No Manners. - mark lee

36. una decisión /pt. 1/

MARK

Ahí estaba Grace, al otro lado de la calle distraída con su teléfono. Estaba esperando delante del restaurante donde habíamos quedado. Estaba esperando por mi.

Una notificacion me advirtió de que tenía un nuevo mensaje y tragué saliva al ver que era ella.

Grace:
Ya estoy donde hemos acordado, ¿cómo vas?

La observé de nuevo. No quería hacerle esto, no quería hacernos esto. ¿Cómo iba a dejarla e ignorarla? Iba en contra de lo que yo sentía. No quería separarme de ella, no quería hacerle daño. ¿Pero qué pesaba más en la balanza? ¿Lo que sentimos o nuestro futuro? Si me llegan a preguntar hace unos meses habria dicho que el amor podía esperar, que lo primero era ocuparse por el futuro. Pero desde que conocí a Grace que muchas cosas habían cambiado, no estaba preocupado por mi debut, no podía concentrarme en los ensayos y ella siempre andaba en mi mente.

Podría tomar esto como una oportunidad para que los dos pudiéramos centrarnos en nuestras metas, podriamos separarnos, construir un futuro cada uno por su cuenta y después volvernos a encontrar e intentarlo de nuevo, pero no quería esperar, no quería pasar ni un minuto más sin ella. ¿En que momento me había hecho tan adicto a Grace?

Caminé por la calle tratando de ocultarme, dirigiéndome al piso que compartía con los chicos. No iba a dejarle plantada sin decirle nada pero no sabía que responder.

Mark:
Me ha surgido un imprevisto, no voy a poder ir

Era tanta la presión que sentía en el pecho que la tarea de respirar se complicó. Todo esto era culpa mía, estaba a punto de debutar y no podía ser tan descuidado con estas cosas, ¿cómo había podido dejar que Suri nos hiciera fotos?

Sentía ira e impotencia. Corrí hasta que llegué a casa, con la respiración agitada y el corazón en un puño. No había nadie, era el primero en llegar. Me tumbé en la cama y suspiré pesadamente.

Por mucho que lo intentara no conseguía imaginar un escenario en el que yo dejaba a Grace. Me levanté frustrado y escuché el teléfono sonar. Era un mensaje.

Grace:
Es una lastima. Tenía muchas ganas de cenar contigo, pero no pasa nada. Espero que no te hagan trabajar mucho, descansa

Sentí ganas de lanzar el móvil contra la pared de la frustración. Esto no podía ser real.

Se me ocurrió llamar a Johnny y contárselo, él seguro vería las cosas desde otro punto de vista y podría ayudarme.

-Hey Mark, ¿ya has terminado la práctica? -Escuché a Johnny al otro lado de la línea.

-Si, ¿y tú? -Pregunté tumbándome en el cama de nuevo.

-Acabo de llegar a casa, hoy estoy reventado, doble turno de baile. -Respondió Johnny suspirando. Por su tono de voz podía percibir que de verdad estaba cansado. -¿Querias algo?

-Sí. -Contesté. No sabía muy bien como empezar a contarle. -He hablado con Suri.

-Entonces tienes que contarme algo malo, supongo. -Johnny no soportaba a Suri, de hecho, él y Yuta eran los que más exteriorizaban el desagrado por la chica.

-Si bueno, resulta que tiene fotos mías con Grace. -Hubo un silencio en la línea.

-Joder Mark, estas jodido, ¿con qué te ha chantajeado? -Preguntó molesto.

-Quiere que deje a Grace.

-¿Qué gana ella con eso? -Parecía estar bastante confuso y la verdad es que en su momento yo también lo estuve.