Elemental Redemption: Origin (libro nº1)

Capítulo 24: Cambio De Idea

Kraken esperaba en frente del hospital desde el primer rayo del alba. Su inquieto pie daba al suelo al son de los segundos del reloj mientras miraba impaciente como el coche de Motorsport se estacionaba en frente de él.

-Ya era hora, ¿no crees?- se quejó Kraken casi alzando la voz- Habíamos quedado acá hace 15 minutos y la situación no está para presentarse tan tarde.

-No es fácil hacer el papeleo para que las carreras se aplacen lo suficiente por un piloto. Si quieres, puedes ir a hacerlo tú si tanto insistes...- dijo en su defensa Motorsport mientras salía de su coche y lo cerraba- Lo que ahora importa, ¿cómo está?

-Consiguieron contener la hemorragia. Parece tener un poco de amnesia, así que habrá que hablarle tranquilo de lo de ayer o ni hablarle. Lo peor de todo es que se ha quedado sin mano...

-Tiene que haber sido horrible. Espero que todo salga bi-

Su conversación fue interrumpida por Relwas entrando en escena. Motorsport continuaba mirando con desagrado y Kraken miraba a Relwas un poco desconfiado y con ira.

-Hay incontables víctimas de lo de ayer. Esta vez se pasó de la raya- comentó Relwas un poco apenado a su parecer.

-¿Esta vez? ¡¿No fue suficiente con ver que mató a casi un puto pueblo entero por su codicia?! ¡¿Solo esta vez?!- agarró Kraken a Relwas haciendo que el agua que expulsaba fuera apagando poco a poco las llamas de Relwas. Veía cómo sufría y Kraken se contuvo un poco soltándolo- Si que has tardado en darte cuenta de sus errores. Si vas a entrar a verle, no le digas nada de ayer.

Kraken se volteó para ver a Relwas pero este había desaparecido. Localizó a Motorsport para preguntarle con la mirada si lo había visto mientras este se encogía de hombros y negaba con la cabeza. Esperaron fuera hasta que Connor les avisase más tarde.

"..."

El vacío oscuro llenaba el espacio alrededor de Sawler y este se levantaba con una confusión notoria. Todo su cuerpo le dolía y su alma se caía a pedazos poco a poco. Había perdido. Era el primer combate que había perdido. No todo le salió como debía salir, y él no pudo hacer nada para remediarlo. Si no le hubieran rescatado, estaría muerto ahora mismo, y él lo sabía perfectamente. A los pies de su cama, un adolescente peliblanco esperaba sentado con las piernas cruzadas mientras sonreía mirando a Sawler con sus dos ojos azul hielo. Sawler se sentía acosado por ese adolescente y notaba cómo el miedo se apoderaba de él cuando el adolescente le levantó un poco de la cama para ponerle cómodo y cogerle de los hombros.

-¿E-eres tú, C-Cryo?- preguntó con notorio temor Sawler.

El adolescente asintió con la cabeza y sonrió mientras el chico alegraba la cara. Lo que no esperó ese adolescente fue la reacción de Sawler al abalanzarse a abrazarle mientras rompía el silencio con un demacrado llanto que no soportaba. Notaba la gran tensión que ponía en el abrazo Sawler y notaba la preocupación que llevaba encima de él.

-¿Por qué no estás aquí pero sí estás? ¿Por qué no puedes ayudarme ahí fuera cuando lo necesito? ¿Por qué tengo que estar sufriendo esta mierda y tengo que estar viviendo esta vida que me ha tocado?- preguntaba mientras sollozaba Sawler aún abrazado a Cryo que este intentaba consolarlo- Tú podías escoger a otra persona perfectamente. Yo no tengo nada que pueda hacer tu vida mejor o que simplemente pueda mejorar la mía propia. ¿Por qué? Solo dímelo.

Cryo dejó de abrazarlo para señalarle la pared de hielo de la derecha de la cama. Aunque, la cara de Cryo ya plasmaba su respuesta en la expresión triste que tenía.