XXI: Pero...

276 22 8
                                    

Pero Duskmon comenzó a reírse.

— Soy Duskmon, el digimon de la oscuridad. No puedo ayudarte— paso a mi lado indiferente, sentí una opresión en mi pecho — cuando me lleve sus digiespirt me la llevare para que la fusión sea completada con éxito— al verlo amenazar a los demás recode las palabras de Koji.

Tenía razón debí dudar de él, pero de tan solo pensarlo dolía tanto. Mi ojos se pusieron llorosos, en cualquier momento me pondría a llorar, el pecho me dolía como si me hubieran roto el corazón, me sentía traicionada.

— Creí que éramos amigos...— susurre, Duskmon levanto aquel brazo con el que mato a Arbormon y apunto a los demás.

— Demuéstrenme que tan fuerte son— me levanté rápido y sostuve su mano, pero su fuerza era mayor atacando a los demás. Me afirme con fuerza para evitar caer como mis lágrimas.

— Tú no eres así... eres un buen digimon que busca compañía porque se siente solo, que busca un amigo...

— La deuda fue pagada en aquel momento en que te salve, luego corrobore la mercancía.

— ¡Mientes! ¡Eso no es verdad! ¡No puede ser verdad!

Caí al suelo mientras lloraba y Duskmon atacaba a los demás, sentía tanta impotencia tanto enojo. Nunca le importé, no fui nada para él, pero... recordé aquel momento en el bosque en que toco mis mejillas revisando y acaricio mi cabeza... algo estaba mal.

Duskmon se mantenía peleando con los demás, pero sus ataques no tenían alcance.

— Es ese acaso su nivel, así de débiles son.

A la vez que BurningGreymon se levantaba del suelo, tome mi digiespirt con la intención de luchar.

— Te mostraremos que no somos tan débiles, Tormenta de Fuego.

No hubo reacción de parte de Duskmon, el tornado queda girando en un solo lugar me levante, pero Lobomon toco mi hombro.

— No tiene caso, te lo dije no es así— miré en otra dirección mientras que Lobomon se dirigía a los demás— aprovechemos de huir, somos muy débiles con nuestros niveles actuales.

Lobomon me llevo al hombro y corrió junto a los demás dándonos a la fuga.

Cuando estuvimos lejos volvieron a sus formas humanas y caminamos buscando refugio. Lo mejor sería separarme de los demás, a donde quiera que vamos soy demasiado débil para ayudar, Duskmon me busca, pero no en la forma de antes ahora es un busca malo.

Aprete mis manos, seguía con la mirada abajo, Takuya se quejaba de nuestra fuga mientras que Koji quería pensar en una estrategia.

— Busquemos un lugar seguro por ahora, pensaremos una solución o una forma de salir de esta por el momento.

Tommy se detuvo cabizbajo.

— ¿Creen...que haya un lugar seguro?

— Vez lo que haces Koji, todo por la pelea que acabamos de realizar— dijo Takuya— Demuestras muchas debilidades, debemos ser agresivos.

— Acaso no lo percibiste, su poder era tan grande que si lo comparamos con los nuestros, aun juntos, falta mucho para que nos pongamos cerca del suyo.

— Yo...lo siento, todo es mi culpa. Si tan solo hubiera dudado más, si no hubiera caído en la boca del lobo, si no fuera la mitad... no estarían en tanto peligro.

— No digas eso Mai, no es tu culpa.

— Pero...

— Vamos a comer— me interrumpió Bokomon— el enfado de Takuya y el decaimiento de Mai son prueba de que tienen hambre, así descansamos y podemos tomar las cosas con calma.

La nueva elegida (Digimon Frontier)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora