XI: El digiespirit bestia de Takuya

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Aquí estaba yo, sobre el hombro de mi enemigo quien me había secuestrado. Estábamos por unas montañas, tenía mucho miedo de lo que fueran a hacerme, si no estoy mal me llevara con Ranamon...

Puede que hasta aquí llegue mi aventura, lo poco que duro fue muy divertido, extrañare a los demás. Sin darme cuenta mis ojos comenzaron a ser llorosos mientras pensaba en que tal vez moriría cuando Grumblemon se detuvo.

Frente a él estaba lo mismo que había visto en mi sueño, con múltiples ojos en su cuerpo. Si existía y era real. Sus ojos se fijaron en nosotros y sentí como hacia contacto visual con los que podía. Mis lagrimas caían al suelo sin darme cuenta debido al nuevo digimon.

Sus ojos seguían mis lagrimas caer, estaba tan distraída viéndolo que no escuchaba la conversación que parecían tener, cuando Grumblemon fue golpeado por este tirándome al suelo.

- Por qué haces esto, Duskmon- grito Grumblemon.
-Le debo la vida y le regreso el favor salvándola- dijo mientras se acercaba a mí, retrocedí un poco pero el mantuvo su distancia. Grumblemon desapareció y quedamos solos.

Duskmon se agacho a mi altura y limpio con cuidado mis lágrimas.

- Por allá, existe un pueblo - me señalo hacia un sector entre el bosque y las montañas. Asentí, él se levantó y camino en dirección contraria.

- Etto... ¿Volveremos a vernos? - lo vi detenerse, mirarme y seguir caminando.

Llevé mi mano a mi mejilla y creí sentir el toque de sus manos. Cálidas y frías a la vez, un sentimiento extraño de explicar...

Mientras bajaba la montaña pensaba... ¿a quién le he salvado la vida? Cuando era más pequeña o tal vez a algún perrito o gatito o tal vez el chico de la gorra del metro cuando vine aquí.

Técnicamente le salve la vida o tal vez no...

Los demás deben de estar preocupados, Zoe, Neemon, Koji...

Zoe ha de estar destrozada por dentro, después de todo su digiespirt fue robado y Koji al no haber podido salvarme, aunque tenía ambos digiespirit debe de estar muy frustrado, pero con la ayuda de Takuya, Jp y Tommy estoy segura de que saldrán adelante, además están los digimons con Bokomon y Neemon nada malo puede pasar entre ellos.

Al terminar de bajar la montaña estaba anocheciendo, así que busque leña y algo de comer. Mientras recogía la leña vi a unos digimons comiendo unas extrañas bayas, aprete la leña contra mí y me escondí detrás de un árbol a esperar a que se fueran.

Pasaron unos cuantos minutos y ya se habían ido, me acerque a los arbustos y saque cuantas bayas pude y las guarde en mi mochila. Tome la madera y me aleje de los arbustos.

Con mucho, mucho esfuerzo logre encender una fogata. Me senté a un lado con la mochila frente mío a vigilar el fuego y comer. Tenía una mano en mi bolsillo sujetando mi digivice en caso de que algo saliera de las sombras a atacarme. Cuando termine de comer, cerré la mochila y sin quitar la mano del digivicie mire el fuego sintiendo como el sueño de apoco me llegaba.

No recuerdo en qué momento me dormí, solo sentí unas frías pero cálidas manos en mis piernas y espalda me levantaban. En esos momentos en que estaba en el aire me sentía tan cómoda.

Abrí los ojos y estaba apoyada sobre un árbol y alguien había apagado la fogata. Me levante de golpe y revise mi bolsillo.

Mi digivicie estaba en mi bolsillo, revise mi mochila y tenía todo. Vaya suerte, Gracias quien quiera que haya apagado la fogata.

Suspire aliviada, no quería pensar en cómo había llegado al árbol, pero estaba muy agradecida. Comí unas bayas y seguí mi camino en la dirección que Duskmon me había señalado.

La nueva elegida (Digimon Frontier)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora