cap25

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Con una gran erección bajo sus jeans y una hoguera incendiando su interior el youkai había tenido q posponer aquella plática con la azabache, había sentido la presencia de Bankotsu en las cercanías y él sabía del hechizo de las agujas q Inuyasha le había puesto para q éste no se pudiera acercar a Kagome y ésto lo preocupó; o Inuyasha había quitado las agujas o Bankotsu traía consigo una poderosa protección. Inhaló levemente y se percató de q yöhei no iba solo, sus hermanos y Naraku iban con él y se dirigían hacia la hacienda de su padre.
-q huevos- dijo para si mismo en tono de burla. -no, q estupidos- se autocorrigió estando suspendido en el aire a unos 100 metros y sin ser visto surcó los cielos a toda velocidad con rumbo a la hacienda Taisho.
Esos humanos estúpidos estaban planeando algo y él por estar de calenturiento queriendo follar a la azabache no había tenido tiempo de averiguar q se traían esos bastardos.
-padre- saludó al llegar a la hacienda y ver a su padre con una expresión de tristeza. -q sucede?- demandó a saber, no era normal ver al daiyoukai así y peor aún sabiendo q sus enemigos venían por ellos. -onigumo y los yöhei vienen hacia acá- dijo tratando de hacerlo reaccionar pero el mayor de los Taisho no se inmutó.
-sessomaru...- llamó el joven híbrido. -él no... Él no puede tomar a bakusaiga- dijo titubeante mientras apretaba los puños.
-como dices?!- espetó con el ceño fruncido, eso no podía ser posible. Su padre siempre había podido usar aquella poderosa espada, había dado fin a centenares de demonios en tiempos feudales y el no poder empuñarla representaba un grave problema; no por los yöhei y Onigumo sino en caso de q un youkai quisiera batirse en un duelo con él.
-no se q mierdas pasa Sesshomaru, ve y toma tú esa espada. Nos desharemos de esos hijos de puta en menos de lo q canta el gallo sin q papá tenga q mover un solo dedo-    instó el joven hanyou mirando a su hermano mayor pero éste no hizo caso y lo q hizo fue tomarlo del cuello.
-tu a mi no me das órdenes maldito insolente!- apretó más su agarre haciendo q Inuyasha soltara al colmillo de acero.
-basta!- gruñó Touga poniéndose de pie. -yo no me voy a esconder de esos bastardos, si lo q quieren es pelea eso es lo q obtendrán- caminó hacia la puerta y al salir vió a los 4 hombres.
-hoy es tu último día de vida Touga, tu y tus bastardos morirán esta tarde- vociferó Naraku al tenerlo frente a frente a unos 30 metros de distancia.
Al oír la voz de Naraku afuera Sesshomaru soltó a su hermano y salió dejando dentro el colmillo explosivo.
-sessomaru maldito!- gruñó por lo bajo el joven hanyou mientras levantaba su espada para luego salir al patio acompañado de su hermano.
-eso está por verse Onigumo- fue la tranquila respuesta del ojidorado mayor quien esbozaba una sonrisa.
Los 4 intrusos sacaron sus revólveres y en un santiamén dispararon en contra de los Taisho quienes velozmente saltaron esquivando por poco las poderosas balas de plata.
-mierda!- gruñó bankotsu al ver la agilidad de aquellos albinos. Sus ojos se abrieron como plato al ver q Sesshomaru estaba a unos 10 metros de él y sonreía soberbiamente. -maldito! No dejaré q le hagas daño a Kagome, ella es mi mujer!- gritó al mismo tiempo q detonaba el arma en contra del ojidorado.
-hmph, no me hagas reír!- se burló chasqueando los dedos y desapareciendo. Bankotsu estaba atónito, ya Naraku le había dicho q ellos eran hechiceros y q podían usar trucos como la teletransportación y súper velocidad pero verlo en vivo era algo de infarto.
-donde estás maldito!- gritó lleno de rabia buscando al albino pero el terror recorrió cada fibra de su ser al sentir su presencia justo detrás suyo.
-ella no es tuya!- espetó con firmeza  a la vez q el moreno volteaba pero Sesshomaru fue más rápido y le asestó una patada en las costillas haciendo q cayera al suelo y soltara el revolver.
El moreno sintió como si un vehículo lo colisionara; aquella patada había sido 10 veces más fuerte q una normal. Con dificultad se sentó y miró al albino q con arrogancia permanecía a unos metros de él con los brazos cruzados sobre el pecho. Tomó el revolver q estaba cerca de él y logró detonar una vez más pero no contra Sesshomaru sino contra Inuyasha hiriendolo así en una de las piernas.
Sesshomaru volvió a patearlo ésta vez en la mano y el revolver fue a parar lejos. Inuyasha sangraba en abundancia, tenían q acabar rápido con esto antes de q se desangrara.
Touga se estaba enfrentando a Naraku, mientras q su hijo menor atacaba hábilmente a Renkotsu y Jakotsu quienes ya se habían quedado sin balas al disparar desesperadamente tratando de matarlo pero ese balazo en la pierna cortesía de bankotsu lo estaba debilitando. Los dos ex compañeros se enfrentaban con todo, se lanzaban distintos ataques de magia negra, se teletransportaban con regularidad y esquivaban los ataques contrarios haciendo de esta una una épica pelea de hechiceros.
-deja de huir!- gritó furico el moreno al intentar atacar a Sesshomaru y no lograrlo.
El ojidorado se acercó a su rival, estaba dispuesto a ponerse al tú por tú; Bankotsu era un humano común y corriente y no era justo usar magia para patearle las nalgas, con sus habilidades sobrenaturales era más q suficiente para matarlo de un solo golpe pero tampoco se la pondría tan fácil.
La pelea empezó en un ágil movimiento del moreno; puño va, puño viene, intercambio de golpes q ambos recibían en sus rostros sin hacer el más mínimo esfuerzo por esquivarlos, cada golpe q el moreno recibía le convencía más de q no podía dejar con vida al albino.
-Ella es mia- soltó el ojidorado al momento de golpearlo en el estómago, Bankotsu cayó de rodillas sosteniendo su abdomen; aquellas palabras más q el golpe lo habían dejado sin aliento. Como así q ella era suya? Acaso ese maldito hechicero se estaba refiriendo a Kagome?
-grrrrrr...- no emitió más q ese gruñido. Su cabeza era como una olla de presión la cual acumulaba cientos de preguntas q no soltaria pues ahora lo comprendía todo.
"SI, TENGO A OTRO! ÉL ES UN HOMBRE DE VERDAD, ES TODO UN CABALLERO QUE ME TRATA COMO UNA PRINCESA, ME CUIDA, ME RESPETA, ME AMA Y ESTOY MUY FELIZ CON ÉL, LO AMO!!!"
Ella, su Kagome se estaba refiriendo a Sesshomaru Taisho cuando le había gritado aquellas agrias palabras. Ella ahora era la novia de su enemigo, como había sido esto posible? No entendía como ella se había fijado en él precisamente o quizá...
-ella no es tuya!- respondió mientras se ponía en pie. -lanzar un hechizo o hacer un amarre para q alguien te ame a la fuerza es algo patético y ruin, eso no es de un hombre, tu jamás habrías podido conquistar su corazón, ella es mucha mujer para ti maldito hechicero de mierda!- el moreno permanecía con los ojos clavados en el piso, su fleco cubría sus ojos aguados y no pudo percatarse de la expresión del peliplata.
El humano tenía toda la razón, él había lanzado un hechizo contra Kagome, uno q la hacía enloquecer de deseo y pasión, uno q la hacía desearlo sólo a él, uno q...
Ella no estaba enamorada de él? Ella estaba así por hechizo? Ella había dicho entre jadeos, espasmos y gemidos q lo amaba por el hechizo? Sería cierto q de no ser por el hechizo ella no estaría así por él? Se habría fijado ella en él si no hubiese hechizo de por medio?
-atempte porius- desapareció del lugar dejando su característico humo blanco y volvió al río donde estaba la azabache. Al verlo ella salió del agua sin ninguna vergüenza, venía desnuda y ardiendo en deseo por aquel apuesto albino, había tenido tiempo suficiente para pensar lo q haría la próxima vez q lo viera y ella había decidido hacer lo q fuera con tal de q él la hiciera suya; no importaba si era un humano o un demonio, si volaba o caminaba, sólo quería estar entre sus brazos así fuese solo una vez. Al estar frente a frente él tomó las ropas de la jóven.
-áminag siombá etibfé- la azabache perdió el conocimiento y él atrapó su cuerpo desnudo antes de q cayera al suelo. La vistió y la colocó bajo uno de los frondosos árboles, ya había deshecho el conjuro y borrado sus recuerdos de ese día así ella podría pensar q todo había sido un sueño nada más.
"eso no es de un hombre, tu jamás habrías podido conquistar su corazón, ella es mucha mujer para ti" las palabras de Bankotsu le hicieron  detener su paso y volver hacia ella.
-si no me he equivocado y eres tú la hembra para mi... Vas a ser mía de igual modo- susurró mientras le acariciaba delicadamente la mejilla. -etibfé jigónyu- borró sus recuerdos de los sueños anteriores, ahora ella era libre, podía perdonar a Bankotsu (por lo q no hizo) y volver con él si así lo deseaba.
Chasqueó los dedos y volvió a la hacienda, lo primero q escuchó fue 3 detonaciones y un terrible escalofrío le recorrió de pie a cabeza.
-padreeeeeeeeeeee!!!- el grito desesperado de Inuyasha le hizo reaccionar de inmediato y volteó hacia donde sentía la presencia del daiyoukai... Hubo un gélido y fúnebre silencio...

Máscara de hechicerosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora