33| Baile de invierno.

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Capítulo 33.

Bárbara Anderson

Toc, toc.

Ése es el sonido que he estado esperando, es el sonido de que claramente Derek había llegado por mí. Así que una vez más, me miré frente al espejo.

Mi cabello estaba peinado en ondas y los mechones al frente que podrían llegar a caer sobre mi cara, estaban peinados a la perfección dando la impresión de ser una diadema. Mi vestido, de color azul marino caía hasta mis talones, el escote con forma de corazón y en mis pies unos tacones negros. Tomé una bocanada de aire y me acerqué a la puerta, la cual volvió a ser tocada con insistencia.

—No te desesperes, ya estoy...

Y mi voz se apagó al momento en que abrí la puerta y frente a mí no vi al súper bombón de Derek Donovan, no vi ese par de ojos verdes que me encantan, no vi esa sonrisa arrogante que tira de sus comisuras cuando ve y me deja sin aliento, era simplemente el polo opuesto a lo que mi novio era.

Cabello claro, tez apiñonada, ojos dulces como la miel y sonrisa simpática.

Thomas Austin.

—Hey —le sonreí—, ¿Qué pasa?, ¿todo bien? —le pregunté confundida por lo que él sonrió y asintió con la cabeza—, ¿vienes por mis hermanos o...

—Nop —respondió interrumpiéndome, por lo que suspiré y asentí—, vengo por ti.

Eso me hizo fruncir el ceño, mi sonrisa se desvaneció y lo miré fijamente—. ¿Qué?, ¿Y Derek? —pregunté desconcertada.

Thomas chasqueó la lengua y miró en dirección a sus zapatos, incomodo—. Siéndote muy, muy sincero, no lo sé —respondió haciendo una mueca—, lo llamé para decirle que siempre sí iría al baile y solo me dijo que viniera por ti, que más tarde te veía y que lo perdones y que surgió algo importante.

Apreté los labios porque esto de verdad es increíble. ¿Por qué no llamarme directamente a mí?

Tomé una bocanada de aire para no perder la cordura y me esforcé por sonreírle a Thomas.

¿Qué pasa Derek?

—Muy bien, andando entonces —le dije no muy animada.

Nada de esto es por Thomas, no me disgusta en lo absoluto su compañía, me molesta Derek, que no me avisó, me dejó lista y mandó a su mejor amigo por mí sin darme explicación.

Pero bien, supongamos que nada puede salir peor.

•••

—¿Qué...? —susurró René al verme junto a Thomas llegar a ellos. Eso llamó la atención de todos los chicos, por lo que nos miraron con el ceño fruncido.

Bufé de mala gana y Adam me miró confundido—. Iré por algo de tomar —mascullé antes de comenzar a caminar lejos de todos.

Avancé entre la multitud de personas que yacía a mí alrededor bailando, el gimnasio estaba decorado de manera preciosa, con colores fríos, adornos colgando del techo como si fueran copos de nieve. Avancé hasta que llegué a las bebidas, pedí un poco de ponche y me quedé ahí, bebiendo un asqueroso ponche de frutas desabrido.

—¿Por qué llegaste con Thomas? —me preguntó Adam mientras avanzaba a mí.

Rodé los ojos y le di un sorbo al ponche—. Derek me dejó plantada. Qué lindo, ¿no? —emití con ironía—. No sé porque me dejó plantada Adam, no sé qué surgió más importante, no sé porque no me avisó directamente a mí y no sé cuál es su maldito problemas. Lo que si te aseguro es que estoy molesta, plantada y éste ponche está asqueroso.

¿Qué le pasó a Derek Donovan? [¿Qué nos pasó? I]✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora