¿Qué le pasó a Derek Donovan? [¿Qué nos pasó? I]✔

11| Nunca te enamores de Derek.

Capítulo 11.

No puedo creer lo que estoy a punto de hacer. Pero mis hormonas parecen más fuertes que yo en este momento.

Me acerqué a Derek uniendo nuestros labios, él sin pensar dos veces me respondió el beso. Nos sentamos sin despegar nuestros labios del intenso beso lleno de deseo y placer. Pasé mi mano por su cabello tirando suavemente del mismo, sus manos bajaron hasta mi cintura tirando de mí hacia él.

Derek es increíblemente fuerte. Mi corazón se aceleró con fuerza, profundizó el beso llenándolo de más placer, pasó su lengua por mi boca haciendo que un suave gemido saliera liberado, uno cargado de excitación pura.

—Vamos atrás —musitó entrecortadamente, arrastrando mi labio inferior entre sus dientes haciéndome jadear.

No pensamos dos veces y nos pasamos a los asientos de atrás.

Malditas hormonas.

Me subió de nuevo a horcajadas sobre él, bajó hasta mi cuello depositando besos húmedos en la piel sensible de mi cuello, haciéndome estremecer, desear, jadear. Sin pensarlo dos veces, conecto nuestros labios, sus manos viajan por mi cintura con delicadeza y las mías acarician su pecho bien definido, su lengua invade mi boca provocándome desear más de él. Fue entonces que lo sentí, sentí de nuevo su excitación entre mis piernas y como presionó mis caderas contras las suyas haciéndome jadear, haciéndome desear. Sus manos sobre mis caderas comenzaron a guiarme sobre él, haciéndome sentirlo más...

¿Qué me está pasando?

¿Cuándo me convertí en esto?

—Barbie —se separó unos centímetros de mí, pero seguía besando el rostro, mi mentón, mi cuello, mis labios—⎯. Esto no puede pasar —musitó con el tono acelerado.

Fruncí el ceño y me detuve encarándolo con la respiración acelerada—. ¿Qué? —jadeé y cuando quise bajarme de encima suyo, sus manos se aferraron a mis caderas, pero miró nuestras caderas y lo contradictorio que estaba siendo en ese momento, justo entonces fue que me permitió bajar.

—No quiero esto Bárbara —resopló pasándome la mano por el rostro.

¿Qué mierda le pasa a Derek? Hace unos segundos me estaba besando con tanto deseo. El deseo que nació en mí hacía él. Y que me rechazará está haciendo que mi corazón duela. Que mi autoestima se destruya.

Bárbara no seas estúpida. Él te lo dijo desde un principio que no quiere nada serio por ahora.

No quiere relación.

No le gusto.

No siente nada de nada por mí.

Para él será solo sexo, solo son simples besos.

No le gusto.

Nunca le voy a gustar.

Siento como mis mejillas arden junto con mis labios, mis ojos se llenan de lágrimas al procesar todo esto, y cae el peso de mis propias palabras, aquellas que una vez usé para describirlo a él: el tipo de chico que te hará mierda en todos los sentidos.

Mi perdición, claro...

—No, no llores —susurró e intentó tomar mi cara con sus manos, pero las aparte antes de que me tocara, no quería sentir su falsa calidez.

—Ya déjalo así —musité sin ánimos, sin moral. Abrí la puerta, pero Derek tomó mi mano antes de que pudiera salir.

—Lo siento, Bárbara —susurró