Capítulo 58. El juicio del monarca

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De espaldas al sol, Peter Pevensie se veía radiante y atemorizante en aquella armadura plateada, Lucy imaginó que poco le faltaba a su hermano para poseer un halo de luz que le rodeara el cráneo aunque por dentro su corazón estuviese pintado de negro.

Era el momento, no había tiempo para excusas ni arrepentimientos, los flashes en su mente; relámpagos salvajes de imágenes y gritos de cuando su hermano y Caspian la tuvieron así, cautiva como un animal en jaula. Era momento de cobrar cada lágrima de sangre y llanto que le habían cohecho derramar.
Lucy limpio su espada con el pasar de sus dedos sobre la metálica hoja mientras sus ojos distinguían a través del yelmo la mirada celeste de su hermano.

—Mira hasta dónde te ha llevado tu avaricia Peter—dijo Lucy señalándolo, ambos daban vueltas en el campo de batalla.

—Aún no llego a mi meta—tuvo el descaro de responder Peter.

—¡Y no llegaras!—soltó Lucy un grito de batalla para alzar su espada.

Al cabo de un instante las dos espadas destellaban brutales ante el sol, escuchándose el estrepitoso sonido del metal al chocar. Peter hacia un autentico uso de su peso y estatura pero Lucy era liviana y pequeña perfecto para salir ilesa de las torsiones de su hermano y escabullirse entre los giros que describían, hasta que el golpe del escudo de su hermano la golpeó como el caer de una roca sobre su frente, haciéndola caer contra el suelo, pero un veloz giro la hizo salvarse del clavar de la espada de su hermano sobre el pasto, quedando a un par de centímetros de la nariz de la reina.

Peter intentó desenterrar su espada pero el metal se había enredado con una raíz bajo tierra, momento perfecto para que Lucy le empujara de una pata a su hermano, haciéndolo caer desarmado. El sumo monarca se retorció en el suelo mientras veía a su pequeña hermana convertida en toda una guerrera, pues había aprendido del mejor: Él, solo que nunca imaginó que el estudiante tornaría contra el maestro sin embargo ahí estaba tirado en el pasto, con sus dedos resbalándose entre la sangre y la tierra del campo, viendo como Lucy "La valiente" se acercaba lentamente dispuesta a hacerle honor a su titulo.
Pero el sumo monarca no era fácil de vencer.

El sumo monarca tomó rápidamente entre sus dedos un montículo de tierra para después aventarla directo hacia los ojos de su hermana menor. Los ojos de Lucy ardieron hasta ponerse rojos, arrebatándole mas de un grito de dolor.

Fueron esos segundos en los que Peter aprovechó para levantarse y tomar su espada, corriendo directo hacia ella, quien seguía con los ojos cerrados y sus manos frotándolos tratando de sacar los granos de tierra que se le metían hasta la parte detrás de sus ojos.

Peter corrió...
Levantando su espada...
Lucy seguía sin moverse...

¡Y ENTONCES!.

Una espada celestial se interpuso en su camino, derribando sus pies, haciéndolo rodar contra el suelo.

Alison se paró frente a él, con la respiración entre cortada y el corazón desbocado como si fuese un caballo trotando rumbo al infierno. Iba a tomar el control, por el recuerdo de su hermano y la fuerza de Narnia y la bendición de Astan y Aslan, ese momento se convertiría en su verdadera coronación como reina y señora de Narnia. Iva a vencer al Sumo Monarca.

—Te estuve esperando—se burló Peter mientras se levantaba para volver a su posición de guardia—. Veo que tienes lo que me pertenece—Peter miró la espada de cristal.

𝑵𝑨𝑹𝑵𝑰𝑨: 𝑳𝒂 𝑬𝒔𝒑𝒂𝒅𝒂 𝑫𝒆 𝑪𝒓𝒊𝒔𝒕𝒂𝒍✰︎ೃ °➫𝑪𝒐𝒎𝒑𝒍𝒆𝒕𝒂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora