¿Qué es lo bueno y qué es lo malo?

CAPÍTULO 8

Capítulo 8: Sin Marcas

-No es necesario que te molestes tanto Xiao Zhan -le dijo Liu HaiKuan. 

Ambos se encontraban en la puerta de la habitación de Wang Yibo. Después de que el menor se desmayara inmediatamente se acercó Xiao Zhan a revisarle el pulso el cual estaba acelerado, fuera del rango de lo normal pero aún así estaba bien. O por lo menos lo que sentido común catalogaba como bien. Y gracias a la ayuda de HaiKuan fue capaz de llevarlo a su habitación y dejarlo sobre la cama. El menor en ningún momento dió indicios de despertar, y eso solo preocupaba más a Xiao. 

-Su médico de confianza está de viaje, yo tengo una amiga capaz de ayudarnos. -insistió.

-No sé… -dijo dudoso. 

Yin como toda otra mafia -o cualquier organización ilícita -tenía un médico de confianza para atender tanto un resfriado como una herida de bala, estos eran contratados y recibían una coima para no decirle nada a la policía sobre ellos. Después de todo los policías por obligación debían avisar a la policía si recibían un herido de bala ya que podía ser un criminal o alguien metido en problemas. 

Entendía su desconfianza, pero este no era un momento para preocuparse por ello.

-Señor HaiKuan, confíe en mí. Ella es mi amiga nunca diría nada, además es de mi absoluta confianza. 

Algo se tenso en la expresión de Liu HaiKuan, pero con una sola mirada hacia la puerta cerrada de la habitación de Yibo le bastó para asentir hacia Xiao.

-¿Sabes lo que pasará si es mentira? -su tono amable no concordaba con su amenaza.

-Lo sé. 

-Perfecto, -por primera vez puedo ver la sonrisa de Liu HaiKuan dirigirse hacia él- llame a su compañera la esperemos abajo.  

Sabía que debía aprovechar el momento que tenía ante el líder de Yin para buscar la forma de entablar una relación lo suficientemente cercana que le permitiera hacer que filtre información. Pero en un momento como este Xiao Zhan no podía pensar en otra cosa que no fuera en Yibo cayendo inconsciente en el piso. Y como un extraño sentimiento de terror le recorrió todo el cuerpo.

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-No puedo creer que enserio me haya disparado. -gritó ZhouCheng, que se encontraba sentado en el sofá, tenía puesta una camiseta liviana y por el cuello de esta se podía ver unas vendas blancas. -Eso fue una traición a nuestra amistad.

-Fuiste muy impulsivo -dijo Xuan Lu, que se acercó a ZhouCheng para dejar una taza de sopa delante de él sobre la mesada -no debiste haber hecho lo que hiciste. 

-Si lograba herir a Yibo podría llevarlo conmigo y hacerlo hablar. -siguió gruñendo -una vez éste herido Xiao podría encargarse de los guardias en un parpadeo. 

Xuan Lu suspiró antes de sentarse delante del policía.

-ZhouCheng…

-Sonaba mejor en mi cabeza -admitió, dejando caer su cabeza sobre sus manos.

No había nadie más consciente que él para decir que su acto fue impulsivo y su plan hecho en un estado de furia tal que no pensó que parecía más una idea de Drama policial barato en vez de algo que pudiera llevarse a cabo con éxito. Si Xiao Zhan no hubiera estado en ese momento, él no hubiera salido vivo de eso. No solo Wang Yibo podría haberlo herido de gravedad si no que sería torturado hasta soltar todo de Yang. 

Entendía porque Xiao lo quería lejos, sabía mejor que nadie que estaba asustado porque algo le pasara. Pero también él estaba preocupado por lo que podría pasar si no estaba él para cuidar su espalda, sabía que era mucho más capaz que él en todos los sentidos, pero si miedo y frustración lo había hecho enojar y actuar sin razón.