No sé cómo, pero había vuelto a mi sala de clases de Tercer grado. Estaba sentada en mi lugar con mi mochila a un lado, lo tibios rayos de sol que traspasaban la ventana. Mire el reloj y eran las 4:45, la fecha en la pizarra era del día en que todo cambio.
— Fujiwara-chan. — escuche desde la puerta del salón.
— Himeko-san...— era Himeko Ichigo de la clase de al lado.
— No, no, Himeko-chan. Recuerda que somo amigas, las amigas siempre se ayudan y se hacen favores — su sonrisa daba miedo— así que... ¿pudiste cumplir con el favor que te pedí?
— Sobre eso... lo siento Akatsuki nii-chan no podrá venir ni pude sacar su toalla como me pediste...
— M-a-i-chan, a que te refieres a que lo sientes, debiste haber hecho tu mejor esfuerzo como las amigas que somos. Almuerzo contigo todos los días y paso los recesos contigo o ... quieres volver a aprender la lección— miro fijamente los moretones en mis piernas.
Negue rápidamente, tenía que ir al patio en donde estaba jugando mi hermano. Con él presente estaría a salvo.
— Mai-chan, traje unas nuevas amigas. Ellas son: Rinko-chan de quinto grado, va en la misma clase que tu hermano. Usagi-chan de cuarto grado y adivina la última, tu amiga de primer y segundo año... Kokoro-chan. — a medida que las iba nombrando ellas iban entrando. Kokoro-chan quien fue mi única amiga apartaba la mirada.
— Chicas... sujétenla, le enseñaremos una pequeña lección. — Himeko me sostuvo el cabello desde mi cinta y comencé a forcejar para soltarme a la vez que evitaba a las demás.
Cuando lo logre corrí hacia la primera puerta del salón, pase por otro salón sin importarme lo que me dijeran los demás de no correr. La primera vez que pase por esto, tenía tanto miedo que me quede quieta y fue peor. Ahora evitare a cualquier costo que ocurra.
En Tercer grado mi cabello era tan largo como el de mi madre y lo llevaba suelto, pero luego de los accidentes de Himeko y que me lo cortara un poco, mi hermana me lo recogía con una cinta tal como ella lo usaba. Mis hermanos mayores junto a mi madre fueron a hablar a la escuela, pero no hubo ningún cambio.
Baje las escaleras evitando chocar con un chico del cual solo alcance a escuchar un preocupado: ¿Estas bien?
Me sostuvo de los hombros para analizar mi estado, fue en ese instante en que me percate que mi cabello estaba suelto y que estaba temblando y lagrimeando.
No les preste atención a sus palabras ni intente pensar de que clase era porque detrás de él venían acercándose la tal Rinko con Himeko.
— Suéltame...por favor.
Al escucharme hablar de la sorpresa me soltó y aproveche para bajar las escaleras corriendo, estaba en el tercer piso y mi hermano en el primero. Tenía que apurarme. Detrás mío venia Rinko y Himeko pero en el segundo piso me esperaban Kokoro y Usagi así que corri más rápido y cuando estaba por llegar al primer piso me tropecé y caí por las escaleras.
Mientras me intentaba levantar ellas fueron más rápidas y me llevaron a una sala en el primer piso. Normalmente estarían los alumnos de Primer y Segundo grado, pero estos ya habían salido hace media hora.
Me tiraron al final de la sala y Kokoro se puso a vigilar la puerta.
— Nunca más. Nunca más intentes escapar de nosotras, recuerda que somos tus amigas — Himeko saco unas tijeras, Usagi me tomo del cabello mientras que Rinko me afirmaba.
— Bye bye lindo cabello.
Vi el primer mechón caer mientras ellas se reían.
— ¡Deténgase! ¡Hare todo lo que pueda!
— Ups, muy tarde — dijo Usagi mientras tiraba todo el cabello que sostenía. Mi pelo mal cortado me llegaba hasta los hombros.
— No será que... Mai-chan a estado ocupada con chicos, escuche de Keiko-kun de cuarto grado que era muy linda.
— Yo también lo escuche de uno de Quinto y otro de Tercer grado.
— Mai-chan — dijo Rinko mientras de su bolsillo sacaba un corta cartón — si te hago unas líneas en tu rostro... Akatsuki-kun dejara de parlotear de su linda hermana y se fijara en las demás de su salón. No solo Akatsuki-kun todos aquellos que hablan a tus espaldas. Sosténgala.
Himeko y Rinko afirmaron mis brazos mientras movía mi cara evitando que fuera cortada cuando sentí frio en mi pierna.
Mire como un líquido escarlata comenzaba a caer, me había hecho un corte y mi sangre comenzaba a salir.
— ¡Paren!, ¡Rinko, Detente!
Dolor fue lo único que sentí en mi mejilla, me había pegado una cachetada y mis lagrimas caían. Me afirmo la cara con la mano izquierda y sentí la fría cuchilla en mi mejilla cuando la puerta se abrió de golpe.
— Oye, Kokoro te dijimos que vigilaras sin importar lo que escucharas de tu amiga o quieres que te tiremos piedras a la salida igual que los otros días...
Kokoro estaba llorando, en la puerta estaba Akatsuki-niichan quien entro corriendo seguido de un maestro.
— ¡Mai!
— Nii-chan...
Aprovechando que me habían soltado para caminar hasta mi hermano para abrazarlo y llorar. Me tomo en brazos para dirigirse a la puerta.
— La llevare a la enfermería.
El maestro asintió y Kokoro cerró la puerta mientras se disculpaba una y otra vez, esa fue la última vez que la vi luego supe que se había mudado al campo con su familia.
Al llegar a la enfermería, la enfermera fue por todo lo necesario.
— ¿Cómo...supiste donde...
— ¿Dónde estabas?, un chico de Cuarto grado me dijo. Recuerdo que tenía el cabello naranja... de igual forma no te preocupes Mai. Onii-chan esta aquí— me abrazo mientras sostenía mi cabeza con su mano— mientras Onii-chan este aquí...nada te volverá a pasar... nunca pero nunca más.
Mi hermano comenzó a temblar y cuando la enfermera volvió se alejó rápidamente de mí y salió de la sala.
— ¡Mai!
— ¡Mai, despierta!
Abrí los ojos, todo se veía apagado y me dolían los brazos. Mire hacia un lado y estaban Zoe, Jp, Tommy y los digimon encadenados de la misma forma que yo, pero me daba lo mismo, sentía que todo me daba lo mismo.
Frente a nosotros apareció Ranamon con Mercurimon, ya estaba harta de todo quiero volver con mis hermanos y mi familia.
— Oye, Ranamon. ¿Te parece hacer una fusión?
ESTÁS LEYENDO
La nueva elegida (Digimon Frontier)
FanfictionQue pasaria si ¿el digi espirit del agua se hubiera dividido en dos?, la parte buena y la maligna que seria Ranamon. Descubramoslo con nuestra nueva Digielegida, Mai y su viaje al digimundo.