21| Todos cometemos errores.

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Ésta bella canción me recordó muchísimo a nuestro Derek en su mala época❤

Capítulo 21.

Siempre he pensado que una buena compañía, una taza de café y un buen libro, es un plan perfecto. Y me encantaría decir que hubo paz entre nosotros, pero no. No la hubo por causa de alguien con nombre y apellido, o sí y que durmió conmigo.

—¡No me jodas Bárbara! —exclamó Adam en susurro luciendo de lo más asombrado mientras iba conduciendo.

Pues claro que le conté a mi mejor amigo. Pero si la duda los inquieta a ustedes, no, no tuvimos sexo. Pero sí estuvimos a punto, es tan difícil tenerlo cerca y no querer ponerle las manos encima. Pero, ¿qué pasó?...

—Derek —jadeé sobre sus labios húmedos y ahora hinchados.

Mh —musitó mientras que sus manos comenzaban a levantar mi blusa de una manera tan sensual, pues sus caricias parecían convertirme en líquido entre sus brazos.

No podemos hacerlo —susurré. Y acto seguido y que me hizo carcajearme, fue como sus ojos se abrieron de par en par.

¿Qué? —emitió algo sorprendido.

Y entre risas me separé de él, pero su agarre en mi cintura se mantenía firme y me miraba de ésa manera tan intensa, tan propia de él. Sus preciosos verdes se veían tan oscuros, tan profundos y tan cargados de deseo.

—Vamos lento, ¿lo olvidas? —pronuncié mientras comenzaba a acariciar sus hombros.

Se sonrió y asintió—. Mi amiguito no esta tan feliz de escuchar esto, puesto a que ya te conoce a la perfección. Pero yo, con mi cerebro te digo que lo respeto y está bien. Trataré de mantener mis manos quietas.

Me reí una vez más y me incliné hacia él abrazándolo, me tuve que poner de puntas. Sus brazos fuertes me sostuvieron y escondí mi rostro en su cuello.

Bufé a Adam y me pasé la mano por la cara antes de reír—. Ni yo entiendo cómo me atreví, simplemente... —suspiré y recordé la sensación de Derek abrazándome y su respiración cálida contra mi cuello—. Lo hice y ya, fue espontáneo y único.

Adam se rio y asintió mientras frenaba en un semáforo en rojo, estábamos en camino a la cafetería, la biblioteca—. Conozco el sentimiento, pero Barbie, te amo y lo sabes, ¿no? —preguntó con una ceja enarcada y asentí—. No olvides que estás recuperando a tu mamá, ¿qué tal que te hubiera visto dormida entre los brazos de Donovan?

Buen punto. Y esa es otra historia, porque sí, estuvimos cerca de ser descubiertos por la capitana Anderson. Fue tan gracioso ver a Derek correr hasta su auto con el torso desnudo y los ojos somnolientos.

—Tienes razón, tengo que recuperar a mi mamá, Derek también. Le fallamos horrible —pronuncié haciendo una mueca.

Me sonrió y retomó su rumbo cuando el semáforo cambio a verde—. Es un consejo querida Barbie, yo sé lo que significa tu madre en tu vida.

Le sonreí y asentí. Tiene razón, Derek y yo tenemos que ganarnos a mi mamá, traicionamos su confianza. Y aún me falta darle la noticia de que es mi novio oficialmente, que nervios.

•••

—¿Si pudieras casarte con un Dios griego, con quién sería? —me preguntó Adam mirándome por encima de su libro.

Ya estábamos en "La Biblioteca" en el área de lectores donde amo leer, yo continuaba leyendo mi historia de amor dramático fantástico, ya saben, la loca enamorada del amor. Y mientras tanto Adam estaba frente a mí leyendo su libro de pura ficción: Percy Jackson: El ladrón del rayo.

¿Qué le pasó a Derek Donovan? [¿Qué nos pasó? I]✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora