30| Vulnerables.

262 11 4
                                    

Capítulo 30.

Risas.

Música.

Malos chistes.

—Estamos taaaaaan borrachos —balbuceó Adam soltando la carcajada que me contagió por completo.

Mi celular volvió a sonar.

Tenía demasiadas llamadas perdidas de mi mamá y de los gemelos. Sé que ellos no tienen la culpa de nada, pero no quiero que me vean tan triste después de conocer a papá. No quiero que se sientan culpables por mi tristeza.

Así que opté por ignorarlos.

Pero entonces vuelve a sonar. Miré la pantalla y sentí que los ojos se me saldrán. Es Derek.

Sin pensarlo dos veces respondí.

—Hol...

—¿Dónde estás?, tu mamá está enloqueciendo porque no respondes las llamadas, ¿estás bien? —me interrumpió con aquel tono severo que indicaba que todo iba mal, estaba preocupado.

Pero claro, la preocupación de Derek Donovan nos prende.

Ven por mí —balbuceé mirando a Adam, que negó con la cabeza pues no quería que me fuera—. Y, trae a la novia de mi mejor amigo.

—¿Qué carajo?, ¿estás borracha?, ¿Cuánto bebiste? —preguntó algo alterado, hice una mueca y abrí la boca para responderle, pero él habló de nuevo—, ¿Sabes qué? Voy para allá.

Ups.

Cortó la llamada y miré a Adam, estaba recostado sobre el sillón con su capucha roja y el vaso de tequila entre sus manos.

A los pocos minutos la puerta se abrió y cerró, los pasos subiendo por las escaleras hacían eco y lo siguiente que vi, fue a los hermanos Donovan. Derek avanzó hasta mí a grandes zancadas y me robó el aliento como de costumbre.

Una vez frente a mí, me percaté de cómo sus labios estaban rojos por el frío que hacía afuera, estaba hablando, pero yo no escuchaba nada, solo veía como movía su boca rápidamente, su semblante estaba preocupado y su entrecejo contraído.

Y sin pensarlo dos veces, estampé mis labios contra los suyos silenciándolo, mis manos se aferraron a los costados de su cuello y comencé a mover mi boca sobre la suya. Su respuesta no tardó en aparecer, por lo que sus labios se sincronizaron con los míos haciéndolo un beso desesperado. Comencé a caminar haciéndolo retroceder sin despegar sus labios de los míos.

No sabía a dónde íbamos y tampoco me interesaba. Sólo deseaba estar con él, darme cuenta de lo maravillosa que es mi vida con Derek Donovan en ella.

Cerré la puerta a mis espaldas y su sonrisa coqueta apareció sobre mis labios. Seguí retrocediendo hasta que nos estampamos contra un escritorio. Derek gruñó sobre mis labios y tomó mis caderas, nos giró y me colocó sobre el escritorio. Mis besos descendieron a su cuello succionando y mordiendo a mi antojo la piel de su cuello.

Sus manos me arrastraron hacia él colisionando nuestros cuerpos, mis manos inquietas y ansiosas se deshicieron de su suéter. Mis besos descendieron por su pecho, me bajé del escritorio colocándome de rodillas frente a él, lamiendo y besando cada centímetro de la piel de su abdomen marcado y fuerte.

Sus manos tomaron mi cintura y me levantó de un tirón suave y gentil—. No haremos esto, ¿qué pasó? —susurró entre jadeos.

Hice un puchero y llevé mi mano a su miembro acariciándolo sobre la tela de su pantalón. Él enarcó una ceja y lo siguiente me dejó paralizada. Su mano acunó mi sexo con gentileza.

¿Qué le pasó a Derek Donovan? [¿Qué nos pasó? I]✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora