cap3

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Al llegar al paso de la quebrada en un sitio un tanto más oscuro por la abundancia de árboles q impedían el paso de luz de luna los caballos se detuvieron, empezaron a relinchar, se paraban derechos sobre sus patas traseras tratando de tirar a sus jinetes, Naraku se aferró a las riendas y estribos al igual q Renkotsu y lograron dar marcha atrás logrando así q los caballos se calmaran, bajaron, tomaron sus lámparas y lo q vieron les dejó con la mandíbula pegada al piso.
-san..ta... Mier..da- balbuceó Naraku alumbrando de un lado a otro y viendo la inédita cantidad de sangre sobre el suelo, arbustos y pasto. -aaaaaaah!!!- el grito se escuchó por todo el valle; había visto la cabeza cercenada de su guardaespaldas, los brazos y piernas tirados a varios metros.
-dios mío!- fue lo único q atinó a decir el tembloroso calvo.
Subieron nuevamente a sus caballos y regresaron al pueblo aún en shock.
-q haremos ahora Naraku?- indagó con la mirada perdida en la nada.
-renkotsu, vayamos a la policía, esto no se puede quedar así, Touga Taisho mató a mi guardaespaldas, lo hizo mierda!- suspiraron dándose valor y se encaminaron al cuartel general de la policía dónde interpusieron la denuncia.
Luego de hablar por casi dos horas con uno de los detectives, los primeros rayos de sol hacían su aparición colándose por la enorme ventana y aunque con obvia desconfianza por la fantasiosa declaración de ambos varones el detective decidió acompañarlos hasta el lugar de los hechos.
Al llegar al lugar, el detective no podía creer lo q veía, aquel hombre tenía cortes limpios, no se imaginaba siquiera con q arma podía haber sido desmembrado pues por esos lugares se veían machetes o espadas pero ninguna capaz de hacer los cortes q kuranoske tenía.
-dicen q venía tras Touga Taisho no es así?- demandó a saber el detective tratando de no devolver el estómago.
-asi es- confirmó Naraku.
-tenian algún tipo de desacuerdo, Una enemistad? Por q Touga haría algo así?- indagó mirándolo a los ojos mientras los peritos y forenses realizaban su trabajo.
-no, lo q sucede es q kuranoske venía a darle la noticia de q Sesshomaru, su hijo mayor había sido llevado a un hospital en la capital pues uno de mis toros lo derribó- volteó a ver a su amigo Renkotsu y éste asintió.
Justo en ese momento se escucharon unos gemidos, los tres varones fruncieron el entrecejo y caminaron hacia el lugar donde se escuchaban los gemidos.
Ahí estaba Touga sentado sobre el pasto, con una resaca q le impedía ubicarse donde estaba.
-Touga Taisho, queda arrestado por el asesinato de joven kuranoske takeda- se acercó al peliplata y lo esposó con los brazos hacia atrás, lo levantó y se lo llevó al cuartel general.

