2 : 00 a.m.
Ya era de madrugada, la oscuridad seguía reinando. Y oficialmente era 23 de diciembre, cumpleaños de los gemelos Mitchell Whistle.En la casa de Murray, la mayoría de los hospedantes ya estaban dormidos profundamente, disfrutando la tranquila y silenciosa noche, no sabiendo cuando podría haber otra así.
Dos de las personas en la casa aún no dormían, y es que a decir verdad, habían realizado ronda tras ronda de sexo, incrédulos de lo bien que se sentían entre ellos, recién descubriéndolo.
El pecho de Emilia y el torso de Josh, ambos desnudos, estaban cubiertos por una misma sábana, de color roja. Apegados bajo esta, con sus ojos fijos en el techo, y sus hombros juntos, con sus cabezas a tan solo poco de tocarae.
Los dos tenían pequeñas sonrisas en los labios, el sudor comenzaba a secarae en sus frentes, y sus respiraciones comenzaban a ser normales, con un lento ritmo establecido.
-Nunca imaginé que se sentiría tan bien...sacarlo todo-admitió un calmado Josh, aún con aquella sonrisa en sus labios.
-Tampoco yo-susurró ella, de la misma forma-, la verdad, creo que nisiquiera lo imaginé porque...pensé firmemente que todo estaría mejor así, oculto-dijo. Josh, apegándose más a ella, soltó una pequeña risa.
-Parece que los dos nos equivocamos-dice alzando sus cejas.
-Si, parece que si-ríe levemente, alzando sus mejillas.
Se quedan en silencio otra vez. Y cuando varios segundos pasaron, ella lo volteó a mirar cuando empieza a reír con ánimos.
-¿De verdad estás enamorada de mi desde secundaria?-pregunta con total diversión. Emilia bufó.
-¿De verdad nunca lo notaste?-alza una ceja, mirándolo con gracia.
-Bueno, los rumores siempre rondaban los pasillos pero...-ladeó su cabeza en un suspiro-, tú nunca dijiste nada, así que yo tampoco-explica.
-Um...-emite, pensativa-. Parece que la vida nos trajo aquí para que Murray nos gritara-sonrió, y él la imitó asintiendo por unos momentos, para después lamer sus labios.
-Él tiene razón, yo...-suelta un largo y pesado suspiro, mirando al techo-...Estos sentimientos no son del todo nuevos-admitió, ganándose su mirada-, pero quise convencerme que si solo éramos amigos todo estaría mejor-
Y desde que acabó de hablar, giró su cabeza a la de ella para besar sus dulces labios, de los cuales tuvo una cariñosa respuestas, moviéndose contra los de él por unos satisfactorioa segundos. Emilia suspiró cuando se separaron, embobada en sus azulados ojos.
-...que equivocado estaba-murmuró Whistle, igual admirando su hermoso mirar. Ambos se sonrieron.
-Tenía que acercarse el fin del mundo para que por fin pasase algo-dijo con un leve tono de diversión.
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D a g g e r { m.w }
Hayran KurguLa castaña lo voltea a mirar con sus labios fruncidos, confundida y molesta. -¿Quién es ella?- El pelinegro suspira, girando su cabeza para ver, a lo lejos, la chica que reía y saltaba por todo el lugar. -Ella es Dagger...la que lo cambió todo-