¿Qué le pasó a Derek Donovan? [¿Qué nos pasó? I]✔

13| Perdí mi...

Capítulo 13.

La virginidad... para algunos un tema común y sin importancia, para una loca enamorada del amor como yo, es algo de mucha importancia. ¿Por qué exagero tanto? Porque la perdí junto con mi dignidad.

En este momento me encuentro en mi bello betlee tratando de encenderlo, pero una parte de mí no quiere ir a la escuela, no quiero hablar con nadie. Y forzosamente lo encendí, con el pesar de mis dedos y el deber de ir a la escuela, lo eché andar en dirección a la escuela... largo camino, camino que me hace pensar en las malas decisiones que tomé ayer, en lo tendré que enfrentar hoy, verlo. Y verlo es lo último que deseo. Y aparte de mi soledad en mi pequeño auto me compaña la melodiosa voz de Harry Styles cantando Sing of the Times la cuál suena en el estéreo y me ayuda a distraerme un poco.

Llegué a la escuela entrando al estacionamiento, encontré a Adam recargado contra la puerta del conductor de su auto, viéndome, esperándome.

Me siento tan cansada.

Y me duele mi entre pierna.

Me estacioné a un lado de él, y maquiné de inmediato cómo hablarle, como actuar, fingir una sonrisa, porque mi mejor amigo se dará cuenta de inmediato de que algo en mí no está bien. No quiero decepcionarlo, no a él.

Apagué mi auto y por el rabillo de mis ojos veo como otro llega estacionándose junto al mío. inevitablemente echo un vistazo que me obliga a volver mis ojos al frente, con la mandíbula desencajada y los ojos abiertos de par en par.

Derek maldito caliente Donovan.

Con el pulso disparado, me pasé al asiento del copiloto para salir por esa puerta y evitar hacer contacto visual con él, evitar enfrentar esa mirada verde otra vez, evitar recordarlo de nuevo, Adam me miró sorprendido, por un segundo con el ceño fruncido, pero poco después, vi como aplanó los labios para retener la risa burlona sobre mi cobardía. Abrí la puerta jadeando por el esfuerzo y bajé con cuidado ya que me dolía mi florecita.

—¿Estás bien? —me preguntó Adam con el ceño fruncido al ver mi extraña manera de bajarme, con una ligera nota divertida en la voz.

Lo miré rápidamente y asentí acomodándome el cabello—. Sí solo... me golpeé... ahí con el freno de mano —mentí brutalmente. Él carcajeó un poco.

—Me ha pasado —hizo una mueca. Lo miré extrañada y entonces Derek salió de su auto luciendo tan sexy como de costumbre. Llevaba sus lentes de sol y una camiseta blanca. Rápidamente tome el brazo de Adam tirando de él para evitar a Derek—. Hey, ¿tan seria fue su discusión como para no querer verlo? —preguntó con confusión.

Ay Adam, si supieras...

—Sí, terriblemente seria, horrible, hubo palabrotas, gritos —rodé los ojos sin dejar de arrastrarlo hasta el interior de la escuela.

Y aparte de seria, caliente. Mierda.

Llegamos hasta los chicos: Lidia, René, Ethan y Kendall. Ellos estaban charlando y riéndose a carcajadas. Tuve que forzar una sonrisa al llegar.

—¡Hola! —exclamó Ethan feliz.

—¿Qué hay chicos? —saludó Adam sonriendo. Se acercó a Kendall y la rodeó con sus brazos.

Mi mirada se encontraba pérdida, mi cara demacrada y mi culpa al tope. No podía dejar de pensar en la noche de ayer. Fue maravilloso, ya sé a qué se refería Adam y su cambio de humor cuando tenía sexo, pero por alguna razón no me sentía feliz, estoy decepcionada que caí en tentación.