CAPÍTULO 6

1.9K 238 47
                                    

Capítulo 6: YinYang



Durante la noche Xiao sintió que su cuerpo era rodeado y después una ola de calor se pegaba a su cuerpo y envolvía su cuerpo. Sentía el acogedor apego de otro cuerpo y por un momento aprecio ese agarre que le transmitía una extraña paz y seguridad, pero un golpe de realidad lo hizo levantarse de golpe para ver qué era. La luz del sol se colaba por la ventana y chocaba de lleno con la cama, pero aparte de él no había nadie más en la habitación. Pensando que talvez solo habían sido ideas suyas de desperezo y se dispuso a ir a hacer el desayuno.

Los recuerdos del día anterior lo golpearon una vez que llegó a la sala que conectaba con la cocina por una puerta. En el sillón, dónde se suponía que debía haber un joven acostado, estaba vacío y apenas habían dos almohadones fuera de su lugar. Sobre la mesa frente al sillón había una taza de lo que supuso era café. 

Xiao soltó un suspiro al ver que no había tenido la decencia de levantar lo que uso y lavarlo.

-¿Yibo? -llamó al aire pero no obtuvo respuesta. -¿Yibo? -volvió a preguntar pero solo hubo silencio. 

Era obvio suponer que el menor se había ido antes de que el mayor despertara. No se sentía decepcionado por su desaparición o mal por el hecho, pero si confundido por su desaparición. Al entrar a la cocina vio todo como lo había dejado el día anterior. No pudo evitar cuestionarse si ese niño iba a volver a desayunar o simplemente no tenía intenciones de volver y solo se volverían a ver cuando se hiciera el pacto.

Al momento de abrir la heladera sintió su estómago gruñir, recordó que el día anterior no había podido comer nada aparte de un té a la mañana, aunque apenas fue una taza pequeña. Entre la sucesión de eventos no se había concentrado en su salud y en cómo está le podría afectar mo tener una alimentación digna. 

Una vez los elementos estaban sobre la mesada estiró su brazo para encender la radio. Ya con la música como su compañía se puso manos a la obra con el desayuno. Amaba comer y teniendo en cuenta que ayer no había podido almorzar y tampoco cenar decidió hacer un desayuno cargado de vitaminas. Algo saludable pero pesado para poder calmar su hambre. 

En la radio empezó a sonar una canción familiar y que a Xiao le gustaba mucho, no sabría si considerarla su canción favorita, pero si era una canción muy linda de oír y cantar, hasta sería la canción perfecta para dedicarle a alguien especial si la veía de otra manera. Aunque aún no había encontrado nadie digno para una canción así, y tampoco era algo que le debería importar.

-En un café a la orilla izquierda del Río Sena -empezó a cantar Xiao Zhan mientras sacaba la carne de cordero del freezer y la metía al microondas. -Tengo una taza en mi mano, para probar tu belleza deja una impresión en mis labios.

Xiao se dispuso a hacer unos fideos de trigo, le parecía un desayuno muy justo y no le demoraría más de media hora. 

Extendió una mano y se robó una galleta de arroz de una bolsa mientras en una olla ponía el agua y en una sartén aceite para que la carne no se pegue, después puso la primera al fuego. 

Detrás de él no pudo ver que un cuerpo lo veía mientras se movía de lado a lado en la cocina al compás que cantaba Love Confession. Yibo sonrió al oírlo cantar, nunca se habría imaginado que tendría una voz tan melodiosa como el canto de una sirena, básicamente atrayente y de la que no podías dejar de oír. 

Se alejó del marco de la puerta y con pasos lentos y silenciosos se acercó a Xiao, este seguía cantando tranquilo sin parecer en ningún momento percatarse de su presencia. Como le daba la espalda no podía ver qué estaba haciendo con exactitud sobre la cocina solo veía su brazo moverse, pero eso no importó mucho cuando apenas se encontró a cinco pasos del cuerpo del mayor y este se giró de golpe con un cuchillo en la mano que apuntó directamente al cuello del menor, la punta no le llegó a cortar aunque sintió como el filo rozó su piel. 

¿Qué es lo bueno y qué es lo malo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora