La castaña lo voltea a mirar con sus labios fruncidos, confundida y molesta.
-¿Quién es ella?-
El pelinegro suspira, girando su cabeza para ver, a lo lejos, la chica que reía y saltaba por todo el lugar.
-Ella es Dagger...la que lo cambió todo-
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Una brillante mañana.
-¡CUIDADO!-
Ah no, perdón...
-¡EL BLODIA!-
Una alocada mañana.
Emilia suelta un grito tirándose en el suelo cuando una maleta vacía pasó volando sobre ella.
-¡CAMILA!-grita molesta.
La maleta siguió volando por sí sola y ahora fue Josh quien se quitó de su camino al instante, asustado. Él frunce su ceño siguiéndolo con la mirada.
-¡CAMILA!-gritó enojado por igual.
Charlie pasaba cruzando por el pasillo, y al instante de que vió como la maleta estaba a punto de chocarlo suelta un grito tirándose en el piso de golpe.
Debido a este alboroto, un confundido Hades asomó la cabeza por la puerta de su habitación, encontrándose con todos ellos en el piso, sobresaltados.
-¿Por qué están paniqueados?-pregunta con un tono divertido.
-¡¡Un niño voló sobre mi y me disparó con su rasho laser!!-grita Charlie histérico.
-Era una maleta, hijo-suspira Josh todavía agitado.
-Ah si, eso-
-¡Lo siento!-
Sigamos esa última voz. La voladora maleta dobló en una esquina entrando en una habitación, prescisamente en la de Camila, en donde esta se encontraba de pie sobre su cama con cientos de objetos volando a su alrededor en toda la alcoba, mientras que ella observaba todo esto con una sonrisa.
-Bien-sonríe viendo a la maleta, y esta al instante se deposita sutílmente sobre la cama.
Sin más, la rubia, gracias a sus poderes, comienza a suplir dicha maleta de todo lo que flotaba a su alrededor. Ropa, accsesorios, zapatos.
Y en medio de todo esto, Emilia entra al cuarto con un cesto de ropa en sus manos. Da un respigno cuando ve un tacón dirigiéndose a su rostro, pero al instante Camila levanta una mano y dicha prenda cae en el suelo.
-Por Dios, Camila-suspira Emilia pesadamente, caminando entre todow los objetos voladores-Tienes que tener más cuidado-alza sus cejas, depositando el cesto a un lado de ella en la cama.
-Perdón-dice con una mueca, dirigiendo su mirada hacia abajo-¿Qué es?-señala la canasta.
-Alguna ropa por si quieres llevar algo-responde encogiéndose de hombros.
