Era una noche en Hawkins. Una lluviosa.
Una de sus tranquilas y oscuras noches. La mayoría de sus habitantes ya dormían a estas horas, cansados de el agotado día.
Los adultos dormían y roncaban, los niños dormían y soñaban, y los bebés de el pueblo o dormían o lloraban.
Una noche normal.
Pero en este lugar, en este laboratorio, es una excepción de todo lo anterior. Aquí no duermen, aquí no roncan, no lloran, y mucho menos sueñan.
Aquí torturan, y experimentan.
En uno de los silenciosos cuartos, una niña dormía lo más cercano posible a "profundamente", con su ceño fruncido y sus labios apretados, retorciéndose de vez en cuando en el colchón. Estaba teniendo pesadillas. Sus pesadillas gritaban.
Era Nicholas, un amigo de el laboratorio que ella solía tener. Un simple niño. Murió antesdeayer por una sobrecarga de radiación que le impusieron los científicos.
-Nick...-susurra la niña con miedo y los ojos cerrados.
El cuerpo de el niño se había deformado por completo, y ahora él corría tras ella desesperadamente.
-¡NICK!-
La niña se despierta de golpe, asustada, y se encuentra cara a cara con lo mismo que había soñado. Frente a frente. Nicholas gritaba frente a su cara toda deformada.
-¡AAAAAAAAHHHHHHH!-soltó el grito más agudo en su vida.
Al instanta la metálica puerta de su habitación es abierta de una patada, y dos guardias alzan sus escopetas lanzando balas por el aire que atravesaron al deformado ser.
ESTÁS LEYENDO
D a g g e r { m.w }
FanfictionLa castaña lo voltea a mirar con sus labios fruncidos, confundida y molesta. -¿Quién es ella?- El pelinegro suspira, girando su cabeza para ver, a lo lejos, la chica que reía y saltaba por todo el lugar. -Ella es Dagger...la que lo cambió todo-