Capítulo 16: Motorsport

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Existía una hermandad llamada los Elements. Esa hermandad fue creada por nuestros padres, los dioses de los elementos. La hermandad estaba formada por 7 redenciones. Relwas controla el magma incandescente, el fuego que arde en toda la materia viva y esa energía térmica del núcleo de la Tierra. Cryo controla el estado de la materia en cuanto a su temperatura: desde sólido, como el hielo a temperaturas incluso por debajo del movimiento de partículas, hasta gas, pero menos denso que el aire porque, según él dijo, las partículas se fusionarían y dejarían de existir. Volt controla los electrones y la carga negativa de todos los cuerpos. La electricidad, básicamente. Poison controla tanto las plantas como los diferentes venenos que puede crear a partir de ellas. Luminox controla todos los rayos de luz y Daku controla el reino de las sombras. Todo era prosperidad pero hubo una gran guerra entre los dioses originales. Esta guerra provocó otra guerra entre sus ejércitos. El ejército de la muerte controlado por Daku y Hachimán, la mano derecha de Shinigami, contra los Elements. La batalla fue reñida pero se terminó cuando Hachimán murió de repente y sin motivo alguno. Una oleada purgadora mató a todos los dioses e iba a matarnos a todos nosotros. Solo tuve la solución de fosilizar a todos gracias al agua de los mares y permanecer así vivos. Cuando fuimos desenterrados, yo conseguí escapar y encontrar a un portador que me agradase. El problema es que el portador murió... Y yo tomé su cuerpo por un hechizo que él realizó, muy antiguo.

-Y eso es todo hasta ahora- terminó de explicar Kraken.

-Me has dejado con más preguntas que respuestas pero te lo acepto- respondió Sawler pidiéndole el café con la mano mientras toqueteaba el Corvette Zr1.

-¿Y tienes que competir esta tarde? ¿No has perdido práctica ni nada?- preguntó dudoso Kraken.

-Un poco oxidado estoy pero el pilotaje no se pierde así como así- aclaró cerrando el capó del coche- Ya está listo para rendir al máximo. Gracias por esos conocimientos mecánicos, Khalim- mencionó al cielo.

-Cuanto antes lleguemos mejor, ¿no?

-Sube si quieres, nos reuniremos allí con el resto de los pilotos- subió al coche Kraken y luego se pusieron en marcha los dos a la pista de carreras.

Por el camino, fueron conversando tranquilamente y no hubo ningún problema. Ninguno. Bueno.... Hubo solo uno.

-¿No te parece que ese coche nos sigue?- dijo Kraken sin mirar atrás.

Sawler miró por el retrovisor central y vio el coche que decía.

-Tienes razón. Nos está siguiendo. Déjales que nos sigan hasta la pista de carreras. No creo que hagan nada pero si lo hacen cuento contigo, ¿sí?- mencionó Sawler un poco temeroso.

-Entendido- preparó la pistola de mecha Kraken.

Llegaron a la pista de carreras y se encontraron al resto de los pilotos con sus respectivos coches.

-¿Qué cojones hacen ellos aquí?- preguntó Kraken indignado.

-¿A quiénes te refieres?- dijo Sawler mirando la cara de indignación de Kraken.

-Luminox y C...- susurró Kraken mientras paraba el coche Sawler.

Sawler miró a donde Kraken señalaba y vió a dos personas. Una tenía pelo gris, ojos claros también grises y pilotaba un Porche Cayman Gt4 gris con destellos negros. El otro tenía el pelo igual que Sawler pero más largo que le llegaba al cuello, con ojos brillantes y cegadores. Tenía una venda en un ojo ya que parecía que por ese ojo no podía ver. Atrás tenía un Mitsubishi Lancer X blanco puro.

-Ya llegaste, Rápido Novato. Y yo que temía que no vinieras- mencionó un hombre de 40 años con gafas de sol y ropa deportiva roja- Muy bien, vamos con la presentación. Mi nombre es Motorsport.

Elemental Redemption: Origin (libro nº1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora