decir. Seguía sin poder creer esto.

-Creo que deberíamos centrarnos en nuestro futuro. -Parecía querer mostrarme que estaba convencido, pero supe que no era esa la razón por la que quería dejarlo.

-Mark, esa no es la razón. -Le respondí firme mientras daba un paso adelante, él se alejó de inmediato y eso me dolió. -Podemos estar juntos y preocuparnos por nuestro futuro. Dime la verdad. -Pedí mientras observaba cada gesto suyo con detalle.

-Grace dejémoslo así. -Su tono de voz cansado me hizo saber que no quería seguir con esta conversación. Pero yo no podía dejar esto como si nada. Necesitaba una explicación. ¿Por qué ayer estabamos bien y hoy estaba dejándome?

-No Mark, lo mínimo que merezco es una buena explicación. -Él suspiró cansado y llevó sus manos a su cabello desordenandolo, ese gesto de frustración hizo que me sintiera como si no fuera nada, como si estuviera cansado de mi, y no tardé en sentir las lágrimas acumularse en mis ojos -¡Deja de darme excusas de mierda y sé claro de una vez! -Grité, pero no fue un grito de enfado, fue uno de dolor. Mi voz temblaba y mi respiración estaba entre cortada.

Él se sorprendió pero siguió inmóvil frente a mi.

-Ya no me gustas. -Aunque su voz salió en un susurro, era firme y la presión en el pecho se hizo presente al pensar que él ya no sentía nada por mi.

-Mark, una persona no se acuesta una noche queriendo a alguien y se despierta al día siguiente sin sentir nada hacia esa persona. -Sabia que trataba de auto convencerme pero ya no sabía que hacer para tratar de proteger mis sentimientos.

-Supongo que no te quise. -Esas palabras me hicieron retroceder. Aunque mi vista estaba algo borrosa por las lágrimas acumuladas, pude distinguir como Mark me observaba sin inmutarse. La neutralidad invadía toda su expresión. Y al ver aquella frialdad unas lágrimas descendieron con rapidez por mis mejillas.

Las limpié con rabia. Odiaba llorar por alguien.

-¿Entonces lo que había entre nosotros que era? -Pregunté sin apartar mi mirada de la suya. Era consciente de que ahora mismo mis ojos se verían rojos y vidriosos, pero no me importaba que me viera así, después de todo era su culpa.