Mientras tanto...
-mierda! Mierda! Mierdaaaa!!!- el joven ojidorado veía la detención de su padre por el espejo, no podía hacer nada, no podía decir q había sido él quien había matado a kuranoske, no quería ir detenido, no ahora q había conocido a aquella hermosa chica llamada kikyo.
(La noche anterior)
Inuyasha galopaba rumbo a la hacienda Taisho, traía el caballo de su papá y planeaba volver a día siguiente por él, no había tenido tiempo de subir a su padre al caballo para huir así q había decidido ocultarlo en los matorrales.
Escuchó el claro llanto de una mujer, no sintió q fuese una presencia maligna así q bajó de su caballo y con ayuda de su lámpara encontró a la susodicha; una chica de unos 18 años con un largo camisón de dormir, su cabello suelto y descalza; estaba agachada abrazando sus piernas.
-hola.
-aaaah!!!- la chica gritó muy asustada poniéndose de pie pues en medio de su tristeza no había escuchado al joven acercarse.
-tranquila, no te haré daño- extendió su mano derecha. -mi nombre es Inuyasha Taisho- ella le dió la mano y él la estrechó levemente. -por q lloras?
-no es nada... me llamo kikyo- dió media vuelta y empezó a caminar en dirección este, justo hacia donde se dirigía el ojidorado.
-si quieres te puedo llevar a tu casa- propuso dando un par de pasos hacia ella y jalando las riendas de los dos caballos. Ella lo vió de soslayo y continuó su camino causando el nacimiento de un desbocado interés por parte del apuesto ojidorado.
Ya volvería a verla en otra ocasión, no importaba donde o cuando pero haría lo posible por q ese encuentro se diera, ahora lo q le preocupaba era la detención de su padre y buscar a su hermano ya fuera vivo o muerto.
-hermano, iré a verte- susurró mirando en el espejo la imagen de Sesshomaru rodeado de médicos.
Se preparó, subió al Jeep Grand cherokee y condujo hasta la capital donde empezó a buscar en cada hospital hasta llegar al q era.
-como q mi hermano murió?!- gritó exaltado mirando al médico. Él sabía q esto pasaría, su padre ya lo había dicho pero tenía q cerciorarse.
-asi es joven, su hermano falleció en horas de la madrugada a causa de un trauma cráneoencefálico severo ocasionado por el impacto frontal de su cabeza contra la de un toro, tratam...
-ya sé todo eso doc, lo q quiero saber es donde lo tienen- interrumpió con firmeza apretando los dientes.
-está en la morgue- soltó sin más y le indicó el camino.
Caminaron un par de minutos por el enorme hospital hasta llegar a un pasillo largo donde al final se divisaba una placa con la palabra "Morgue". Ambos entraron y observaron a uno de los forenses anotando algo.
-buenas noches- saludó el doctor logrando q el forense diera un respingón en su lugar. -hum, Sesshomaru Taisho- el forense se puso de pie un tanto nervioso y se acercó al médico, lo tomó del brazo y caminaron a un rincón hablando en voz baja, esto no le agradó al ojidorado quien frunció el entrecejo mirando al par de colegas susurrar.
-Q tanto están hablando? Dónde está mi hermano?- inquirió cruzándose de brazos. Ambos médicos fijaron su atención en el peliplata, se vieron mutuamente y avanzaron hacia él. -q sucede?- demandó a saber muy serio.
-El cuerpo de su hermano no está aquí- afirmó el forense, sus manos temblaban y su semblante pálido hizo q el ojidorado sonriera.
-entonces en dónde está?- cuestionó con la esperanza de q Sesshomaru estuviese vivo.
-estaba a punto de empezar la autopsia y me llamaron por teléfono así q fui al escritorio- dijo señalando el escritorio ubicado a unos 5 metros -y cuando terminé la llamada el cuerpo ya no estaba- afirmó con la piel chinita.
Esto solo significaba una de dos cosas: q Sesshomaru estaba vivo o q su cadáver había sido robado por algún hechicero para llevar a cabo el ritual de juventud y sabiduría.
-como putas me dice q un cadáver desapareció así como así y en sus propias narices!!!- gritó furioso dejando por fracciones de segundos destellar un rojo carmesí en el dorado de sus ojos.
-disculpeme joven, no me explico como pudo pasar esto, su hermano estaba muerto, su cuerpo estaba frío y aunque estuviese vivo no habría podido moverse, su rostro estaba destrozado, tampoco pudieron haberlo robado por q aquí no entró nadie- se excusó el forense con la respiración agitada.
Inuyasha dió media vuelta hecho una fiera, no entendía q demonios estaba pasando; si Sesshomaru estaba muerto y nadie había entrado a llevárselo entonces eso quería decir q quizá habían usado otro método para robar su cadáver, salió del hospital, subió a su Jeep y condujo de regreso al pueblo, quizá su padre tuviera alguna mejor explicación para este extraño acontecimiento.

Máscara de hechicerosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora