Elemental Redemption: Origin (libro nº1)

Capítulo 20: Aqua, Reina Del Pasado

Sawler volvió a aparecer en el mismo lugar que permanecía en la anterior pesadilla que tuvo. El cadáver se desvanecía y se volvía un líquido como el agua y se deslizaba por toda la ladera del cráter. La espada seguía plantada en la tierra. Sawler se encontraba confuso por estar de nuevo en esa mierda. ¿Sería así noche tras noche, pesadilla tras pesadilla, visión tras visión? No era para preocuparse en ese instante. Miró la espada fijamente y se fijó en la espada que tenía en la funda en su cintura. Cogió la espada del suelo y la sacó. Se dispuso a enfundarla y esta se fusionó con la que ya estaba en la funda. La espada resplandeció por algún motivo y la confusión de Sawler crecía concreces. El fluido parecía invitarle a seguirlo. Sawler se dispuso en silencio a seguirlo hasta el fondo del cráter donde una rendija de alcantarilla estaba cerrada.

-Genial, la basura lleva a más basura- mencionó Sawler riéndose.

-Da igual cual basura sea- una voz insultaba al aire- Siempre serás una puta mierda que dejó que muriera sin más.

-¿Quién eres? ¿Y cómo que te dejé morir?- preguntaba Sawler extrañado.

La voz no respondió y Sawler abrió la rendija de la alcantarilla. Era muy profunda y no se veía el fondo.

-Voy allá, entonces- sugirió Sawler tirándose por la tubería.

Al caer casi 2 kilómetros de profundidad, Sawler empezó a bucear en lo que eran aguas residuales. Aguantaba la respiración lo que podía hasta que llegó al final de la tubería que estaba cerrada. Por la presión que tenía de ahogarse, Sawler abrió una reja en la tubería con su katana haciendo un drenaje de toda esa agua encharcada.

-Joder- tosió cogiendo aire Sawler- Si tengo que ahogarme más veces para hacer estas tonterías, me voy a cagar en la vocecita de mierda esa.

Abrió aún más la rendija de la tubería para caer en un palco. Al levantarse, Sawler admiró el escenario. Estaba en una pesadilla, sí, pero era un escenario bello y digno de observar día tras día. Un teatro antiguo, carcomido por todo el musgo que se desarrollaba en los tablones de madera del escenario y de los pilares. Los palcos destrozados y mordidos inspiraban un escenario derruído pero todas las sillas del palco seguían erguidas. Los postes, erguidos y derruídos, sostenían varias tuberías que llenaban la habitación con un pelín de agua, haciendo que en el suelo se esucucharan los pasos de Sawler sobre el encharcado espejo sucio.

-Esto es hermoso...- admiraba Sawler.

-Bienvenido a tu muerte- mencionaba una niña haciendo una reverencia en el escenario.

-¿Así que tú eres la vocecita que se dedica a insultarme?- preguntó Sawler.

-¿Insultarte? Solo digo lo que es verdad, hermano. ¿O ya no te acuerdas de tu hermana? ¡Aqua!- mencionaba gritando en dirección a Sawler.

-Mira, niña loca. No sé si se te ha metido algo en la cabeza pero te digo dos cosas: no tengo hermanos y no te he visto en mi puta vida. Ahora si me disculpas procedo a irm-

Sawler fue interrumpido por el agua encharcada reteniéndole los pies.

-Ah no, no huirás más. Afronta la verdad, hermanito- mencionó Aqua acercándose a Sawler- Admite que fue culpa tuya. Siempre lo fue.

-Repito, no sé si estás loca pero yo no soy la persona que tú crees que soy- intentó calmarse Sawler.

-Vamos, hermanito. Admítelo de una vez- se acercó Aqua a susurrar al oído a Sawler.

Un impulso en el estómago aturdió a Aqua y la hizo volar por los aires hacia atrás. Aterrizó haciendo volteretas de vuelta al escenario. Sawler cogió la katana y la enfundó.