Máscara de hechiceros

cap19

-kagome, q sucede contigo? Por q alucinas con ese muchacho?- se preguntó a si misma y se paró para continuar su camino a pie y jalando las riendas de su caballo caminó sintiendo una alegría la cual era inexplicable.
Sentía estar siendo observada por alguien pero en su corazón y su mente rondaba la idea de q era el ojidorado, no quería pensar otra cosa; prefería q fuese el espíritu de aquel apuesto joven y no un ente maligno.
-sus ojos eran como los de su hermano... Su cabello también...- suspiró con melancolía. -si tan solo estuvieras vivo- susurró mirando a lo lejos la casa de Kikyo.
El ojidorado quien estaba suspendido en el aire a unos metros de ella escuchó aquel susurro y esbozó una sonrisa, quizá después de todo ella no estaba tan enamorada de yöhei.
"Q harías si me vieras frente a ti?" Se preguntó mentalmente viendo a la chica alejarse.

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-ya no puedo más Jakotsu, necesito verla y según Naraku es Inuyasha quien me está impidiendo el paso hacia la casa de Kagome- estaba abatido, no sabía q hacer, se sentó en el piso y colocó sus manos sobre su cara.
-hermano, no te preocupes, encontraremos la manera q te veas con ella... Mmm- el joven afeminado se sentó al lado del moreno y suspiró. -ya sé! Por q no vamos al pueblo, ella siempre va en las mañanas a correr- bankotsu alzó la mirada y sonrió.
-tienes razón, así podré verla y aclarar toda esta mierda!- ambos se pusieron de pie y se abrazaron para luego planear q le diría a la azabache al día siguiente.

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Touga volvió a casa furioso, no había encontrado ni rastros de su hijo mayor y a estas alturas era obvio; si un hechicero había ocupado el cuerpo de su hijo para hacer el ritual de sabiduría y juventud era obvio q ese cuerpo ya había sido incinerado para no dejar rastro.
-inuyasha!!!- gruñó sabiendo q su hijo estaba en la habitación, su olfato no lo engañaba, estaba ocupado sacudiendo a su amigote. -inuyasha!!! Deja de pajearte y ven de inmediato, deberías pagarle a una puta en vez de estar autocomplaciendote!!!- al no recibir respuesta de su hijo desprendió parte su esencia demoníaca y el joven q estaba tranquilo en su habitación con unos audífonos escuchando música y dándose placer salió de la cama, se arregló las ropas y salió a ver q sucedía con su padre.
-q pasa?- indagó al verlo tomar un trago de coñac.
-busca quien te quite las ganas, no deberías estar masturbándote, sabes q las mujeres caen rendidas a tus pies y tu aquí de pendejo- permanecía de espaldas a su hijo y con los ojos rojos como brasas.
-yo.. pues... Etto...- el joven estaba rojo hasta las orejas por la vergüenza.
-degenerado- espetó el peliplata dando media vuelta para quedar de frente con su hijo.
-padre... Yo... Quiero decirte q... Es q...- no encontraba las palabras correctas para decirle a su padre.
-habla maldita sea!!! Y no me salgas con q eres gay!!!- gruñó con el ceño fruncido.
-NO!!! Yo solo quiero q sepas q tengo novia... Ella es la hembra indicada.
-como lo sabes?- inquirió mirándolo a los ojos.
-la he reconocido... Desde el primer instante supe q era ella la indicada- respondió firmemente.
-conoces la regla de apareamiento verdad?- demandó a saber el peliplata achicando los ojos.
Inuyasha sintió su corazón detenerse ante la pregunta de su padre, él conocía aquella vieja y a su parecer obsoleta regla.
-padre... Tu no me harás esto verdad?- preguntó con miedo, sus manos temblaban y sus ojos se inundaron de lágrimas las cuales luchaba por q no salieran.
-inuyasha... Es la ley- reafirmó Touga muy serio. El joven de ojos dorados frunció el entrecejo y apretó los dientes y puños, dió media vuelta y salió de la casa hecho una fiera; no estaba dispuesto a cumplir con aquella maldita regla de apareamiento, él deseaba estar con Kikyo, ser el primero y el último en probar su cuerpo, su esencia, no quería cumplir con aquella maldita regla en q el padre aprobaba a la hembra correcta para su hijo acostándose primero con ella y dejando su esencia en ella eternamente. No, jamas permitiría tal aberración, esa "ley" era anticuada e inadecuada a las circunstancias actuales, ninguna mujer aceptaría eso, quizá lo tildaría de loco o enfermizo si le proponía eso así q primero lo primero; tenía q decirle la verdad a Kikyo.

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Naraku había organizado a un comando de asesinos para acabar con Touga, no iba a permitir q éste siguiera con vida, él deseaba ser el hechicero más grande a nivel nacional e internacional.
-este es Touga Taisho, tiene aproximadamente entre 43 y 45 años de edad, tenia dos hijos pero uno de ellos fue borrado de este mundo por uno de mis toros asi q ahora solo queda Inuyasha Taisho- explicó mientras mostraba fotos de los albinos a sus matones.
Tenía dos propósitos para con su enemigo: matarlo y con su cadáver hacer el ritual de sabiduría para apoderarse de todos aquellos conjuros q éste sabía y q tsubaki no había querido enseñarle.
Para con el menor de los Taisho tenía más cosas planeadas: matarlo y hacer el conjuro de juventud con su cadáver, queria sacarlo del camino para quedarse con Kikyo pero también para quedarse con aquellas 3 poderosas espadas q los Taisho poseían: tessaiga, tenseiga y bakusaiga. El sabía de esas espadas ya q durante ellos estaban bajo la enseñanza de tsubaki vió con sus propios ojos el poder sobrenatural de éstas.

FLASHBACK

-esta mujer no tiene cura!- exclamó Naraku delante de la paciente la cual al oír esto se soltó en llanto. La mujer había llegado con un inmenso dolor abdominal y el trio de hechiceros la había revisado; habían determinado q el apéndice le había reventado.
-calla esa boca!- espetó Tsubaki. -esto no termina hasta q suelte el último aliento, mientras tanto haremos todo lo q esté en nuestras manos- añadió con el ceño fruncido y acariciando la espalda de la paciente.
-hay cosas q están fuera de nuestras manos más no del poder sobrenatural de tenseiga- aseguró serenamente el ojidorado.
-q pu..- las palabras de Naraku fueron interrumpidas por Tsubaki.
-salgan de acá, le daré un bebedizo- ambos varones salieron de la habitación y Naraku soltó la interrogante.
-q putas es eso de tenseiga? Ustedes están ocultándome hechizos efectivos y poderosos, exijo q me enseñes ese hechizo, también busco ayudar a los demás así q no tiene caso q me oculten nada.
-fernen kaisis eterum sishgá- se escuchó claro y fuerte; Tsubaki había recitado el conjuro para q la paciente muriese rápido.
-habla!!!- exigió Naraku con el ceño fruncido.
El peliplata caminó hacia una de las habitaciones q mantenía bajo llave y su compañero le siguió.
-ya verás- fue lo único q Touga expresó antes de sacar de su pantalón la llave q abría la habitación.
Ambos entraron y vieron tres espadas sobre una mesa. Se quedaron observándolas y repentinamente una de ellas empezó a emitir una tenue luz al mismo tiempo q vibraba levemente como si de un corazón latente se tratase. Touga se acercó a la mesa y tomó la espada. 
-esta es tenseiga- dijo sin verlo, dió media vuelta y salió de la habitación con Naraku q muy intrigado le seguía. Entraron a la habitación donde permanecía Tsubaki junto a la paciente fallecida, Touga se acercó, entrecerró los ojos y blandió la espada sobre el cadáver de la mujer.
Poco a poco la mujer abrió sus ojos y lo primero q hizo fue tocar su abdomen; ya no dolía, todo estaba bien.
Naraku quedó boquiabierto ante la asombrosa escena y sin dudarlo dos veces empezó a indagar sobre tenseiga y las otras dos espadas q habían en la habitación q permanecía bajo llave.
FIN DEL FLASHBACK.

Ahora empieza lo mero bueno...

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