Capítulo 27: Tu historia; su pasado

22 1 0
                                    

El atardecer llegaba a Mayhem y la puesta de sol era una de las más bellas que uno podría haber visto. El tono azulado del cielo se volvía un tono totalmente degradado de anaranjado a uno totalmente negro con todos los pequeños puntos blancos adornando el firmamento. La luz aún llegaba a la casa cuando Sawler se dedicaba a entrar a ella seguido de Relwas. Ambos se mantenían en silencio: uno por respeto y el otro porque no tenía palabra alguna que articular, por ahora.

Sawler miraba toda la casa con detenimiento, análisis y silencioso durante 5 o 10 minutos mientras Relwas solo se limitaba a recordar con nostalgia esos tiempos. Entraron al salón, accesible por la puerta principal, que tenía aires de ser un salón después de tanto tiempo sin reforma ni cuidado. Las mesas y sillas estaban roídas pero se mantenían firmes sobre el suelo. El sofá estaba, en cambio, totalmente disfuncional, sin capacidad alguna de sentarse por todos esos muelles sobresaliendo además de la suciedad acumulada. Las paredes estaban todas roídas y con mugre incorporada y siquiera se limitaban a cuestionar cómo la casa aún mantenía el techo que estaba con madera totalmente muerta.

Sawler pasó a una habitación que ni era una habitación ni lo parecía. No había ninguna pared excepto la del salón de atrás. Tampoco había techo. El suelo hecho con azulejos estaba mugriento y bastante pegajoso. Había varios electrodomésticos totalmente oxidados: la nevera estaba soltando una mezcla entre bacterias muertas y agua, el fregadero tenía incorporado un grifo que ya no existía y la campana de extracción se encontraba tirada sobre una pila rota de azulejos encima del fregadero. Era una cocina en la cual, si alguien se planteaba vivir allí, sería imposible la remodelación.

Volvieron al salón y subieron las escaleras para el segundo piso. Había dos puertas: izquierda o derecha. Sawler comenzó por la puerta derecha. Era una habitación igual de mugrienta que el resto de ellas pero, lo raro de esta habitación, era que no tenía absolutamente nada: ni cama, ni mesilla, ningún mueble...

-Esta habitación se suponía que sería para ti si os quedabais- mencionó Relwas por fin rompiendo el silencio.

La cara de Sawler era totalmente inexpresiva pero cada vez que veía alguna parte de la casa, necesitaba bastante tiempo para ver todo con detalle. No quería saltarse ningún detalle. Fueron a la otra habitación. La otra habitación era totalmente distinta a la que habían visto: estaba muy cuidada, sin polvo ni mugre, tenía una cama de matrimonio sin agujeros y capaz alguien de dormir ahí, dos mesillas de noche con una lámpara y varios marcos de fotos. Había una librería frente a la cama con varios libros sin polvo. Todo estaba tan bien cuidado que Sawler no sabía qué ocurría. Se sentó sobre la cama y empezó a mirar todas las fotos de la habitación. Todas eran de su madre cuando era un poco más joven y otra persona.

-Mi madre si que se veía joven en esas fotos. Por lo menos lucía bien- soltó Sawler para calmar el estrés.

-Tu madre se volvió quien era ahora por lo que ocurrió- le respondió Relwas sentándose al lado de Sawler y mostrándole una foto en la que salían su madre y otra persona vestidos elegantemente.

-¿Y qué es lo que ocurrió exactamente?- preguntó sin despegar los ojos de la imagen.

-¿Seguro que estás listo para lo que te voy a contar?- rebatió Relwas en tono de preocupación

Sawler soltó un gran suspiro y se puso las manos en la frente para pensar tranquilamente. No sabía lo que quería ahora. Antes, todo secretismo era malo para él, le confundían con la situación pero... Ahora que querían aclararle la situación, se volvía más confusa en su cabeza.

-Supongo que no tengo otro remedio. Al fin y al cabo, es lo que he buscado tanto tiempo- respondió Sawler dirigiéndole la mirada a Relwas.

Elemental Redemption: Origin (libro nº1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora